martes, 25 de junio de 2013

CONFESSION OF MURDER (2012)

Entre 1989 y 1990, un escurridizo asesino en serie se las ingenió para acabar con la vida de 10 mujeres a pesar del acoso policial al que se vio sometido, en especial por parte del insistente detective Choi Hyung Gu (Jung Jae-young) al cargo del caso, quien a punto estuvo de atraparle antes de que desapareciera definitivamente todo rastro de él. Han pasado más de 15 años desde entonces y los crímenes ya han prescrito según la ley coreana. De forma sorprendente hará aparición Lee Doo Suk (Park Si-hoo) quien confiesa ser el autor material de los asesinatos aprovechando la presentación de un libro que ha escrito donde explica con todo lujo de detalles lo acontecido al respecto del caso, convirtiéndose al instante en un éxito de ventas sin precedentes. Esta situación creará un enorme revuelo en la sociedad, por un lado los familiares de algunas de las víctimas que verán la oportunidad de vengarse del asesino que les arrebató a sus seres queridos, la obsesión casi enfermiza para tomarse la justicia por su mano del detective Choi al revivir toda la frustación que le dejó el no poder atraparle nunca, así como la interesante reacción de los medios de comunicación y el público en general, con todo un debate alrededor de si es lícito que un asesino confeso pueda campar a sus anchas y goce de total impunidad.
Uno de los mejores momentos en la escena inicial...
Asesino y policía cara a cara...
El arranque no puede ser más prometedor, con un inicio de auténtico vértigo mediante una secuencia que recuerda algunos de los brillantes momentos de un filme como Memories of murder (2003), con 10 minutos magistrales bajo una tenaz lluvia en los que asistiremos a una intensa, desesperada y adrenalítica persecución entre Choi y el misterioso asesino enmascarado. Sin embargo ese tono tan oscuro y espléndidamente filmado (las escenas con cámara subjetiva son realmente notables), entramos en un relato con tramos rodados de forma mucho más convencionales, y que acusa algún altibajo narrativo también. Afortunadamente gracias a ciertos giros sorpresivos del guión logran mantener el suficiente interés para seguir su desarrollo sin problema (debo evitar algunos comentarios que haría al respecto para completar mi análisis, por no desvelar algunas de sus mejores armas). Otro punto que no termina de funcionar son las puntuales persecuciones al volante que cada cierto tiempo toman el control de la película, tan y tan pasadas de vueltas que terminan por desequilibrar una película que podía haber dado para bastante más de haber seguido fiel a sus primeros pasos. Estos momentos de acción desenfrenada son más propios de una saga tipo Fast&Furious (auténticas fantasmadas, pero bastante bien rodadas aquí también, todo hay que reconocerlo) que no del teórico thriller que tenemos entre manos.
Una de esas persecuciones totalmente desfasadas...
La prensa acosando sin ninguna sensibilidad...
La película en términos generales es resultona y funcional, utiliza la historia de fondo del asesino en serie, que tan bien ha funcionado en otras producciones coreanas, para atacar la falta de sensibilidad de la sociedad en general y el sensacionalismo desmesurado que impera en los medios de comunicación, que hacen del "todo vale" su único principio con tal de lograr unas buenas audiencias. De esta forma, sorprende ver auténticos clubs de fans que se desviven por seguir al arrepentido asesino allí donde va, animándole y montando shows como si de una mediática estrella de rock adolescente se tratara. Obviando su turbio pasado, la sangre inocente que mancha sus manos, simplemente por su belleza y carisma. Tampoco se quedan atrás los medios de comunicación, como ya retratara el genial Billy Wilder en El gran carnaval (Ace in the Hole,1951), que aquí no tienen inconveniente en prestarse al juego del asesino con tal de salir ganando.
El punto de partida es interesante, atisbamos un prometedor duelo particular entre Choi y Lee con muchas cuentas pendientes que saldar, y ambos actores ofrecen un más que correcto papel para hacer creíbles sus respectivos roles. Sin embargo, el hecho de que varios personajes secundarios están poco logrados (algunos de los familiares de las víctimas, por ejemplo) dejan algo huérfana a la cinta en este sentido y junto algunas ligerezas de su guión, no permiten que alcance cotas mayores. Con todo, resulta una propuesta apreciable para pasar un buen rato, pero que por su falta de una mayor consistencia poco después de terminarla puede resultarnos olvidadiza, tendremos que esperar otra ocasión para descubrir otro de esos thrillers coreanos que nos pongan la piel de gallina como The Chaser o I saw the devil, seguiremos buscando...


sábado, 22 de junio de 2013

LA MUJER PERFECTA (2013)

