domingo, 30 de diciembre de 2012

1 PARA 1 (a.k.a LA LEY DE LA SELVA, NOSOTROS) (2013)

Alfonso es un candidato a Gobernador de México que una noche atropella a una migrante en avanzado estado de embarazado. Para evitar cualquier posible escándalo, el político le ofrece atención sanitaria y luego cobijo en un edificio de su propiedad hasta que pasen las elecciones. Sin embargo, tras recibir la presión de un alto mandatario (sutil eufemismo de "mafioso"), Alfonso se verá forzado a devolverla a la calle. La mujer, sin techo ni recursos, buscará un cuarto bajo el que vivir, pero solo contará con la ayuda de una chiquilla, de una calidad humana y sentido de la justicia ya inexistente en el mundo adulto.
Bajo una extremada (y consecuente) austeridad de medios, Daoud Sarhandi y su mujer Carolina Rivas ruedan su esperado primer largometraje de ficción, "La Ley de la Selva", concebido para su estreno en Festivales de 2013. Para ello, Carolina nos traslada a su México natal, un país de preocupante inestabilidad socio-económica, alarmante miopía gubernamental y alto grado de criminalidad, donde además, cada vez tiene menos valor la vida de sus ciudadanos, muchos de ellos en constante migración. Carolina encara con aplomo esa dolorosa situación actual para así asomarse de nuevo al que lleva siendo el leitmotiv de su carrera, las emociones del ser humano.
En "La ley de la Selva", lo importante es cubrir una necesidad humana, llegar a explicar un momento trágico en la vida de las personas de una manera respetuosa y cautelosa pero también directa, sincera, transparente y sin caer en frivolizaciones. Filmada plenamente en interiores de fondo negruzco, casi como una representación teatral y con cámaras estáticas, la película se desarrolla paralela a un acertado tono musical, irónicamente circense.

Un heterogéneo grupo de ciudadanos aferrados no sólo a un fingido vagón de metro, sino también a un mutismo absoluto
Este doloroso mundo de fingida realidad que abordan DaoudCarolina en su film, les sirve como vehículo para conducir nuestra mirada hacía el redescubrimiento de lo esencial, de lo que les ocurre a sus personajes en pantalla, lo que sienten a cada instante, y todo eso sin los componentes más propios del cine convencional. Carente de artificiosidades, dueña de una narrativa plácida y desprovista de cualquier pretenciosidad en su desarrollo, la película sí requerirá de una cierta sensibilidad hacia lo visual para ser totalmente comprendida, aspecto inhóspito en la retina del espectador actual.


Sin embargo, es loable que un film tan absolutamente parco de medios y con un sentido de la comedia tan amargo (lástima que no persiga más ese camino) logre incomodar al espectador adentrándolo en un mundo donde nadie querría estar, tan deshumanizado como egoísta y consiguiendo (casi en todo momento) inyectarnos esa dosis de verdad que pretende, enseñándonos de una manera elemental como se han perdido los valores más esenciales y/o primarios.
Su compromiso social es indiscutible, ya que aborda con valentía el difícil asunto de la corrupción política en México (con una notable interpretación del candidato al partido bicolor), la cruda realidad de los sin techo (vendiendo en las calles lo que se tercie, aunque sean armas), o recalcando el mutismo de la ciudadanía, que hace oídos sordos a los problemas más terrenales (la escena del bar donde nadie parece escuchar las súplicas de la niña hasta que ésta entra en cólera).
Se constata pues, que este film de acentuada conciencia autoral no está, en ningún caso, fabricado para una audiencia masiva, sino para paladares independientes con significativa capacidad para entender verdades dolorosas. Con total seguridad, "La Ley de la Selva" no tendrá cabida en las salas comerciales, aunque sí en Festivales independientes, donde muy probablemente, coseche impresiones favorables.
Así pues, el film de la mexicana Carolina Rivas en co-dirección con su marido, el británico Daoud Sarhandi, aunque no consiga cambiar el mundo, sí es consecuente consigo mismo y rema hacía la dirección correcta, y eso, en los tiempos que corren, es lo que verdaderamente importa.

viernes, 28 de diciembre de 2012

PHENOMENA COLLECTIONS: EL FIN DEL MUNDO

Este año que estamos a punto de terminar, cinematográficamente hablando, ha estado marcado por el presagio del fin del mundo que se avecinaba según el calendario maya para el 21 de diciembre de 2012. Ello ha llevado a que el Festival de cine fantástico de Sitges eligiera este leitmotiv para su última edición, y a lo largo del mes de octubre pudiéramos disfrutar de bastantes títulos girando alrededor del fin del mundo como la surcoreana Doomsday Book o The ABC´s of Death, por ejemplo.
El equipo de Phenomena, en una más de sus interesantes iniciativas, propuso a través de su página de Facebook una lista con 7 títulos con clásicos de la ciencia ficción de los 50, 60 y 70. De esta manera, los seguidores pudieron votar la que les apetecía más ver, siendo las 4 más votadas elegidas para que bajo el sello Phenomena Collections, este mes de diciembre arrancara en Barcelona el ciclo de ciencia-ficción “El fin del mundo”. Así, se han diseñado 4 sesiones donde se van a recuperar algunos de los clásicos más representativos del género.
Para el 21 de diciembre, coincidiendo con el teórico fin del mundo y para arrancar este ciclo, la película elegida ha sido Soylent Green. Y es que si todo se tiene que acabar, pues una buena manera de hacerlo es viendo buen cine, ¿no?
Mucho mejor que dejarse llevar por el pánico de aquellos que realmente creen que todo llega a su fin, con múltiples noticias haciendo eco de personas que han decidido esconderse en bunkers o alucinar con la credulidad de la gente hacia estos presagios, obligando a la Gendarmería francesa a cercar la ciudad de Bugarach, teóricamente uno de los puntos que se iban a librar de este fatal destino, para evitar posibles aglomeraciones...
Como sea, que cada uno lo afronte como quiera, pero unos cuantos elegidos nos citaremos en los Cinemes Girona a lo largo de 4 viernes para disfrutar del mejor cine... ¿os apuntáis?

