sábado, 31 de diciembre de 2011

THE CONFESSION (2011) - SERIE TV

Las nuevas tecnologías abren cada día más posibilidades para llegar al público. Una que está en auge y que está consolidándose como alternativa cada vez más sólida a las series televisivas, son las webseries. Se caracterizan por su corta duración, normalmente de unos pocos minutos, y por su gran difusión por la red, habiendo sido utilizadas a veces como ganchos de otros estrenos inminentes. The Spot (1995) está considerada como la primera webserie, y al tratarse de una serie interactiva los espectadores podían seleccionar el desenlace de los episodios. También ha sido un recurso usado para complementar series emitidas por televisión, así grandes títulos como Battlestar Galactica (2004-2009) tiraron este canal de emisión para complementar ciertas tramas de la historia principal, definir mejor a algunos de los personajes secundarios más importantes y revelar ciertos detalles ocultos; o Dexter (2006) que usó la webserie para realizar una precuela de la primera temporada. La buena acogida que tuvieron estas iniciativas ha contribuido en gran parte a su desarrollo e implementación como medio para llegar a un mayor público gracias a la facilidad de difusión que suelen tener entre los propios usuarios. Esto está haciendo que cada vez aparezcan más títulos con una mayor calidad tanto de argumento como en su factura técnica, haciendo además que poco a poco puedan contar con caras más conocidas en este tipo de series, por citar un ejemplo podríamos hablar de Dr. Horribles´s Sing Along Blog (2008), que contaba con Nathan Filion (de la serie Castle) y Neil Patrick Harris (de Como conocí a vuestra madre) y que debido a su gran éxito podríamos decir que marco un antes y después en el devenir de las webseries. Actualmente hay series en emisión que también se han subido al carro, así The Walking Dead (2010) ha utilizado este canal para hacer más llevadera la larga espera entre la primera temporada y la segunda, intentando mantener el interés de sus seguidores. También ha habido webseries que debido al gran seguimiento que han tenido, finalmente han dado el salto a televisión, como es el caso de Que vida más triste (2002) o la serie de animación Arròs covat (2009). Hoy la webserie que os voy a comentar tiene entre sus filas a dos pesos pesados como protagonistas, cosa que me llamó la atención y por lo que me decidí a verla.
Así The Confession nos cuenta como un sicario (Kiefer Sutherland) entra en una iglesia donde confiesa al párroco de la misa (John Hurt) su condición de asesino y su intención de seguir matando esa misma noche. A partir de ese momento se entabla un interesante diálogo entre ambos en los que uno esgrime sus razones que justifican que sus víctimas merecían la muerte y el porque de sus acciones; mientras el otro intenta contrarrestar estos argumentos desde su óptica como siervo de Dios y como persona intentando convencerle de lo equivocado que está.
Con una puesta en escena sencilla (en la mayor parte del tiempo vemos a ambos protagonistas dentro del confesionario), pero rodada de una manera muy elegante y efectiva, tenemos ante nosotros 10 episodios de unos 7 minutos de duración cada uno. A lo largo de este breve pero muy intenso y bien aprovechado proyecto, asistimos a unos diálogos cargados de fuerza e interés de la mano de dos actores que demuestran que no importa si se trata de un papel pequeño si detrás hay unos buenos profesionales. La estructura narrativa va desgranando la trama poco a poco para al final de cada uno de los capítulos tener como recompensa el descubrir algún dato que vaya dando cuerpo a la historia o algún giro sorpresivo. Asimismo de la mano de algunos flashbacks se sirve para contarnos algunos de los crímenes del sicario (escenas muy bien rodadas, todo sea dicho) y que son los únicos momentos en los que salimos de la iglesia.
Con poco más de una hora tenemos una historia muy fresca y que se degusta en un santiamén, quedando la sensación de que incluso podía haber dado más de sí, pero por otra parte se agradece que sean tan concisos y precisos, ahorrándonos cualquier tipo de dilatarla con metraje innecesario que no hubiera aportado mucho más. Totalmente recomendada tanto por su brevedad como por su excelente acabado, por mi parte ya estoy buscando alguna webserie más para poder comentarla aquí.
Os dejo el trailer para animaros a verla.




viernes, 30 de diciembre de 2011

ASESINO INVISIBLE (1977)