Cuando Adrián me desveló el título de su reciente cortometraje "La Mujer Perfecta",  automáticamente me vinieron a la cabeza los infartantes contoneos de la Bo Derek en su película con Blake Edwards. Sin embargo, achaques de la edad al margen, el trabajo del joven Adrián nada (o más bien poco) le debe a dicho film de 1979. A lo sumo, un par de accidentales coincidencias.
Un hombre en la búsqueda desesperada de la mujer ideal, acaba sufriendo el posterior desenlace caótico, totalmente inesperado (o no) del que aprenderá cual sería el destino de sus actos.
Bajo un telón apocalíptico en un inminente futuro distópico (año 2025), Carlos (Óscar González) aún lamenta la reciente pérdida de sus padres. Angustiado y solitario, pasa las horas sentado en el sofá viendo la televisión para evadirse, cabeceando y sin importarle en demasía las continuas amenazas de desahucio que le sobrevuelan (en ese futuro los banqueros son ya meros mafiosos desenmascarados).
Atraído por una noticia sobre un fármaco capaz de resucitar a los muertos, la "Colisteína", Carlos decide jugar su última carta: recuperar la compañía femenina que tanto añora desde que su madre murió [...].
Tras hacerse con un frasco del citado medicamento gracias a un camello de confianza (el propio Adrián, en una aportación de involuntarios tintes Tarantinescos), se decide a conseguir a su "mujer perfecta", aunque para ello deba matarla primero.

Carlos atento a la noticia televisiva que cambiará su vida para siempre
Dispuesto a todo para satisfacer su capricho
La víctima (Mireia Pascual), una chica afín a la figura materna de Carlos, fallecerá al ser atropellada por éste, para ser revivida poco después cual novia de Frankenstein, convirtiéndose así en una especie de zombie a priori inofensivo, capaz durante un tiempo de propiciar a nuestro protagonista momentos de ternura, compañía e incluso sexo necrófilo para el regodeo del respetable. Lamentablemente nada dura para siempre, y el plan de Carlos no tardará en truncarse.
El film de mi ya ex-compañero de estudios cinematográficos Adrián Roldán, propone un cóctel de cinefilia comedida (no hay abuso de referencias como suele haberlo en estos casos, salvando el simpático guiño a Re-Animator), pero sí se desvela deudor de las recientes (que no nuevas) tendencias del género. Se suma al últimamente tan en boga clima apocalíptico en el cine (Los Últimos días, Oblivion, After Earth, todas de 2013), al delirio "living dead" (The Walking Dead, Guerra Mundial Z, Evil Dead), o incluso a las relaciones amorosas entre muertos y vivos (Memorias de un zombie adolescente, The Revenant...).

Carlos cenando con su "experimento zombi"
Recuperando la felicidad perdida

Sin embargo, intenta brillar con luz propia debido a su sobriedad en la propuesta, esquivando la broma fácil en todo momento y adquiriendo un tono inquietantemente serio dentro de un rigor formal tan apropiado como acertado. Sin duda, la coherencia entre fondo y forma es el punto fuerte del cortometraje, pues la historia que cuenta es en realidad terrorífica y su puesta en escena consecuente, sin veleidades gratuitas de estilo (con planos desde el suelo y algunos primeros planos realmente magníficos).
También ofrece riqueza en sus segundas lecturas, tales como la difícil psicología del personaje central y su latente complejo edípico (que lo lleva a comportarse como el mismísimo Norman Bates), los peligros de la soledad, con sus caprichosas consecuencias (Carlos rápido vuelve a ser el chico feliz que antes era mientras obtiene lo que ansía) o las ironías propias de la vida, que casi siempre te coloca en el lado opuesto para aleccionarnos en nuestra vanidad (como demuestra ese final tan catártico y brillante).

"La Mujer Perfecta" empieza a descarrilarse
Por contra, posiblemente La Mujer Perfecta sea algo más irregular a la hora de ahondar en las pulsiones macabras del protagonista (no se empatiza con él del todo porque no sabemos muy bien qué lo impulsa), no acierte en su total construcción psíquica (un personaje tan complejo necesitaría más tratamiento, o sea, más metraje) o presente pequeñas asperezas en su traslación fílmica (algunos arreglos de sonido como el del anuncio de estética, puntuales escenas innecesarias -esa especie de cobradores malvados de desahucios- o algunas interpretaciones desprovistas del suficiente verismo).