 
SESIONES "EL FIN DEL MUNDO":

21-12-2012:  Como finalmente el mundo no se ha acabado, por mucho que les fastidie a los más pesimistas y a los que se pensaban que iban a liquidar de una vez por todas su hipoteca, hemos superado la fatídica fecha del 21 de diciembre y podremos seguir comentando como tanto nos gusta, películas en el blog.
La primera sesión del ciclo “El fin del mundo” arrancaba con la película Cuando el destino nos alcance, curioso título que se le dio aquí a Soylent Green (clicar en el póster para leer la crítica del film).
Antes de empezar, Nacho Cerdà presentó lo que va a dar de sí el ciclo y para avanzar que en breve habrá noticias de las próximas sesiones que podremos ver durante los primeros meses de 2013, y finalmente presentar a un invitado especial a la sesión inagural, como es Ángel Sala, director del festival de Sitges.
Con quien comparte una gran amistad y se atrevió a confesar públicamente que a ambos les encanta Louis de Funnes (me uno a ellos, pues me las vi casi todas de pequeño en la antigua Filmoteca de Catalunya y le guardo mucho cariño...).
Nacho Cerdà, celebrando que el mundo no se había terminado...
Ángel se encargó de hacer una fantástica introducción de unos 10 minutos del film, que a todos los presentes se nos hicieron cortos, habríamos estado mucho más rato escuchando los sabios comentarios que le dedicó, y que sirvieron para situarnos en el contexto histórico y político que se vivía en los Estados Unidos en los años 70 cuando se rodó. Un repaso que dejaba en relieve la delicada situación económica con la crisis energética que se vivía, con una gran preocupación por la contaminación, ya que se empezaba a hablar del problema de los gases contaminantes, una violencia urbana tremenda, la tensión con los rusos y para colmo de males, gobernaba Nixon...
Todo ello llevó a que se generara una corriente de pensamiento muy distópica, remarcando que si entonces la situación ya era mala, en el futuro aun iban a estar mucho peor. Por supuesto, esto se vio reflejado en el cine como suele ser habitual, con toda una serie de películas que mostraban un futuro desolador. Como por ejemplo la mítica La fuga de Logan (esperamos verla algún día en una sesión de Phenomena...), Contaminación de 1970 o la rareza que es Zardoz (con un Sean Connery con un look imposible enseñando pelambrera), siendo también Soylent Green una de ellas.
La película, al menos para mí, ha sido todo un descubrimiento, al ser la única de las programadas dentro de este ciclo, que no había visto nunca. Creo que estuve engañado por un cartel que nunca me había llamado la atención pero que escondía una de esas películas de ciencia ficción que ahora ya considero imprescindibles. Soylent Green plantea un futuro aterrador para el año 2022, con una superpoblación muy preocupante en la ciudad de Nueva York con más de 40 millones de habitantes, la escasez de alimentos, de trabajo, una contaminación extrema, entre otros muchos problemas con los que deben lidiar sus protagonistas. Si no la habéis visto, os la recomiendo, seguro que no os deja indiferentes, pues tiene bastante más mensaje del que había pensado en un inicio. En breve os la comentamos con detalle aquí...


28-12-2012:  Para este viernes, el segundo film del ciclo del fin del mundo nos lleva a explorar un futuro distópico imaginado por el recientemente fallecido y fantástico escritor de ciencia ficción Ray Bradbury. (clicar en el póster para leer la crítica del film).
Sin duda alguna, uno de los autores del género que más ha contribuido con su obra al cine, con historias como: Vinieron del espacio (It Came from Outer Space), ya comentada en el blog, El hombre ilustrado, The Picasso summer, El monstruo de tiempos remotos, multitud de guiones para otras películas o series y otras tantas colaboraciones como con Alfred Hitchcock, por ejemplo.
Viendo la cantidad de films de ciencia ficción con guiones risibles que llenan continuamente los cines, uno no puede dejar de preguntarse porque no recurren a novelas de reconocidos autores para su adaptación cinematográfica como Philip K. Dirk, el propio Bradbury, H. G. Wells, Orson Scott Card, Isaac Asimov y un largo etc...
Aunque luego, cuando se confirma la existencia de un proyecto para trasladar al cine una novela de cualquiera de estos autores, a uno le entren sudores fríos ante la posibilidad de ver como muy probablemente, nos encontremos que una vez más no han sabido captar el espíritu del original. Para el 2013 nos aguarda la versión cinematográfica de El juego de Ender, basado en la novela homónima de Orson Scott Card, ya veremos...
Sin embargo en esta ocasión, para su adaptación a la gran pantalla, se eligió a François Truffaut, uno de los cineastas más reconocidos de la Nouvelle Vague, quién se encargó de escribir el guión y de la dirección de la película. Siendo el resultado plenamente satisfactorio en aquella ocasión, en breve os la comentaremos.
Por cierto, actualmente se está desarrollando el proyecto para una nueva versión de la historia... crucemos los dedos...