Las historias de coches o camiones malditos con (o sin) conductor que persiguen a pobres inocentes hasta matarlos se ha llevado a la gran pantalla en varias ocasiones a lo largo de los años. Un jovencísimo Steven Spielberg con tan sólo 25 primaveras filmó su catapultador "El Diablo Sobre Ruedas" (Duel, 1971) para su directa distribución televisiva, film donde un agresivo y misterioso camionero le hacía la vida imposible a un precipitado conductor en la autopista. En la década de los ochenta, fue el peculiar John Carpenter el que ofreciera su singular versión del asunto con "Christine" (1983), pero en esta ocasión, con un coche clásico de alma diabólica que sembraba el pánico allá por donde pasaba.
Asesino Invisible (The Car, 1977) es una cinta mucho más discreta que fue vapuleada por crítica y público y casi no tuvo repercusión mediática, con lo que estuvo condenada al olvido.
Mi objetivo era poder visionarla para comprobar si era merecida su estela negativa, para salir de dudas definitivamente y tratar de entender el porqué de su etiqueta actual "de culto" que tanto me intrigaba.
En ella, el sheriff Wade Parent (interpretado por un solvente James Brolin) deberá detener a un enorme coche negro sin conductor que se va cobrando muertes a su paso por la ciudad de Santa Ynez, al sur de California.
Un peligroso automóvil de vastas dimensiones que resiste balazos, golpes y cualquier escopetazo que impacte en él, y mostrando además, un comportamiento malévolo de lo más representativo (no pisa terreno sagrado y ese tipo de cosas...).
El arranque de la película deja clara sus intenciones. Dos ciclistas son abordados por el demoníaco vehículo al más puro estilo serie B, con efectos apañados (la visión desde el interior del coche es una lente rojiza) y diálogos sonrojantes (ni os atreváis a verla en castellano, es más terrorífico el doblaje que la película en sí misma).

Si bien no depara demasiadas sorpresas argumentales, que las tiene, sí puedo decir que me ha soprendido en aspectos que no me esperaba, tales como su ambientación musical (excelente), algunas escenas del todo originales (ese alunizaje en casa de Lauren o el extrañísimo acorralamiento en el cementerio) y descarados homenajes a cintas conocidas del séptimo arte, tales como Tiburón, El Exorcista o la citada cinta de Spielberg, de 6 años antes).
Por desgracia, advierte algunos disparates de guión y se permite demasiadas licencias argumentales, que se consiguen perdonar con un visionado acrítico y un enfoque benevolente. Tampoco ayudan esos montajes en cámara rápida que recuerdan más a los shows del llorado Benny Hill que a otra cosa o el desdibujado elenco de personajes secundarios, insuficientes casi todos (el alcohólico, el maltratador o la mujer maltratada...).
Pese a sus molestas y repetidas incongruencias, consigue una atmósfera propia (filmada en las preciosas montañas de Utah) y unos personajes principales carismáticos (donde incluyo al susodicho automóvil de entidad demoníaca), propiciando una estimable cinta a recuperar, pues tiene la virtud de caer en simpatía con el espectador actual, más ducho en estos terrenos y mucho menos susceptible con temas diabólicos que el de otrora.
Animo pues a quién le guste este tipo de propuestas a que no la pase por alto y que le dé una oportunidad, ya que conseguirá satisfacer sus exigencias y encariñarse con ella, por pequeña que esta sea.
A modo de curiosidad comentaré que existe una adaptación del 2010 de este estilo de películas aún inédita en nuestro pais llamada Hybrid (2010), que espero siga oculta para ahorrarnos comentarios indeseados.

jueves, 29 de diciembre de 2011

LA DEUDA (2011)