Al límite
Con todo, el trabajo de Adrián (y su equipo) acaba resultando estimable, dotado de un conseguido trasfondo inquietante y repleto de intenciones loables, propias de un autor con mayor experiencia, lo que argumenta mucho a su favor.
Seguiremos pues de cerca los futuros proyectos de la productora "Les Pitjeurs", así como la escuela que tanto nos ha enseñado a ambos, La Casa del Cine de Barcelona.
Aquí os dejamos el link para que podáis disfrutarlo, ahora en la que sería la "versión del director" e incluso con sus tomas falsas. A disfrutar.


Y las tomas falsas aquí :


martes, 18 de junio de 2013

PHENOMENA: FINAL TERCERA TEMPORADA

Se nos ha pasado volando de nuevo y nos encontramos a punto de cerrar la tercera temporada de Phenomena, parece que fue ayer cuando abría en el Cine Comedia con El planeta de los simios y Por un puñado de dólares, pero ha habido muchos momentos de buen cine a lo largo de estos más de seis meses, con sesiones variadas para todos los gustos. Un año en el que el público femenino ha tenido alguna sesión especialmente dedicada para ellas, con la San Valentin Experience y dos filmes tan románticos como Pretty woman y Dirty Dancing.
También ha habido sesiones de pura adrenalina con los grandes pesos pesados del cine de acción de los 80, Arnold-Sylvester o Stallone-Schwarzenneger, como queramos ordenarlos. Máximo riesgo y Mentiras arriesgadas, quizás las que podríamos considerar sus últimas grandes películas y que nos hicieron vibrar en el Palau de Congressos de Catalunya, uno de los mejores descubrimientos del año por su gran capacidad y enorme pantalla, que nos ha hecho más llevadero el perder el Cine Urgel como la sede tras las dos primeras temporadas (snif!).
Otra de las sesiones inolvidables fue la vivida con El chip prodigioso y Willow, películas con pequeños protagonistas pero que lucieron enormes en la gran pantalla tantos años después. O la Phenomena Rock Concert, con tres títulos musicales que marcaron la que sería una larga maratón de cine, aunque no tan larga como la vivida con Take Two en la que algunos de los valientes asistentes aguantaron 4 del tirón... Y no menos brillante la sesión con el gran sentido del humor de El jovencito Frankenstein y La vida de Brian.
Tras despedir la primera temporada con ‘Regreso al futuro’ y ‘E.T.’, y cerrar la segunda con ‘Dentro del laberinto’ y ‘Poltergeist’, estaba claro que Phenomena Experience iba a echar la casa por la ventana para mantener el listón muy alto en la clausura de su tercera temporada. Y lo hace con un programa doble que supera todas las expectativas: ‘Arma letal' (Richard Donner, 1987) y ‘Depredador’ (John McTiernan,
1987). Dos de las películas más importantes del cine de acción de los ochenta que cuentan, además, con el sello del visionario productor Joel Silver, cuyo nombre se esconde tras éxitos como ‘Matrix’ o ‘Jungla de cristal’. Una sesión de alto voltaje que se podrá ver el próximo 28 de junio en el Palau de Congressos de Catalunya, en Barcelona.
En ‘Arma letal’, Mel Gibson consiguió uno de sus personajes más divertidos como el loco agente Martin Riggs, que tan buenos momentos nos ha brindado junto al inseparable Danny Glover. Arnold Schwarzenegger cambia la ciudad por la jungla en ‘Depredador’, una saga convertida ya en historia del cine sobre todo gracias a la monstruosa criatura creada por Stan Winston e interpretada, en varias secuencias, por un jovencísimo Jean-Claude Van Damme que abandonó el rodaje al saber que no se le vería la cara bajo aquel impresionante disfraz. La caza ha empezado.
La sesión tendrá lugar el viernes 28 junio en Barcelona, en el Palau de Congressos de Catalunya a las 20h, V.O.S.E.

Butacas numeradas: 9 €
Butacas sin numerar: 8 €

La venta de entradas sólo en Atrápalo a partir del 18 de junio, a las 18 h en el link siguiente:
www.atrapalo.com/entradas/phenomena-clausura-arma-letal-depredador_e79675/

lunes, 17 de junio de 2013

PHENOMENA: EL SANTO + APOCALIPSIS CANÍBAL (14-6-2013)

