Como en su día le sucediera a Superman, el "villano" de esta historia fue enviado a la Tierra desde su planeta en destrucción, pero descubrió momentos después que no era el único en huir, sino que otro bebé (más guapo, más equipado,etc...) también le seguía, haciéndole la vida incómoda en su paso por el mundo terrícola. La lucha del bien y el mal, villanos no tan villanos y super héroes de pandereta son en resumidas cuentas el tema a tratar de fondo, pero esta cinta está enriquecida con un humor inteligente y mucho más, ya que su factura técnica está a la altura de las mejores producciones animadas de los últimos años.
Metro Man, el acompañante guaperas (doblado por Brad Pitt en su versión original, qué idóneo eh..), nos deja los mejores momentos del filme en mi opinión, mezclando a Superman con Elvis y un carácter chulesco que le queda genial.
Homenajeando a Brando, sin mucha gracia |
Contiene momentos muy graciosos, sin destacar ninguno en concreto porque hay cientos de guiños que para un degustador hambriento de este género como yo, es un verdadero placer deglutir.
Pienso que aún habiéndome gustado bastante, se queda un pelin en las puertas de lo que podría haber llegado a ser, con algo más de ingenio y un desenlace más adulto, apuesto a que se hubiera convertido en un clásico moderno de la animación, pero lamentablemente, no lo será.
Cometen el error, ciertos realizadores, de crear muchos fuegos de artificio para niños con un transfondo adulto para asegurarse la mutua atención, y eso pesa con el tiempo al resultado final.
Recomendable pues, siempre y cuando seas capaz de desatender carencias de estilo cinéfilo y pasártelo bien con esta coña marinera, que de reír, te hace.
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