Cuando el transtornado psicópata (un carismático Victor Crowley) campa a sus anchas y sobrevive a disparos, perforaciones, martillazos, etc.. una vez tras otra ya piensas que aquí todo vale, pero incluso con esas, podría haber levantado el vuelo. Se hizo insufrible la primera 30 hora, para apagar y a otra cosa mariposa, pero el regustillo de la primera y simpática parte nos convencia para seguir su visionado.
La chica sobreviviente de la primera entrega (diferente actriz..grrr...) decide volver al lugar de los atroces hechos para cerciorarse de algunas muertes y de paso, dar el mínimo sentido a este proyecto.
Como ya uno se puede imaginar, después de una veintena de páginas de guión sacadas de la papelera de algun productor sin gusto, ocurre lo que ya te dibujan en la portada...el enérgumeno de turno pasa lista y destroza cuerpos como si fueran trozos de mortadela.
Eso le haria yo al director |
Al final, salvo 3 escenas Gore de lo más extremas (semejanzas con A Serbian Film??) podemos confesar que resultó una plasta como pocas y que no merece el más mínimo interés. Da pena además, que intente (el mismo director) repetir la fórmula con los mismos ingredientes (un chino, un nigga, una buenorra calentorra....) y que le salga tal churro. Además, preferiamos que el monstruo acabase cuanto antes con el grupito "justiciero", y eso ya lo dice todo.
Un detalle curioso es que la protagonista no es actriz famosa del cine para adultos como Eva sugeria, si no que es la hija de Bruce Willis en el último Boy Scout, pelicula de culto para el que aqui escribe. Comprendo que eso no justifica nada, de hecho, también fue la peor de aquella simpátiquisima cinta de Tony Scott. Lamentable de principio a fin.
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