4-01-2013:  Hace un año, para el día de Reyes del 2012 se programó una sesión especial sorpresa en el cine Urgel, dónde los presentes no sabíamos los films que se iban a proyectara pesar de que las apuestas en general iban bastante bien encaminadas, y hasta que no empezaron sus títulos de crédito no supimos que nos aguardaban Los cazafantasmas y Gremlins ¡¡Qué grande fue!!
Para este año, repitiendo con el efecto "sorpresa", tuvimos una sesión donde solo conocíamos una de las películas programadas: El tiempo en sus manos (clicar en el póster para leer la crítica del film), gran adaptación de uno de los muchos relatos de H.G. Wells que han pasado por los cines y que tuvo un flojo remake en el 2002 bajo un título más explícito La máquina del tiempo. Revisionar este gran clásico en pantalla grande para mí fue una gran experiencia, ya que hasta ahora solo la había podido ver en casa. Como anécdota de la proyección queda el parón que tuvimos de unos 15 minutos por un problema con el sonido, pero que resolvieron sin más, pero que dejó algunas anécdotas divertidas que ya comentaremos en otro momento...
La segunda película salió de entre las tres que quedaron fuera de la votación inicial en la que se eligieron las que conformaban este programa: Ultimátum a la Tierra (1951), La humanidad en peligro (1954) y THX 1138 (1971).
Siendo finalmente la elegida para completar esta gran velada de cine clásico, La humanidad en peligro (clicar en el póster para leer la crítica del film).
Una obra de la que ya hablaremos con más detalle pero que sirvió de gran inspiración para cineastas de la talla de James Cameron, que le haría su particular homenaje bastantes años más tardes con su Aliens, el regreso. Cambiando las hormigas gigantes y su nido por los alienígenas que más pesadillas suscitaron a la teniente Ripley...
Personalmente nunca la había visto y se le tiene que reconocer que es un film de ciencia ficción de bajo presupuesto, pero que sabe jugar sus cartas de forma inteligente al saberle sacar mucho partido al sonido y a la investigación inicial de los diferentes incidentes que se van registrando por parte de una autoridades desconcertadas. Logrando ocultar que se esconde tras todas ellas mientras despierta una gran inquietud dentro nuestro hasta que se desvela que hay detrás de todo esto. Un gran acierto lo de sugerir más que mostrar, para ocultar las limitaciones debidas a su ajustado presupuesto.
Un film que es pura serie B de los años 50, en plena fiebre del miedo por la amenaza nuclear que planaba sobre el planeta.



11-01-2013: Para cierre de este ciclo nos citamos con La invasión de los ladrones de cuerpos (Invasion of the body snatchers) (clicar en el póster para leer la crítica del film), la primera de las múltiples versiones que ha habido a lo largo de los años, y que corrió a cargo de Don Siegel, gran cineasta responsable de títulos como Fuga de Alcatraz, Código del hampa o Harry el sucio.
Posteriormente, en los 70, se rodó una nueva versión con Kiefer Sutherland, prácticamente calcada a la historia original bajo el título de La invasión de los ultracuerpos, pero con suficientes argumentos diferenciadores para que no se vea como una recreación sin personalidad, siendo realmente muy digna y respetuosa con la primera.
Más recientemente, tuvimos que sufrir un flojo remake con Daniel Craig y Nicole Kidman como pareja protagonista y que solo sirvió para intentar sacarnos los cuartos captando principalmente la atención de una generación más joven que en muchos casos ve los estrenos más recientes de la cartelera basándose en sus famosos protagonistas. Sea como sea, esta noche hemos tenido la oportunidad de revisionar una de las mejores versiones existentes (personalmente la de Kaufman a mí me gusta incluso más) y en 35mm... fantástico.

lunes, 24 de diciembre de 2012

PHENOMENA EXPERIENCE - 3ª TEMPORADA

                                              NO HAY DOS SIN TRES....



Durante este pasado verano saltó la sorprendente noticia de que el Phenomena Experience no iba a tener una 3ª temporada en el Cine Urgel tras saberse que el Grupo Balañá no renovaba el acuerdo entre ambas partes. Lo que hizo que todos los seguidores nos echáramos las manos a la cabeza, incrédulos ante lo que parecía una broma de mal gusto y que parecía poder ser un adiós precipitado.
Pero afortunadamente nada más lejos de la realidad... El tan ansiado regreso de Phenomena ya está aquí, se ha hecho esperar un poco y hemos tenido que irnos hasta el mes de noviembre para volver a reencontrarnos en Barcelona con el mejor cine.
Sin embargo, no podemos decir que el equipo de Phenomena se haya estado quieto, en el pasado Festival de cine de Sitges hubo una sesión especial en la que se proyectó una versión de 35mm restaurada de E.T. el extraterrestre y además contó con la presencia de Dee Wallace (la actriz que daba vida a la madre de Elliot), y que fue un revival intenso como pocos y que contó con muchos niños en la sala.
Y desde este mes de octube hasta finales del próximo mes de diciembre se ha puesto en marcha el Phenomena on Tour, que recorrerá toda una serie de ciudades españolas para ofrecer una de las mejores sesiones dobles que uno pudiera llegar a imaginar. Os dejamos aquí el link de la entrada que publicamos con toda la información del evento y al que os animamos a sistir para que seais testigos en primera persona de la magia de una de estas sesiones (clickar en el banner para acceder).