En 1965 un comando del Mossad formado por tres jóvenes agentes (Stephan, David y Rachel) es enviado a Berlín con la misión de capturar al Doctor Dieter Vogel (Jesper Christensen), apodado como el Cirujano de Birkenau por las barbaridades que cometió al servicio de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, realizando todo tipo de experimentos con los prisioneros judíos encerrados en los campos de concentración. Tras la derrota alemana, no llegó a ser capturado, las investigaciones del Mossad apuntan que ha rehecho su vida como ginecólogo, creyéndose a salvo con su nueva identidad. Pero el plan lleva a Rachel Singer hasta su consulta haciéndose pasar por una paciente más y así poder confirmar su identidad y empezar a planear su captura. Con un plan milimétricamente trazado para capturarle, sacarle de Alemania y llevarlo hasta Israel para que pueda ser juzgado y condenado por los crímenes cometidos contra la humanidad, todo parece ir sobre ruedas, pero finalmente las cosas se tuercen y deben optar por matarle antes de dejarle huir. Aclamados desde su regreso a Israel como héroes, todos ellos han tenido una buena carrera y el reconocimiento popular auspiciados por este hecho. Treinta años más tarde, la hija de Rachel presenta un libro acerca de la exitosa misión que realizó su madre en el sector soviético de Berlín para acabar con el odiado doctor. Sin embargo parece que el pasado les reserva más de una sorpresa a Rachel y Stephan con el regreso del tercer componente de ese comando, David, quien está decidido a contar la verdad de todo lo que aconteció allí.
La Deuda es un thriller más de los muchos que cada año se proyectan en nuestros cines, pero que tiene algunos elementos que la sitúan por encima de la media habitual de este tipo de producciones y que hacen que me lo haya pasado muy bien viéndola. Por un lado tenemos la buena dirección por parte de John Madden, con un minucioso trabajo para que sea creíble el vernos inmersos en el Berlín comunista de los años sesenta, el desarrollo de la misión por parte de los agentes, así como el intento de fuga posterior al haber cazado a su objetivo. Es notable el hecho que ambas historias, la situada en los años 60 y la que tiene lugar 30 años más tarde, funcionen a un alto nivel, pues el interés narrativo no decae en ninguna de ellas y están bien hilvanadas a lo largo del metraje, haciendo que con los diferentes flashbacks o regresos al presente, nos seduzcan por igual.


El reparto funciona perfectamente en ambos casos, teniendo que destacar la labor realizada por los siete actores principales del film (los 3 agentes del Mossad en el pasado, los mismos agentes en el presente y el maléfico doctor Vogel). Helen Mirren y Jessica Chastain dan vida a la agente Rachel, y no sabría por cual de las dos decantarme si tuviera que elegir a una de ellas, pues ambas hacen un buen papel dando vida a esta agente, la primera de ellas sabe transmitir muy bien el miedo de que se descubra la verdad de su pasado y la segunda sabe expresar el miedo y la tensión que vive su personaje envuelta en una peligrosa y delicada misión.
El resto cumple sobradamente para que todo vaya rodado a medida que se desarrolla la historia y destacaría a Jesper Christensen logrando que los gestos, acciones y forma de hablar creen a un inquietante doctor nazi.
También notable la estructura narrativa, salpicada de flashbacks muy bien ubicados para que ambos marcos temporales avancen al unísono, y se vayan complementando mutuamente con la narración de cada uno de ellos. Por ponerle algún pero si acaso serían los minutos finales, que rebajan la apreciación que estaba teniendo hasta ese momento de la película, y que en cierta manera traicionan el congruente desarrollo que me había hecho disfrutarla hasta ese preciso instante. No sé si es cosa del director, tentado por hacerla más comercial o forzado por la propia productora (quien sabe) para que siguiera los cauces más habituales de los thrillers y pudiera acabar satisfaciendo al espectador que suele preferir ver repetida la misma fórmula una y otra vez, que no una interesante variación de los clichés que ya nos conocemos todos de sobra. Con un final más acorde a lo que era la película, podríamos tener entre manos una historia mucho más perdurable, pero se queda a las puertas de ello, con todo al final tenemos un film correctísimo y muy disfrutable, no voy a negarlo.
La película es un remake de la obra israelí con el mismo título del año 2007, de la que no puedo aportar una comparativa al no haberla visto.



miércoles, 28 de diciembre de 2011

CRITTERS (1986)