El sello Grindhouse en las sesiones de Phenomena, siempre ha sido un reducto para todos aquellos cinéfilos a los que el disfrute de una película no lo asocian necesariamente a las grandes producciones, ni a la presencia de destacados actores (ni actores como tales podríamos llegar a decir), mucho menos de lujosos efectos especiales, decorados creíbles, obras donde la presencia de un guión o montaje minimamente coherente tampoco es un prerequisito para evitar pasar un buen rato. Todo aquel que no cumpla con la mayoría de estos puntos antes expuestos, se arriesga a querer arrancarse los ojos ante la incredulidad de algunas producciones, ya no de serie B, sino más bien de serie Z, que nos han llegado a ofrecer en más de una ocasión. Este pasado viernes los Cinemes Girona contrastaban por coincidir en sus salas dos eventos antagónicos si cabe; por un lado se celebraba la 1ª edición del Festival de Cinema Alemany, denotando un cierto "glamour" entre los asistentes y una programación de otro calibre. A la misma hora también se citaba un buen número de asistentes ávidos por disfrutar de una propuesta terriblemente gamberra y no apta para todos los públicos mediante dos títulos sacados de las catacumbas cinematográficas: una de las muchísimas entregas de El Santo y el gore de Apocalipsis caníbal.
Algunos de los espectadores del Festival de cinema Alemany a punto estuvo de confundirse de sala y habría sido todo un espectáculo ver sus caras al descubrir lo que se cocía en la Sala 1. De entrada y para calentar el ambiente, cabe destacar el espectáculo que nos brindó Lo Perico Enmascarat, un "individuo" ataviado de luchador mexicano haciendo gala de una total desinhibición y un gran sentido del humor que le valió ganarse al público al momento, y que nos dejó algunos momentos para el recuerdo en precario equilibrio subido a las butacas de la sala o soltando algún chiste digno del mejor Cálico Electrónico. Impagable experiencia. Acto seguido Nacho Cerdà pasó a comentar por encima los dos títulos que se iban a proyectar, introduciendo para los neófitos al personaje de "El Santo", mítico en su país, donde rodó más de 30 filmes dando vida a este peculiar superhéroe, que tanto su hijo como su nieto han querido perpetuar siguiendo sus pasos en la lucha libre. Asimismo tuvimos una buena ración de tráilers de época, algunos de los cuales eran totalmente descacharrantes como En busca del huevo perdido (1982) con la presencia de las insufribles hermanas Hurtado entre muchas otras "glorias", una muestra del cine más casposo que dio durante muchos años el cine español (os invito a echar un vistazo por YouTube y ver algunas imágenes para intentar dar crédito).

Luchando para entrar en la sala contra un grandísimo enmascarado...
El primer plato de la noche era La venganza de las mujeres vampiro (1970), película que en cierta manera puede recordar a los seriales de Batman de los años 60, con un superhéroe ayudando a la policía a resolver todo tipo de crímenes, pero con un par de vueltas de tuerca de más (o tres). La enorme popularidad de la lucha libre en el país propició que Rodolfo Guzmán Huerta (alias Santo, el enmascarado de plata, uno de los mejores luchadores de la época), pasara a convertirse en "estrella" de cine rodando multitud de entregas encarnando a este personaje, enfrentándose a todo tipo de peligros, a cual más delirante. De esta manera, el Santo llegaría a plantar cara a delincuentes varios y también a seres sobrenaturales, como los vampiros en la entrega que comentamos (o momias, zombies, hombres lobos y muchos otros...), dando lugar a todo una suerte de situaciones rocambolescas, imposibles y desternillantes gracias a unos guiones de risa, unas frases lapidarias por parte de Santo y las limitaciones de unas producciones de bajo presupuesto más voluntariosas que bien hechas, pero que vistas con la perspectiva adecuada se convierten en piezas para el delirio del cinéfilo más abierto de miras.

Con este fantástico efecto especial nos presentan al vampiro... ¿cómo os habéis quedado?
El Santo... pensativo antes de soltar una de sus lapidarias parrafadas...
Risas y más risas logró arrancarnos a todos los presentes con algunos momentos para el recuerdo, -la novia del policía disfrazada con unas gafas gigantes, el Santo disertando acerca de la ciencia y la muerte, las vampiras bailando sin ningún sentido antes de esconderse sin explicación alguna en sus ataudes y un largo etc- fueron recompensa suficiente.
La segunda película que nos esperaba lograría a la postre elevar a la anterior a la categoría de obra maestra, luciendo infinitamente inferior en todos los aspectos...pero no avancemos acontecimientos y pongámonos en situación. Para rematar la sesión llegaba Apocalipsis caníbal (1980), filme de Bruno Mattei y que puede llegar a confundirse con otro de idéntico título y año de producción pero firmado por Antonio Margheriti.