Pero otra cuestión que todo el mundo se hacía una vez confirmada la continuidad del proyecto, era sobre que cine iba a ser el elegido para albergar la primera sesión. Para ello, los responsables de Phenomena colgaron una foto antigua como pista de la localización del cine en cuestión y que os comentamos aquí. 
Finalmente parece que las aguas vueven a su cauce y que hay Phenomena para rato, pues como se podía leer en los primeros fotogramas de Conan el bárbaro: "Lo que no nos mata, nos hace más fuertes"...
Y una vez finalizada esta introducción, simplemente comentaros que en este espacio vamos a ir incorporando los comentarios de todas sesiones a las que vayamos asistiendo, las noticias y eventos que vayan saliendo alrededor del Phenomena y todas las sorpresas con las que nos las que seguro nos irán sorprendiendo a lo largo del año.


LAS SESIONES DE PHENOMENA:

Aquí iremos recogiendo las experiencias que nos deparen las diferentes noches cinéfilas de esta temporada, que esperamos que sean muchas y variadas. Para acceder a cada una de las sesiones solo tenéis que hacer un click sobre el póster correspondiente.




















EN PREPARACIÓN...





















EN PREPARACIÓN...
EN PREPARACIÓN...


































PHENOMENA (22-11-2012): POR UN PUÑADO DE DÓLARES + EL PLANETA DE LOS SIMIOS

Por fin llegó el momento de volver a juntarnos para disfrutar de una velada de cine como Dios manda. Añorábamos la oportunidad, podríamos decir que única, de revisionar clásicos que todos conocemos sobradamente, de haberlos visto por televisión una de tantas veces que las han emitido, como gracias a nuestros añorados VHS o los más actuales DVD. Pero lo más sorprendente es que en un cine casi nos parece que los descubrimos como nuevos, no es ninguna broma.
Esta impresión la he experimentado principalmente en algunos de los primeros minutos de El planeta de los simios, donde no recordaba esa sensación de inmensidad que trasmiten los territorios desérticos en los que se adentran los recién aterrizados astronautas.
La sesión de hoy tenía un aire especial, no solo por tratarse de la primera de esta tercera temporada, sino por el cambio de cine con el que arrancaba. El ambiente previo fue realmente fantástico, con una larga cola subiendo por Passeig de Gràcia y muchos paseantes que se detenían para preguntar a que se debía esa inusual asistencia a una sala de cine. Debo deciros que algunos no llegaban a entender que la gente fuera a ver dos películas antiguas y pagaran por ello!!! Cuanta incomprensión hacia el buen cine...
El cine Comedia se reveló muy acogedor, la sensación que nos ha trasmitido esta primera experiencia, ha sido mucho más familiar y personal, pues la capacidad de la sala es de algo menos de 700 personas, lejos de las 1800 del cine Urgel, pero de ninguna manera esto ha afectado al disfrute de los que nos reunimos. 
En la sala 1 del Comedia nos esperaban dos clasicazos...
Nacho Cerdá abrió la sesión remarcando el espíritu y principios del Phenomena: el buen gusto por la experiencia colectiva de volver a disfrutar de esos clásicos de los 60, 70, 80 y de los 90; el recuperar el fantástico formato de la sesión doble. El hecho de que ellos irán allí donde sean bien recibidos (gracias, Cine Comedia); su intención de seguir innovando y sorprendiendo al personal a lo largo del año con iniciativas de lo más variadas (no tenemos ninguna duda de que así será).
O el agradecimiento público que quiso dedicarle a David Casademunt por sus espectaculares vídeos, que hemos ido viendo a lo largo de estos dos años, y que para esta ocasión nos dejó otro buen ejemplo de su trabajo.
Una larga cola que aguardaba que se abrieran las puertas...
Y ya sin mucho tiempo para nada más, se apagaron las luces y nos dispusimos a sumergirnos en  estos dos clásicos de 1968 que nos aguardaban... pero antes, tiempo para degustar la siempre pegadiza música de Movierecord y unos cuantos anuncios y tráilers impagables...
El primero de ellos, Los héroes de Telemark, un film de 1965 ambientado en la Segunda Guerra Mundial, con el típico batallón que deberá detener uno más de los maléficos planes de los nazis para construir una temible bomba. Donde lo mejor de todo eran los comentarios del tráiler en castellano, para reírse un buen rato. La imposibilidad de encontrarlos en la red con este doblaje, ha hecho que solo gracias a un vídeo colgado por uno de los asistentes a la sesión, podamos volver a verlos. Lástima que la calidad de imagen y sonido no sean las mejores, pero al menos os servirá para poder disfrutar en primera persona lo que dieron de sí (ver abajo).
El siguiente, continuando con la temática de la Alemania nazi, ha sido The Hindenburg, una película de los 70 de la Universal que buscaba darle una explicación más aventurera al catastrófico final que sufrió el dirigible alemán, en manos de un posible atentado contra uno de los grandes símbolos del Tercer Reich.
Siguiendo la estela del spaguetti-western, teniendo en cuenta que en unos minutos íbamos a ver Por un puñado de dólares, otro film con Eastwood como protagonista en Dos mulas y una mujer, lo mejor fue escuchar el sinfín de disparates del encargado de narrarnos lo que nos deparaba la película en cuestión, y que arrancó más de una carcajada entre los presentes...