Emblemática producción con aire de serie B que supuso la (por otro lado previsible) respuesta comercial de New Line Cinema hacia la fantástica Gremlins de la Warner Bros.
Se trata, además, de la ópera prima del director tejano Stephen Herek, un cineasta que sorprendió gratamente a público y crítica con este film (y alimentó 3 secuelas, a cada cual peor por cierto) pero que más tarde resultaría ser todo un espejismo, vistos sus posteriores trabajos.
Ocho criaturas (Kryts o Critters) alienígenas, muy peligrosas, peludas y sobre todo hambrientas, consiguen escapar de su reclusión planetaria con dirección a nuestro planeta, aterrizando en Kansas City.
Dos mercenarios humanoides de rostro indefinido los persiguen para su exterminio, tratando de pasar inadvertidos entre los terrícolas y asumiendo apariencias humanas (la de un rockero de moda y un neurótico esquizofrénico).
Los Brown serán la familia amenazada en primera instancia por los bichejos carnívoros del espacio exterior, y serán testigos de su rápido aumento de tamaño tras un "pequeño" festín en su granja (no recordaba que un critter se hacía tan grande como un oso), sembrando el terror en la ciudad y causando muertes a su paso.
Esta pequeña pero singular obra de mediados de los ochenta sabe combinar adecuadamente factores que satisfarán al cinéfilo tanto como al neófito, tales como un remarcado homenaje a las cintas sci-fi de los años 50/60, trazas de humor paródico y cierta atmósfera terrorífica filtrada para todos los públicos que se descubre entrañable.
Si bien evidencia un descaro argumental sin prejuicios, descensos de ritmo y efectos de barraca de feria, continua a día de hoy siendo un ejemplo muy digno de cine fresco y sin pretensiones, una gamberrada fílmica que consiguió su propósito comercial aprovechando la inercia que marcó Gremlins, pero esta vez, acentuando quizás su contenido de terror más al estilo serie B.


La invasión alienígena devora-hombres no es una premisa demasiado original, sin embargo sí lo son el dúo de cazarecompensas que les siguen y esas ratas intergalácticas de afilados dientes tan devastadoras, equilibrando la balanza a su favor.
El paso del tiempo no le ha sentado nada mal e incluso adquiere una perspectiva diferente cuando la ves de adulto, percibiendo si cabe una broma socio-religiosa en cierta manera reconfortante (no olvidemos que están en la ultracatólica Kansas y que un cura mata aliens con un bazooka). De todas formas, es cuando la visionamos siendo niños que se nos revela realmente cautivadora, mostrando ingredientes muy atractivos para esas edades y seduciéndonos definitavemente, ya sea porque nos hagan gracia los peluditos o porque nos aterroricen.
Se divierte además, haciéndole un guiño a éxitos coetáneos, convirtiendo el logo de Los Cazafantasmas en un equipo de bolos o a E.T. en un muñeco que acaba por ser devorado.
En definitiva, una película distraída y simpática que consigue hacernos pasar por alto sus carencias y disfrutarla plácidamente, sumergiéndonos en una lectura superficial pero entretenida de la ciencia ficción. Se merece con toda justicia su etiqueta de película de culto.

