La segunda película que se me escapó en el festival de Sitges y me tenía intrigado......que si detestable propuesta decían unos, macabra filmación otros....La historia empieza con Jennifer Hills (Sarah Butler haciendo una progresión magnífica del personaje), una chica de ciudad que únicamente busca paz y tranquilidad en una choza lejana para concentrarse en su nueva novela. La cosa se tuerce cuando un puñado de "rednecks" la acosan una tarde, violándola en grupo y maltratándola hasta rozar la muerte. Pero Jennifer sobrevive milagrosamente y planea (en estado de locura transitoria) una serie de venganzas a cada cual más salvaje.
Puede parecer la típica historia dentro del sub-género (Rape & Revenge) pero se nutre de diversos recursos modernistas para enseñarnos un escalofriante ambiente, que convierte la cámara en una telaraña de la cual no puedes apartar la vista.
La escena de la violación en concreto, es de dificilísimo visionado, incomodando al respetable por su crudeza y realismo (algo de extrema complicación a la hora de filmar, creo yo).
La venganza de la protagonista es cerebral, planeada y sin ningún atisbo de piedad, extremando la brutalidad de la cinta (que por otro lado, ya intuíamos).El resultado a mi entender de este remake (hay una versión anterior del 77 llamada "La violencia del sexo") es una historia de gore para públicos con ganas de fiesta sanguinolenta que te mantiene la primera mitad con el estómago encogido y la segunda simplemente viendo un festival de torturas demasiado perfectas y bien hilvanadas, difícilmente creíbles.
Igualmente, esa primera mitad es de un mal rollo como rara vez me he encontrado en una película y para un tipo sin escrúpulos cinéfagos como yo, amante del género terror, es una considerable propuesta que no debe pasar inadvertida.
Abstenerse estómagos débiles, no es de fácil digestión.
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