Y para acabar, un inclasificable trailer que fue el mejor de todos, de principio a fin: El puro se sienta, espera y dispara, otro de tantos spaguetti-western que se rodaron esos años 60. Tanto por estar plagado de frases inolvidables, como por contarnos casi toda la película con pelos y señales en tan solo unos minutos. Vamos, que tras verlo casi resulta innecesario del todo verla... Aunque si la llego a encontrar seguro que la veré, puede ser memorable.
Todavía riendo gracias a estos peculiares trailers, empezaba Por un puñado de dólares. Film rodado por el genial Sergio Leone y que esperamos que tenga continuidad en el futuro con otros títulos como La muerte tenía un precio o Hasta que llegó su hora, por ejemplo. La historia nos presenta a un hábil pistolero llamado Joe (Clint Eastwood), quien llega a un pueblo cercano a la frontera con México, para descubrir como el enfrentamiento entre dos poderosas familias, Los Rojo y los Baxter, ha dejado un rastro incontable de muertes y desgracias, en su interminable disputa por hacerse con el control del territorio y de los rentables negocios del tráfico de armas o licores. Un nada disimulado remake de Yojimbo, del maestro Akira Kurosawa, que le valió una carta de este último dirigida a Leone, donde le decía lo mucho que le había gustado su película, pero que ahora debía pagarle por copiar su obra. Por lo que tras una disputa en los tribunales, Kurosawa se salió con la suya...
Siguiendo este hecho, tuvo lugar una curiosa anécdota años después cuando en un festival coincidieron Eastwood y Kurosawa, y este le dijo que de alguna manera habían trabajado juntos.


















La película es un divertimiento desde el primer minuto, con un personaje que le iba como anillo al dedo a Clint, listo como pocos, buscando enriquecerse a costa de ambos clanes, jugando con fuego para evitar su doble juego a lo largo de todo el film. Un placer revisionarla en su versión original subtitulada, pues el lamentable DVD que se editó en nuestro país no llevaba ningún tipo de subtítulo y la última vez que la vi fue en versión doblada.
Tras una pausa para la cena de todos los que estábamos en la sala, llegaba el turno de unos de los grandes clásicos de la historia del cine: El planeta de los simios. Obra de referencia que ya habré degustado una decena de veces, pero que sigue fascinándome gracias al crítico mensaje que encierra hacia la humanidad: contra su innegable afán destructor, su megalomanía capaz de hacerle despreciar a todo el resto de criaturas a las que considera claramente inferiores y sin ningún tipo de derechos, la eterna lucha entre razón y religión, y un largo etc... que se va desgranando a lo largo del film. La inteligente e interesante premisa de poner al hombre al otro lado del terreno de juego, teniendo que ganarse su lugar ante la especie dominadora del planeta (los simios), se ve sustentada por un gran guión, unos buenos diálogos y un soberbio final, rompedor como pocos ha habido y todo un símbolo en la historia del cine. ¡Espectacular!
Podéis acceder a las críticas detalladas de ambas películas clicando encima de cada uno de los pósters (de momento Por un puñado de dólares está en preparación).
Y no podemos añadir mucho más, solo destacar el buen recibimiento de ambas películas por parte del público, la charla posterior que hemos tenido con unas buenas cervezas, comentando los detalles de una y otra; y que ya esperamos con ansias saber cuando nos volveremos a juntar para otra cita con Phenomena. Hasta la próxima!!!

EL PLANETA DE LOS SIMIOS (1968)

Entrar a valorar la primera "El Planeta de los Simios" es, de entrada, una difícil tarea, ya que conlleva intrínseca a una generación de amantes de la ciencia ficción que la consideran ya un mito del séptimo arte, cegados por su recuerdo y sus emotivas imágenes.
Más allá de su valor cinematográfico, la película advierte una reflexión certera sobre la humanidad, su capacidad para avanzar al mismo ritmo que destruye, y que se acaba convirtiendo en una raza de doble filo. Su argumento es tan ficticio como queramos ver, ya que resulta una forma muy consciente de llegar a un debate humanístico en toda regla, tocando temas sociales, religiosos, culturales e incluso morales.
La historia arranca con el accidente que sufre una nave aterriza, aterrizando forzosamente en un planeta desconocido, a años luz de la Tierra según sus cálculos. Tras largas jornadas de sufrida andadura, descubren vida humana salvaje y primitiva, pero para su sorpresa ven aparecer una raza simiesca aparentemente avanzada, que acabará por capturarles.
Los tres tripulantes supervivientes de la nave terrestre son pasto de los simios, que únicamente retienen bajo estudio al que parece más inteligente, el coronel Taylor (Charlton Heston). Un fortuito disparo en la garganta durante la cacería de humanos, impide al astronauta expresarse para demostrar su inteligencia, pero encontrará la manera de ganarse a su "doctora y/o cuidadora" (Kim Hunter) y desenmascarar al manipulador Ministro de Ciencia y Religión (mal asunto mezclar ambos temas), el Dr. Zaius, que contradice sospechosamente sus declaraciones.
La película, revisionada hoy, destaca por su interesante hilo argumental, causando una rara adicción a su desenlace por parte del espectador, que atónito y asombrado, casi ni pestañea. Es lícito decir que eso únicamente lo logran los films tocados por alguna varita mágica, que casi inexplicablemente, la dotan de un magnetismo y atracción propia de un clásico.
Su primera media hora tiene un personaje clave, el paisaje rocoso y desolado que reina en el lugar, ofreciendo una fotografía del todo fascinante. Tras la aparición de los simios, uno se percata del espléndido trabajo de maquillaje y efectos especiales que aguantan estoicamente el paso de los años, y que tan sólo algún tratamiento digital es capaz de mejorar. El desenlace del encarcelamiento y sus intentos de fuga son parte de la memoria cinéfila de cualquier amante del cine, y no parecen envejecer en absoluto, manteniendo toda la energía y tensión que en su día se palpaba, por no hablar del último fotograma, enmarcado ya en la historia como uno de los momentos más "shocking" del celuloide. Rodada casi íntegramente en California (Malibú), el poblado simio que se construyó tiene la peculiaridad de estar inspirado en el trabajo del gran Antonio Gaudí. Comentan que incluso su rodaje no estuvo exento de anécdotas graciosas, como que Roddy McDowall (el simio Cornelius) no se quitaba la máscara mientras volvía a casa tras la filmación, y se divertía asustando a los pobres californianos, todos espantados por haber visto a un simio conduciendo.
Jerry Goldsmith, el conocido compositor, quiso ponerse la máscara simiesca mientras creaba las sintonías, concienciado de que surgiría más certera su composición musical. En este aspecto, destaca una banda sonora avanzada a su tiempo, una composición atípica, a base de música electrónica.
El actor principal, Charlton Heston, hace gala de un divismo sutil, creando un personaje entre odioso y carismático que no desmerece al conjunto pero que baila peligrosamente entre la grosería y el machismo (sólo hay que ver su relación con la agreste morenita). Tal vez se deba a que Heston estuvo casi todo el metraje con gripe, empeorando incluso mientras le sacudían a manguerazos con agua fría, todo un castigo a su egocentrismo e incluso diría que pura ironía, ya que era un claro defensor del rifle y de la caza en la vida real. Película pionera en trasladar su éxito comercial al mundo del márketing, creando un sinfín de merchandising alrededor del film que engrosó notablemente sus ingresos, generando varias secuelas y series de televisión (todas de calidad inferior, incluso la de Tim Burton).
Como aspectos negativos, por buscarle alguno, diría que algunos espectadores puedan advertir un principio de cinta demasiado lento y no consigan engancharse a la historia. Sin embargo es a lo largo de esos minutos, nos invade la sensación de inmensidad a la que se enfrentan los recién llegados, donde el silencio es uno más de los protagonistas y solo la banda sonora rompe ese largo mutismo.
En definitiva, y sin alargarme más, se trata de un clásico meritorio lleno de intención y perenne hasta el fin de la humanidad, que esperemos, no sufra nada parecido.
El relativamente reciente estreno en nuestras salas de El origen del planeta de los simios, la primera entrega de la precuela de ésta versión del 68, confirma el interés y vigencia de un film que continúa siendo insuperable. Digna de enmarcar.