Fueron unos años plagados de coproducciones hispano-italianas, donde llegarían a rodarse un buen numero de interesantes películas de la mano de directores como Lucio Fulci o Amando de Ossorio, que supieron sacarle el mejor partido posible a unos presupuestos ridículos gracias a una gran inventiva y su buen oficio. Es innegable la enorme influencia que tendría el filme La noche de los muertos vivientes (Night of the living dead, 1968) de George A. Romero, dando lugar a toda una serie de obras que explotarían el fenómeno zombie, logrando un buen resultado en algunos casos, otros trabajos menos afortunados y muy al final de la cola podríamos situar esta obra de Mattei. Vista hoy en día resulta casi imposible tomársela mínimamente en serio, pero la buena predisposición a sacar partido de sus muchas flaquezas para reír a pierna suelta e ir comentándola con los amigos, han hecho de ella un filme inolvidable (difícil de borrar de nuestras retinas algunas de sus imágenes). La historia presuntamente nos sitúa en Nueva Guinea donde una planta de investigaciones químicas llamada Hope I, de forma accidental deja escapar un gas tóxico que irá convirtiendo a los muertos en unos zombies ávidos de carnaza humana.

Uno de los del equipo especial jugando con los zombies (literalmente...)
Pongamos unas tetas, que al menos el personal por unos momentos se olvidará del resto...
Y para darle algo de juego al asunto, tenemos a una especie de grupo de asalto (cuatro amigos en mono azul que dejan al Equipo A como auténticos gentleman) que intentarán solventar el problema (todavía no he entendido como). Lo más curioso del tema es que su rodaje tuvo lugar en Barcelona y sus alrededores, por lo que ya podéis imaginaros lo lograda que está la ambientación de la densa selva de Nueva Guinea. Una planta que realmente está ubicada en Badalona, una embajada de los Estados Unidos que se ubicó en el Palau de Pedralbes o una densa selva que tuvo lugar por Collserola o el Parc del Laberint, dan como resultado una producción penosa en todos los sentidos, pero divertida por eso mismo. Vista la limitación económica, para generar la ambientación adecuada, el director se sirvió de metraje de documentales, los más celebrados por el público los de animales. No importaba que pasara en pantalla, cada dos por tres veíamos un mono saltando de una rama a otra, unos salvajes remando en un río, ritos funerarios varios, un pájaro pescando o unos elefantes africanos corriendo por la Sabana (espera... ¿no estábamos en Nueva Guinea?... da igual, pégalo después del guepardo...).

Uno de los pocos buenos momentos nos los regala el niño zombie...
La película carece de un montaje coherente y nos pondrá a prueba en más de un momento (¿la pistola no la tenía el otro hace un momento?... bueno, tira millas, oye...), el maquillaje es de risa (hay extras que hacen de negros que ni lo son y algunos zombies simplemente llevan pintada parte de la cara), las actuaciones son de broma e incluso en algunos planos hay zombies no pueden evitar troncharse ante lo lamentable de la situación. Por cierto, tiene una escena con un destape completamente gratuito (pero muy de agradecer) de los pechos de la protagonista. Todo ello hace de la película una experiencia digna de ser vivida a pesar de la vergüenza ajena que nos pueda invadir en algún momento. Pero esto es puro Grindhouse, ¿que os esperabais? Y a los que nunca habéis ido a una de estas sesiones, solo me queda que animaros para que viváis una sesión que recordareis mucho tiempo...

sábado, 15 de junio de 2013

EL CALLEJÓN (BLIND ALLEY) (2011)

Irregular ópera prima del cineasta y crítico cinematográfico Antonio Trashorras (habitual de Fotogramas y director del sello Hill Valley, donde colabora, entre otros, con la troupe de "muchachada"), que nos provoca un sabor final agridulce pero que también sabe jugar con algunas coordenadas interesantes, y según parece, injustamente menospreciadas.
El Callejón se paseó sin pena ni gloria por el Festival de Sitges de 2011, donde se me escapó por problemas logísticos pero que me estimuló en buena medida como para recuperarla más adelante. Su reciente edición en DVD y las terribles valoraciones de público en contraposición con las templadas opiniones de la crítica profesional fueron excusas más que suficientes como para llamar mi atención y poder (al fin) salir de dudas por mi mismo.
La premisa que propone Trashorras es bien sencilla. Rosa (una Ana de Armas con sinuosas "aptitudes" pero sobreactuada e insufrible por momentos) se ve obligada a hacer una colada en plena noche y como no, en un callejón oscuro y mugriento como pocas veces hemos visto. La entrada en escena de un asesino, digamos, poco convencional que andaba por ahí, acabará por convertir la velada en una auténtica pesadilla para Rosa, que a su vez, se verá forzada a encerrarse en la lavandería para sobrevivir (luego abordamos esto).
Una vez centrifugada y asimilada del todo, llego a la conclusión de que El Callejón quizás hubiese funcionado mucho mejor como un intenso mediometraje o incluso como cortometraje, por las obvias limitaciones de guión, véase, asesino acosa chica.
Rosa en el piso superior soñando con dejar ese trabajo y convertirse en actriz
Adentrándose en el Callejón en plena noche
Si le restamos sus escenas menos fértiles (el absurdo yonki, la horrorosa presentación del personaje principal y algún inoportuno bailecito), la cosa se reduce a un pseudo-conseguido acoso entre asesino y víctima pretendidamente indefensa (despojada de muchas cosas, entre ellas el móvil).
El mayor problema del film es cargárselo a la espalda a la actriz equivocada. Como he dicho antes, la protagonista cubana Ana de Armas da el pego como chica hermosa de labios carnosos que se contonea y provoca cosquilleo sexual en el espectador (o espectadora), pero su aportación se ve reducida a una serie de muecas ensayadas que no alcanzan a transmitir lo pretendido.