martes, 27 de diciembre de 2011

TERRA NOVA (2011) - SERIE TV

Una de las series que se habían anunciado a bombo y platillo y que más expectaciones había levantado durante este 2011 ha sido Terra Nova. La asociación de la FOX con Steven Spielberg, junto a la noticia que había un trasfondo de ciencia ficción y dinosaurios que bien podía recordar a Jurassic Park, a muchos nos puso los dientes largos a la espera de poder ver la serie en cuestión y saber de qué trataba. Sin embargo, una vez finalizada esta primera temporada, la sensación que me deja la serie es de relativa decepción y de estar muy desaprovechada tras un arranque que prometía bastante más de lo que ha acabado por ofrecernos. La historia nos sitúa en el año 2149 en un futuro apocalíptico en el que la humanidad prácticamante ha agotado los recursos de la Tierra, contaminando todo el planeta hasta convertirlo casi en desierto en el que casi es imposible vivir. Solo los más afortunados pueden vivir a salvo en las bóvedas que protegen algunas ciudades, mientras que la mayoría malvive como puede en medio de fuertes restricciones. Jim Shannon (Jason O´Mara) es policía, y junto a su mujer, la Dra. Elisabeth Shannon (Shelley Conn) deciden saltarse una de las normas que están penadas con la cárcel, teniendo un tercer hijo en contra de las leyes vigentes. El descubrimiento de este hecho hace que Jim acabe preso. Paralelamente a todo esto, nos cuentan que se ha descubierto una brecha temporal que lleva a un punto muy lejano del pasado de la Tierra, tanto como 85 millones de años en plena era de los dinosaurios, y que puede ser la última oportunidad para que la humanidad empiece de nuevo. Solo unos cuantos elegidos por el aporte que pueden hacer a la sociedad (médicos, científicos, etc...) junto a sus familias, son enviados en diferentes peregrinaciones hasta ese momento en el tiempo. Finalmente la familia de Jim es seleccionada para viajar hasta allí, y como no podía ser de otra forma, él se las apaña para escaparse y plantarse también en el pasado junto a su hija pequeña.
Una vez allí se encuentran con el asentamiento de Terra Nova, dirigido por el Comandante Nathaniel Taylor (Stephen Lang), el primer colono enviado al pasado. Lo que de entrada parece ser un paraíso relativamente tranquilo (no olvidemos que está plagado de enormes y voraces dinosaurios), en realidad no lo es tanto, pues muchos de los llegados en la sexta peregrinación se rebelaron y ahora forman una especie de resistencia que lucha en contra del comandante Taylor (tardaremos en descubrir los motivos...).
La típica familia americana... topicazo.
Hay que reconocer que la primera media hora del primer episodio me dio bastantes esperanzas, pues la ambientación apocalíptica de la Tierra puede recordar un poco a la vista en la película Hijos de los hombres o incluso a Blade Runner, y tanto el ritmo como el desarrollo de la historia hasta entonces es más que convincente e interesante. El problema surge una vez llegados a la época de los dinosaurios, en medio de un asentamiento que al final parece casi un campamento de verano, donde el ritmo decae notablemente y los guiones de los siguientes episodios empiezan a caer en tópicos vistos no mil, sino un millón de veces, centrándose casi únicamente en la familia de Jim, con los típicos problemas de una familia con dos adolescentes y en los que predominan las lecciones moralistas o el tono edulcorado que tan poco me gusta; a parte de algunos conflictos con los Sextos y poco más a lo largo de 13 episodios, donde los guionistas no han querido arriesgar lo más mínimo demostrando cobardía una vez más.


De los efectos especiales poco que decir porque a medida que avanza la temporada, van escaseando cada vez más, la aparición de dinosaurios en los primeros episodios es más que correcta tratándose de una serie, unos efectos mínimamente competentes que no destacan pero que tampoco suponen un gran lastre a pesar que algunos croma cantan un poco. El presupuesto supongo que se les ha ido en la construcción del campamento, hay que reconocer que en las localizaciones y el diseño de producción se ha tenido bastante cuidado y son lo más destacable. Eso debe haber provocado que hayan tenido que usar a unos becarios para que les hagan los guiones, desaprovechando en gran medida lo que puede dar de sí la serie. Creo que se deberían explotar más los viajes en el tiempo, así como el trasfondo real de la historia que se empieza a descubrir muy avanzada la temporada, y que tiene que ser el punto a explotar en la siguiente (si es que la cadena decide renovarla, cosa que tampoco tengo muy clara). Como suele pasar en las series americanas, de lo que nos han contado en 13 episodios, si quitamos la paja, nos podríamos haber quedado con menos de la mitad con toda tranquilidad, cosa que habría resultado un acierto al haber tenido un mejor ritmo y una mayor consistencia. También suele ser habitual acabar la temporada con un giro que debe servir de gancho de cara a que estemos esperando la nueva temporada, aquí también lo tenemos, no lo dudéis ni un momento, y si se lo trabajaran podría ser interesante, pero dudo que vaya a ser así más allá del arranque.


Es una serie que se ve con el piloto automático puesto, no es mala del todo, tiene algunos puntos atractivos, se le ve potencial y quizás por todo ello la he ido siguiendo. Dependiendo de cómo enfoquen su continuación, la seguiré o desistiré y me dedicaré a buscar otras series, que las hay a montones...
Como pasó con Falling Skies, Terra Nova podía tenerlo todo para agradar y tener buenas audiencias, pero unos guiones flojos y nada valientes las torpedean dejándolas tocadas pero no hundidas (de momento).


lunes, 26 de diciembre de 2011

PERROS DE PAJA (1971)