domingo, 23 de diciembre de 2012

EL HOBBIT : UN VIAJE INESPERADO (2012)

Primera de las tres nuevas y mastodónticas películas basadas en la novela de J.R.R Tolkien  "El Hobbit", conocido clásico literario previo a la colosal obra "El señor de los anillos".
Sin demasiadas novedades en el frente, y de nuevo bajo la batuta del neozelandés Peter Jackson, El Hobbit acarrea tras de sí un halo de proyecto maldito desde su concepción, ya que fue de mano en mano (en un principio, Guillermo del Toro era el elegido para dirigirla), se paseó varios años por las mesas de productores indecisos y ahora parece estar recibiendo un inesperado aluvión de críticas adversas a su paso, como si su estreno navideño hubiese sido algo precipitado.
La historia, bien conocida, versa sobre la figura de Bilbo Bolsón (eclipsado Martin Freeman), un aldeano de talla mediana (o sea, un hobbit) que, de manera fortuita y a regañadientes, se ve inmerso en una aventura junto al mago Gandalf (un siempre elegante Ian McKellen) y 13 valientes enanos. El pueblo de éstos fue atacado hace tiempo por un enorme dragón, el temible Smaug, que descansa allí desde entonces, en la denominada Montaña Solitaria, antiguo hogar del pueblo enano.
Como nos muestran en el excelente prólogo del film, el corajudo Thorin, hijo del rey enano, presencia como su padre es decapitado por un orco salvaje (y caucásico, para diferenciarlo bien), que continúa atemorizando la Tierra Media gracias a su ejército de horribles criaturas. Es entonces cuando Thorin, acompañado de sus 12 fieles compañeros, el mago y el aparentemente temeroso Bilbo, emprenderán un viaje para recuperar el hogar perdido, atravesando la Tierra Media y todos sus peligros (véase, Trolls, gigantes de piedra, wargos, trasgos, el orco caucásico, algunos orcos más y....ah sí, más orcos!!).

Una reunión inesperada
La película, como historia inacabada que es por el momento (más o menos nos deja a mitad de libro),  dificulta un análisis final más ajustado, ya que deberíamos esperar a ver como evolucionan sus dos secuelas en diciembre de 2013 y verano de 2014, respectivamente. Pese a eso, hemos decidido valorar individualmente esta primera parte que, por lo menos, ya deja bastantes señales claras de su estructura cinematográfica.

Es indudable que El Hobbit estira el fenómeno (por no decir la fórmula) de la exitosa trilogía previa, hábilmente, calcando su tratamiento de los personajes, ambientación, música, efectos e incluso recurriendo a aquella en algunos momentos del guión (ese -¡corred insensatos!- tan característico de Gandalf  o algún que otro "esperado" cameo, aparte de la criatura Gollum). Lo que no se consigue esta vez, pese a su empeño, ha sido transmitir esa sensación de opresión atmosférica que ofrecía ESDLA (incluso por momentos, cercana al terror, o sino, recordemos aquella portentosa presencia de los Nazgul), cuya magnitud de los acontecimientos estaba fuera de toda duda (la lucha definitiva contra el Mal en sí mismo gracias a un alegórico Sauron incorpóreo).
Aquí, la aventura de Bilbo Bolsón con los enanos (los cuales, para un servidor, carecen de la simpatía pretendida), no tiene un significado, digamos, trascendental, y se termina plasmando sencillamente como una travesía anecdótica y tímidamente peligrosa en la vida del hobbit, que por otro lado, y le pese a quién le pese (en este caso a mí) fue como Tolkien estimó que fuera en su famosa novela infantil.
A diferencia del libro, aquí ese componente candoroso acaba perjudicando seriamente a toda su esencia cinematográfica, que se convierte así en un cúmulo de secuencias con montaje de alto ritmo y frenesí infográfico (salí decepcionado del diseño tanto de los torpes y enormes Trolls, como del insufrible gran Orco de la papada y sobre todo, del atrófico diseño de los gigantes de roca, protagonistas de la peor escena del film).