Intranquila pero preparada con su repelente de pimienta...
El fallido onirismo, la presencia de clichés de lo más previsibles (ese personaje que recoje monedas....¡venga va!) o la irremediable sensación de falsedad global (ese callejón "hecho a medida" sacado de un vídeo de Michael Jackson) nos hacen concebir la película como un ejercicio para pasar el rato sin otorgarle otra pretensión de mayor calibre.
Pero no acaba aquí la cosa. También hay lugar para partes realmente sonrojantes, como el penoso recurso de la pastilla para dormir y su posterior despertar "adrenalínico" (ver para creer), la insulsa historia con su hermana (subrayado tras subrayado) o esos fugaces toques pulp tanto en los créditos como puntualmente dentro del film.

Rosa pide auxilio para ella y para su hermana, ambas en peligro
Por contra, y para ser honestos, debemos reconocerle también sus aciertos a la película. En primer lugar, su manejo de las cámaras HD, con colocaciones y planos muy acertados (algunos increíbles) que exprimen las posibilidades de la alta definición y convierten el visionado en una placentera experiencia visual.
En segundo lugar, valorar en su justa medida la actuación (este sí) tan destacable de Diego Cadavid, que infunde a su personaje una difícil mixtura entre locura y candidez realmente creíble.
Otro punto y a parte para el tratamiento de la fotografía, por momentos soberbia, que logra unas texturas tenues e idóneas para la ocasión y que, pese a la sensación de constante fake, le sientan tan bien al film del madrileño.
Los ecos a De Palma o incluso al Fleischer de El Estrangulador de Rillington Place (el manejo de las pantallas splits, foto inferior) son refrescantes sin llegar a cansar, y sin duda reflejan el bagaje cinéfilo que Trashorras posee.
El recurso de la pantalla fraccionada, aquí jugado con maestría
Ya ensangrentada, paralizada y como no, en sostén
Por último, algunos momentos de tensión conseguidos (el juego de las llaves, excelente) y ese twist fantástico que da un volantazo de género y que debo confesar, no esperaba (y que por supuesto no desvelaré como lamentablemente hace la portada del film en USA) hacen de este film una ópera prima con aciertos intermitentes pero del todo apetecible, y sin duda disfrutable, aunque no sea un slasher como erróneamente se publicita.

miércoles, 12 de junio de 2013

EL HÉROE ANDA SUELTO (TARGETS) (1968)

A partir de los años 50 el modelo tradicional de cine americano se vio abocado a un cambio por diferentes motivos. Por un lado tras muchos años de lucha, en 1949 un fallo judicial confirmó que las grandes Majors estaban infringiendo la ley antimonopolio en la industria del cine, al controlar todos los procesos desde la producción, la distribución e incluso la exhibición en las salas de cine. Viéndose obligados a partir de ese momento a desprenderse al menos de uno de esos ámbitos, cedieron el de la exhibición en salas dando un punto de libertad al sistema que hasta ese momento no existía. Otro factor que iba a modificar los hábitos de los espectadores sería la llegada del televisor a lo largo de esa década a los hogares americanos, perdiendo la exclusividad que hasta el momento habían tenido los cines como único medio para ver películas. Sin embargo, los grandes estudios movieron ficha para hacer más atractiva la experiencia de ir al cine, llegando los años de las grandes producciones y los nuevos formatos panorámicos para dar un valor añadido a las grandes pantallas de las salas. También aparecieron los drive-in, los cines al aire libre en los que familias, amigos o parejas iban a disfrutar de una película desde la privacidad de su propio coche, y que en el filme que trataremos a continuación tiene un papel destacado. Años más tarde en los 60, el modelo de trabajo Hollywoodiense iba a entrar en crisis y se empezaría a gestar lo que se denominó com el New Hollywood, con la llegada de una nueva oleada de directores (George Lucas, Spielberg, Coppola, Scorsese...) que supieron darle un nuevo aire al cine con sus trabajos. Asistimos también a la aparición de producciones de bajo presupuesto que se convirtieron en míticas (como Easy Rider que costó solo 400.000$ y recaudó más de 60 millones), en las que se trataban historias que hacían hincapié en las inquietudes que el ciudadano americano tenía por aquel entonces, usando un nuevo enfoque y lenguaje cinematográfico que el visto hasta entonces de la mano de los directores clásicos.