David Summer (Dustin Hoffman) es un matemático americano que se traslada a vivir al pueblo de su mujer Amy, al extremo sur de Inglaterra, en busca de una mayor sensación de tranquilidad y sosiego, tan necesarios para avanzar en su profesión. David es un hombre tímido y respetuoso, con la suficiente elegancia como para tolerar que algunos indeseables pueblerinos incomoden a su hermosa mujer, hasta el punto de pasar por alto ciertos comportamientos abusivos.
Su llegada al lugar no es bienvenida, ya que se consigue palpar la hostilidad en cualquier ambiente, desde el bar del pueblo hasta en su mismísimo nuevo hogar, el cual están ayudándole a restaurar unos cuantos tipejos de baja calaña.
El arrollador sex-appeal que desprende Amy (Susan George),  provocativa y sensual como pocas (doy auténtica fe, ya que salgo prendado de sus encantos, de ambos), levanta más que pasiones a su paso, y el asunto se complica cuando incluso los utiliza como herramienta para combatir su aburrimiento, entonando a los lugareños sin entender las consecuencias que eso pueda causar.
Cuando una noche su gato aparece colgado en el armario cual David Carradine, el asunto pasa a mayores. El declive del matrimonio es evidente debido a las circunstancias, y la presión externa del ambiente se filtra hasta ellos, llegando a ser interna.Una tarde, mientras a David se lo llevan expresamente a cazar, Amy recibe la visita de uno de los chicos, con el que incluso mantuvo una íntima relación años atrás. Tras un breve forcejeo inicial, Amy es violada con cierta permisibilidad por su parte, como si cumpliera extrañamente un deseo o fantasía inconfesable. Una segunda violación, esta vez menos consentida y de manera mucho más brusca por parte de otro "bully" del pueblo, convertirá la experiencia en una auténtica pesadilla.
Cuando de manera accidental, David atropella al extraño y enigmático Henry Niles y le da cobijo en su propia casa hasta la llegada de asistencia médica, se verá envuelto en un problema mayor, pues la gente del lugar acusa a Henry de asesinato y vienen a matarlo.
David defenderá entonces su casa, su matrimonio y su vida al precio que haga falta, reaccionando con las mismas armas que sus agresores, y con mayores dosis de violencia.
El excelente Sam Peckinpah firma esta magnífica película que bien podría definirse como un western moderno, trasladado a la Gran Bretaña sureña pero con todos los ingredientes del género; la cantina, el sheriff (aquí un alcalde), el forastero (David) y los rifles, sumándole a todo ello, un incremento de la violencia y la crueldad hasta la fecha insólitas, hecho que provocó que un tercio de la sala saliera prematuramente indignada del cine el día de su estreno.

También significa a nivel personal mi reconciliación con Dustin Hoffman, que en las últimas décadas se ha dedicado a escoger papeles insustanciales y acomodándose en un registro más fácil para él, pero que aquí demuestra un estilo y una candidez interpretativa muy personal, con lo que ha recuperado un espectador conmigo.
La película destaca por un inicio con cierta complicidad con el espectador, ya que descubrimos a la vez junto con David el nuevo paraje británico y viviremos muy cerca suyo los primeros indicios de hostilidad, creándonos una fuerte empatía con el personaje principal, enseñándonos en pocos minutos la situación que prenderá más adelante y embaucándonos con los encantos de su irresistible mujer. Un ritmo narrativo ascendente y una sencillez técnica muy de agradecer convierten el desenlace central en un verdadero disfrute, destacando grandes escenas como la violación de Amy (de un magnetismo inconfesable y un erotismo desbordante), la humillante sesión de caza de David o diversos aspectos del montaje que lo convierten en un film perturbador, desconcertante e incluso asfixiante (sobre todo a la hora de trasladar el estado paranoico de Amy en pantalla o con esa incesante música de gaitas). Quizás, como aspecto más debatible, seria el suceso final con Henry, que ocasiona un clímax impresionante del film, pero acusa ciertas licencias argumentales menos convincentes.
Un buen acompañamiento musical y una actriz perfecta para la ocasión (pienso acordarme de esos pezones el resto de mi existencia), convierten a esta suculenta película en una de mis favoritas de Peckinpah hasta la fecha (aunque confieso que me quedan muchas por disfrutar), con lo que mi satisfacción es evidente. Una gran película que no dejará indiferente a nadie y que ha sufrido un remake hace pocos días por la industria hollywoodiense, resultando de menor interés, evidentemente.

domingo, 25 de diciembre de 2011

D.A.R.Y.L. (1985)