Obviando sus bromitas de parvulario tan fieles al libro, el tono cómico predomina en gran parte del film (como odio esa tontería del origen del golf) y suaviza desmesuradamente la profundidad de la película, o dicho en otras palabras, aquí sale con vida hasta el apuntador, da igual qué horribles monstruos les acechen o qué accidentes sufran.
El inicio del film (su primeros 45 minutos, más o menos), son muy esperanzadores, con una excelente presentación de personajes y una soberbia explicación narrativa del porqué de la historia (hay profundidad de campo, un ejemplarizante uso del plano-contraplano en la escena de la mesa donde se organiza la pitanza y un gran uso de la luz dentro de la diminuta casa del hobbit). Incluso su estimulante interludio musical -sorprendentemente- sirve como antesala a una gran aventura, mostrándonos costumbres propias del pueblo enano.


Lo más difícil de disfrutar son sus siguientes más de 2 horas de proyección. Demasiados minutos presenciando secuencias aceleradas, todos corriendo arriba y abajo, con momentos superficiales (casi todos los minutos con los Elfos) e incluso aburridos (sobredosis de orcos con sus odiosos graznidos y de ingenuas batallas, tan estruendosas como interminables).
Con total seguridad, eso fascinará a un gran número de espectadores (que no a la crítica), sedientos por obtener su esperada dosis de imágenes de última generación tan propias de los "laboratorios Weta" Jacksonianos. Con sinceridad, y muy a mi pesar, no me encuentro dentro de ese afortunado grupo de degustadores, y mi decepción no ha encontrado consolación esta vez.
Me considero un firme defensor de la trilogía del anillo (sobre todo de la "Comunidad..."), y tal vez por eso no haya sabido absorver las brusquedades de un cambio de registro en la historia, que ahora me parece en exceso inocentona, algo engañosa y casi tramposa (no me convencen esos anzuelos constantes para reengancharnos, como la presencia "estelar" del anillo, las citas a Sauron y demás artimañas).
Quizá cuando tenga la ocasión de revisionar domésticamente las más de 8 horas del global (se me antoja duro a día de hoy) pueda alterar mi, por el momento, dañada opinión sobre esta nueva trilogía.
Con todo, "El Hobbit" es sin lugar a dudas una espectacular recreación del libro original, tremendamente vistosa y perfilada hasta el delirio, pero en cierta medida esclava de su propia estela y sin demasiada frescura en la plasmación de su historia (por momentos, parece un encargo a disgusto). Esperaremos, sin prisa esta vez, a comprobar si sus elementos toman mayor entidad al sumarle minutos, porque mientras haya vida, habrá esperanza...

lunes, 17 de diciembre de 2012

REBELDE SIN CAUSA (1955)

Jim (James Dean) llega bajo arresto a una comisaría de Los Ángeles, donde esperará a que sus padres le recojan, ya de madrugada. Su evidente embriaguez incomoda a la joven Judy (Natalie Wood), una adolescente que aguarda allí sentada a ser interrogada, tras escaparse de su casa en un infructuoso acto de rebeldía. Ambos comparten plano un instante. Un pequeño instante que, sin embargo, es más que suficiente para que sintamos su fuerte química dentro y fuera de la película.
Tras una emotiva confesión por parte de Judy al comisario Fremick, seremos testigos de un ejemplar uso de la profundidad de campo en la pantalla. A su derecha, y pese a estar separados por dos cristaleras, se observa de nuevo a Jim, que sigue ganándose reprimendas de los oficiales mientras está tendido sobre el sillón del limpiabotas. Acto seguido, y gracias a un extraordinario plano donde el scope deviene fundamental, descubrimos como ambos se perciben, se miran y se calibran, siempre dentro del mismo cuadro pero en distintos espacios, como enjaulados.
La entrada en escena de un joven llamado Platón (Sal Mineo) tampoco es casual. Un chico tímido que ese mismo día, el de su cumpleaños, ha decidido coger un arma y matar a unos indefensos perritos. Sus padres están divorciados y él se siente totalmente desatendido, con la única compañía de su cuidadora.
No es de extrañar pues, que en la escena en la que Jim le ofrece su chaqueta para que no pase frío, Platón se sitúe en medio de la acción, con Judy a su espalda, tras el cristal, y Jim delante, simbolizando en cierta manera, el calor de unos padres que nunca están.
El primer acto de “Rebelde Sin Causa” (de un total de 5 que comprenden el film) presenta a estos 3 personajes en una comisaría de madrugada, todos arrestados por conflictos paterno filiales y con un alto componente emocional de por medio.