Orlok agotado escuchando su agenda de mano de su asistente...
Sammy Michaels intentando convencer al veterano actor para que no abandone el cine...
Un punto interesantísimo y que merece ser comentado por como resultó de clave en la gestación y el resultado final en la concepción del filme de hoy, es quien estaba detrás del proyecto. Nada más ni nada menos que Roger Corman, ejerciendo funciones de productor aquí, le ofreció la oportunidad a Peter Bogdanovich para dirigir su primera película -posteriormente destacaría con La última película (The Last Picture Show, 1971) o Luna de papel (Paper Moon, 1973)-. Sin embargo tendría que aceptar unas duras condiciones si quería gozar de esa oportunidad: Contaba con un reducidísimo presupuesto de tan solo 125.000$, tenía que reaprovechar material de una película antigua de Corman, El terror (The terror, 1963), y podía/debía contar con Boris Karloff, quien había terminado un trabajo con Corman pero al que aun le quedaban unos pocos días antes de que expirara la fecha límite de su contrato, por lo que solo podría trabajar con él hasta entonces. A pesar de estas dificultades aparentes para conjugar todos estos elementos, Bogdanovich supo encontrar una hábil forma de darle sentido y además convertirse en un auténtico homenaje a una de las figuras clave del cine de terror clásico.

Escena de una aparentemente familia feliz...
La historia nos presenta a Byron Orlok (Karloff) un mítico actor octogenario cuya carrera le ha encumbrado como una de las grandes figuras del cine de terror clásico, y que tras haber rodado su última película, decide retirarse de forma definitiva del cine al ser consciente de la baja calidad de los últimos proyectos en los que se ha visto embarcado, y porque la realidad de la sociedad actual supera con mucho los terrores y miedos sugeridos en sus películas -Soy un anacronismo que debería estar en un museo- llega a confesar para justificar su decisión. Sin embargo, un joven director llamado Sammy Michaels (el propio Bogdanovich), ha trabajado en un guión que puede venirle como anillo al dedo a Orlok y tratará como sea de convencer al anciano actor por el que siente una gran admiración, para que acepte el trabajo y además de vuelta atrás a la decisión de no asistir esa misma noche a dar un breve discurso en un drive-in donde se va a proyectar su último trabajo.

Gran guiño con Karloff asustándose de su propio reflejo en el espejo...
Paralelamente, Bogdanovich nos introduce una segunda línea argumental que a priori nada tiene que ver con la anterior, donde pretende explicarnos la historia de Bobby Thompson (Tim O´Kelly), un personaje basado en la persona real de Charles J. Withman, un estudiante de la Universidad de Texas, ex-marine para más señas, que armado con un rifle de francotirador sembró de víctimas un campus universitario (lo que comentábamos del nuevo cine que tocaba hechos que preocupaba e interesaba a la sociedad del momento). De igual forma, asistiremos a las andaduras de este joven veterano de Vietnam que encarna el puro terror en sí mismo, al tratarse aparentemente de un joven de clase media-alta de la sociedad americana sin problemas, pero una bomba de relojería como se demostraría más tarde.