Un chico de 10 años aparece perdido por las montañas de Virginia sin recordar nada de su pasado, tan sólo que "Daryl" es su nombre. El hospicio infantil que le da cobijo en primera instancia encuentra un hogar para el chico en casa de los Richardson (una familia previamente interesada en adoptar un niño) hasta que sus verdaderos padres lo vengan a recoger.
Daryl rápido comienza a mostrar unas cualidades extraordinarias tanto físicas como intelectuales para un niño de su edad, tales como unos reflejos asombrosos para el baseball, una gran habilidad para las matemáticas o una increíble destreza con las computadoras (lo que hace en el cajero es el sueño de cada uno de nosotros...).
Su nuevo amigo "Tortuga" será el encargado de explicarle el mundo desde la perspectiva de un niño acorde con su edad, enseñándole palabrotas (a su hermana la llama "puti", en inglés "hooker"), explicándole cómo hacer que su madrastra se sienta útil con su enseñanza (ya que Daryl se hace la cama e incluso el desayuno él solito), o a divertirse con los videojuegos, jugando al mítico Pole Position.
La repentina y fría aparición de sus teóricos padres nos desvela de una vez por todas el misterioso secreto que escondía el pasado amnésico del chico.
D.a.r.y.l. resulta ser el acrónimo de "Data-Analysing Robot Youth Lifeform", un pionero proyecto gubernamental que propiciaría la creación de un prototipo de soldado experimental robótico dotado con inteligencia artificial (imagino que aún salpicados por los vigentes conflictos derivados de la nueva Guerra Fría). Una vez liberado al mundo exterior de manera muy valiente por uno de sus creadores, Daryl conseguirá profundizar en los sentimientos más humanos y experimentar el calor de un hogar, el valor de la amistad y el miedo a perderlo todo.
Ahora, los mismos precursores de aquél experimento pretenden eliminar al chico de manera inmediata, pero los conocimientos que Daryl ha adquirido en el mundo exterior y la incondicional ayuda de sus seres queridos tratarán de evitar tal injusticia, aunque tenga que pilotar él mismo un caza de vuelta a casa....


Este film del australiano Simon Wincer se puede desglosar perfectamente en tres actos bien definidos. Los primeros 35 minutos nos muestran las experiencias y descubrimientos de este insólito niño junto a su nueva familia, con momentos de humor descarado gracias al vecino "Tortuga" y situaciones al más puro estilo cine familiar.
Es aquí donde los convencionalismos y la estética ramplona inunda este estereotipado film, que está narrado desde un prisma bastante edulcorado y sin mayor pretensión que no sea la de entretenernos.
Su segundo tercio se basa enteramente en la explicación del proyecto robótico y encierra la parte más rica en ciencia ficción de la cinta, y que por supuesto, para un servidor, es la mejor de todas. La idea de un proyecto de inteligencia avanzada con forma de niño que consigue despertar sentimientos humanos me resulta atractiva e interesante, y más posicionándome a mediados de los años 80, donde tal vez no eran tan evidentes esos posibles avances e incluso se podrían tildar de visionarios hoy en día.
Por último, sus últimos 20 minutos de metraje abarcan la complicada escapatoria del centro de reclusión por parte de Daryl, que obliga a pasar a la acción y enriquece sutilmente el acabado técnico.
Esta parte final es de manual y (salvando una estupenda secuencia de persecución en la carretera), el resto es monotonía cinematográfica made in Hollywood.
El niño de "La Historia Interminable" (Barret Oliver) encarna débilmente a Daryl, con una actuación oportunista y claramente comercial propiciada por su nombrado éxito anterior. Curiosamente Barret dejó el mundo interpretativo 5 años después (igual que su compañero de reparto, su amigo tortuga), todo un noble gesto por sus partes.
Considerado hoy en día como un mini-clásico de los 80, este discreto film aguanta el paso del tiempo con eficacia y me complace asegurar que en líneas generales, lo considero encomiable.
Pienso que la mayoría de sus errores (a veces se hace exageradamente sentimental y farragosa)  no son tan graves como para sucumbir de ningún modo el proyecto, que de todas formas, seguro que tenía mejor pinta sobre el papel que en pantalla.
En definitiva, y para no repetirme más, diré que es recomendable para incondicionales del cine ochentero (su atmósfera es entrañable) o para acríticos de la ciencia ficción menos rigurosa.

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