 
El entrecruzado de sus historias se hace evidente gracias a unos planos compartidos, donde en un mismo marco se nos muestra a los tres jóvenes interactuando en diferentes espacios pero en un mismo instante (excelente cuando observamos desde el interior de la oficina a Judy, con Jim a su derecha y Platón a su izquierda).
En apenas 15 minutos de secuencia dentro de la comisaría, el director Nicholas Ray hace un uso espléndido de gran cantidad de planos diferentes, desde el plano detalle (el espejo que olvida Judy en su asiento) al plano general, pasando incluso por el plano a través de una mirilla, aprovechando el CinemaScope en toda su dimensión. De esta manera se consigue captar nuestra atención a tres historias que suceden en un mismo instante, mostrando en un sólo encuadre mucha información sobre el trío protagonista.
A partir de ese momento, sus historias coincidirán ya en el instituto, donde acompañaremos a Jim en su relación sentimental con Judy (tan apresurada e impulsiva como la época lo exigía), en sus continuos enfrentamientos con sus padres (frustrado por la figura de su progenitor, un hombre sometido a su mujer) o su especial ternura con Platón, al que trata casi como a un hermano menor. Tampoco faltarán sus conflictos con el típico grupo de gamberros, que tras llamarlo "gallina" (la censura no permitió que el término fuera "marica") lo metan de nuevo en problemas, como lleva haciendo desde hace algún tiempo, obligando a su familia a mudarse una y otra vez.
 
 
 
Trifulcas con navajas, carreras de coches y posesión de armas son algunos de los asuntos tratados en esta película icónica de Nicholas Ray, que catapultó a un afeminado James Dean (por eso lo llaman gallina, no porque parezca un cobarde) al nivel de actor de culto (aunque en mi opinión, es ciertamente exagerado, pues ni me parece tan buen actor como se suele decir, ni tan influyente como pudo serlo Marlon Brando).
De todas formas, sí es cierto que desprende un carisma bien peculiar, con una actitud entre ingenua y rebelde que justifica en parte su figura de icono generacional, transmitiendo un aire despreocupado que despertó a los adolescentes de los 50, convirtiéndose en un referente a imitar (role model). Con sólo 24 años, el llorado actor falleció un mes antes de su estreno en un accidente de coche, convirtiendo este film en un trágico presagio (impagable el contenido adicional del DVD donde, en plan anuncio, Dean alerta de no conducir rápido por la autopista...).Planteada en un principio en blanco y negro (con carácter económico, no artístico), finalmente se rodó en color (más concretamente en "WarnerColor"), hecho que el director de Johnny Guitar (1954) utilizó con maestría, acudiendo como siempre hacía, al fuerte rojo en fondos negros (los labios y abrigo de Judy, la chaqueta de Jim, las ropas negras de los gamberros..)
En sí, el film plantea 3 enfoques distintos de la paternidad y sus dificultades. En Jim el problema recae en la figura desdibujada de su padre, un tipo sometido a su mujer y sin una opinión propia (incluso le ponen un delantal florido para que nos demos cuenta), que queda bien lejos de lo que el chico necesitaría como modelo a seguir.En el caso de Judy, ella no encuentra el cariño necesario en su padre, un señor que ignora su acercamiento amoroso (eso sonaría algo extraño en nuestros días) e incluso la insulta, diciéndole "¡¡pareces una cualquiera!!". El caso de Platón es el más complejo de los tres, pues pese a ser un chico de familia adinerada y vivir más cómodamente que ninguno, se encuentra sin amigos, con una ausencia paterna importante y bajo las órdenes de una señora sobreprotectora (y algo cansina).
Su obsesión por la figura de Jim alcanza un nivel preocupante, diríase casi homosexual, y desemboca en un suceso trágico, como era de suponer.
Destacar que el film está meticulosamente cuidado a nivel técnico (pese a diminutos errores de raccord), y nos deja un plano fenomenal a mitad de cinta digno de mención. En una escena en la que Jim se recuesta en el sofá, con la cabeza boca abajo, se nos muestra un plano de 360º (foto inferior), siguiendo la mirada de Jim, que se reincorpora y da lugar a la escena más dramática de la cinta, como si ese cambio de visión no sólo afectara a la cámara, sino también a nuestros protagonistas.
Pero también hay tiempo para lo menos acertado. De entrada, las edades del reparto levantan algunas sospechas, pues no cuadra con sus perfiles. Jim está en el instituto (Dean tenía 24 años), Judy más de lo mismo (ella tenía 17), y el "pequeño" Platón, 16, algo un poco forzado si nos ponemos quisquillosos.
 
 
En tan sólo 2 días, Judy perderá a su novio, la arrestarán y se enamorará perdidamente de Jim (lo ama locamente en menos que canta un gallo), pero no parece ser coherente en sus actos (llora por una discusión pero no derrama ni una lágrima por su recientemente fallecido novio).
Jim aparece borracho en la primera escena, pero se le pasa en pocos minutos, volviendo a un estado de intermitente embriaguez en el transcurso de la escena. Además se pasa el resto del film bebiendo leche, algo que no es demasiado propio de un "alcohólico"que digamos.
Tampoco sería justa la escena de la carrera de coches, donde hay que saltar del mismo antes de llegar al barranco, pero la distancia entre los automóviles no deja el suficiente espacio para que uno de ellos salga ileso (de hecho, así es).
Así pues, "Rebelde sin causa" es un film más conservador y moralista de lo que parece, y su telaraña argumental, aunque muy bien trazada, está algo desfasada hoy en día. Aún manteniendo su esencia muy vigente (la rebeldía, huir de casa, el amor incauto..), no significa ya nada parecido a lo que sugirió en su día, perdiendo mucho fuelle.
 
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