Bobby Thompson a punto de empezar a sembrar el terror...
La película se puede analizar a múltiples niveles y es interesante desglosarlos. Por un lado el ejemplar homenaje que el director sabe rendir tanto a la figura de Karloff (prácticamente la única diferencia entre él y Orlok, aparte el nombre, sería que el actor británico no se llegó a retirar como aquí sí ocurre y aun rodaría un par de filmes menores posteriores a Targets antes de morir). Pero sin duda alguna esta obra serviría como merecido homenaje a una de las más grandes figuras del género del terror. Podemos hacer extensivo este homenaje al cine de terror clásico, del que certifica de cierta manera su defunción aquí (merced de las escenas que se insertan de The terror a lo largo de su metraje y la presencia de un agotado y octogenario Karloff), para dejar paso al nuevo terror que se instauraría a partir de ese momento en el cine, más cruento y realista (aquí de la mano del personaje de Bobby Thompson). Dejando atrás -con permiso de la Hammer- los tenebrosos y oscuros castillos góticos, las criaturas creadas por los mad doctors como Frankenstein, mitos clásicos como la Momia, Drácula o El hombre lobo. Llegaba la era de un terror mucho más cruel si cabe, un terror cotidiano y real que podía asestar un golpe terrible e impredecible de la mano de cualquier ciutadano de a pie.
También se puede llegar a ver el filme desde cierto punto de denuncia y hacer reflexionar a los espectadores del porque de la aparición de fríos asesinos como Thompson en la vida real.
El filme funciona con ambas historias trabajando en paralelo, aparentemente del todo inconexas y dificilmente conciliables, sin embargo el inteligente guión sabe combinarlas perfectamente para alcanzar un largo clímax final, tenso, angustiante y lo mejor de todo, muy redondo. Es innegable el excelente ritmo e interés de ambas, como el contraste que suponen una y otra en todo momento. Ese tira y afloja entre Orlok y Sammy, en una "simpática" historia del cine dentro del cine que deleitará a todos los fans del séptimo arte y en especial a los que como un servidor tienen en la figura de Karloff uno de sus grandes referentes cinematográficos; mientras que la linea argumental de Bobby Thompson se va tornando cada vez más oscura y fatalista a medida que avanzan los minutos, en los que asistimos como mudos testigos a su creciente locura. Un choque entre lo fantástico y lo real podríamos decir. La película tiene grandes momentos que se me han quedado grabados en la retina: como la escena sobrecogedora de Bobby disparando en la autopista, donde se muestra despreocupado y frío ante los actos que está a punto de cometer, tomándose un refresco y unas chocolatinas antes de empezar a disparar sobre los coches que circulan y hacernos partícipes de la masacre desde el punto de mira de su rifle (ver fotos). Toda la secuencia del drive-in en el último tercio de la obra es de una tensión encomiable y nos regala una de las mejores imágenes con Orlok avanzando al mismo tiempo que la proyección que se está viendo en pantalla del personaje que encarnó Karloff en The terror, creando uno de esos momentos casi mágicos que solo el cine nos puede regalar. Si a ello le sumamos unas buenas interpretaciones, tenemos en nuestras manos un thriller de enorme interés que curiosamente es bastante desconocido entre el público en general y que esconde una pequeña joya que no debería pasarse por alto. Para mí un clásico y un referente desde este momento.

martes, 11 de junio de 2013

NOCTURNA INTERNATIONAL FANTASTIC FILM FESTIVAL (III)

Todo lo bueno se acaba y el Nocturna no es una excepción. Un nuevo Festival ha surgido en Madrid y nosotros hemos podido estar allí para verlo nacer. Para ver cómo da sus primeros pasos.
Hemos vivido un magnífico ambiente festivalero, con grandes dosis de humor en los visionados, masterclases y actividades gratuitas y unas proyecciones a juego con su espíritu cinéfilo-gamberro que hacen de este embrionario certamen una cita ineludible para futuros años. Desde Sospechosos Cinéfagos les damos las gracias a todos y cada uno de los valientes que han luchado por que esto salga adelante y os esperamos ver el próximo año con mucho más (y si puede ser, mejor). Para terminar, aquí tenéis los premios que ha otorgado este Nocturna 2013.

- Mejor Cortometraje Nacional : Human Core (ver crítica)
- Mejor Cortometraje Internacional : L'Heritage y Death of a Shadow
- Mejor Cortometraje del Público : Mr. Bear
- Mejor Película del Público : I am a ghost
- Mejor Película Madness : A little bit zombie
- Mejor Película Dark Visions : Resolution
- Mejor B.S.O. Johan Söderqvist : Insensibles (ver crítica)
- Mejores Efectos Especiales : Wither (leer crítica día 1)
- Mejor Fotografía : Wedigo von Schultzendorff por Forgotten
- Mejor Interpretación : Lauren Ashley Carter. Jug Face
- Mejor Guión : Chad Crawford Kinkle. Jug Face
- Mejor Director : Sonny Laguna y Tommy Wiklund. Wither
- Mejor Película : Wither

Obviamente nuestra cobertura no ha sido ni de lejos la que nos hubiese gustado realizar (lo que ha sido posible en 3 jornadas), y algunos films galardonados deberán esperar para que podamos analizarlos con detenimiento (caso de I am a Ghost, Jug Face o Resolution). Así pues, ponemos punto y final a esta travesía cinéfila que esperemos, volvamos a disfrutar. Larga vida al fantástico, y larga vida al Nocturna !!!!


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