Una pareja de enamorados escapa un fin de semana al lago buscando relajarse y así tener intimidad disfrutando del aire fresco y limpio del lugar, pero no es eso lo que encuentran, ni nada parecido. Una vez están tomando el sol y bañándose tranquilamente, un grupito de niñatos no paran de molestarles, con la música muy alta, su rottweiler agobiándoles y creando mal ambiente. Es entonces cuando Steve, el marido estresado, intenta darles un toque de atención por su comportamiento, pero no hace más que prender la mecha a lo que será una sucesión de gamberradas cada vez más brutales. La película consigue lo que persigue en todo momento, y eso es suficiente, torturas filmadas con blackberrys, alta tensión en el 80% del metraje y situaciones aterradoras compartidas con el pobre espectador, que está pegado a la butaca esperando un desenlace más justo. Una lucha por salir de ese infierno y vengarte de esos cabroncetes. Lástima, eso si, que no enseñaran carne de pechuga....nos quedamos con las ganas.
Un ejemplo claro de que en situaciones desesperadas, cualquiera de nosotros lucharía por su vida como supiera o pudiera, dejando atrás moralidades y éticas, que de poco sirven cuando te va la vida.
El personaje de la protagonista, Jenny (una estupenda Kelly Reilly, vista un año después en Sherlock Holmes), es mostrado en toda su transformación. Aparece inicialmente como una mujer dócil, amable y sin ganas de conflicto alguno, y seremos testigos de su cambio hacia una desafiante vengadora con ganas de salir de ahí sea como sea, convirtiéndose a su pesar, en una asesina.
En fin, una propuesta fiel al gore, al horror y a todo lo que se le parezca...bueno, sin zombies esta vez, claro.
En fin, una propuesta fiel al gore, al horror y a todo lo que se le parezca...bueno, sin zombies esta vez, claro.
A un servidor le gustó bastante, y destaco la dificultad de crear un filme tan desgarrador en apenas 90 minutos, como a mi me gustan, cortitas.
Pues a mí me ha decepcionado un poco a pesar de la tensión que sabe mantener más o menos en la mayor parte del metraje. Las excesivas casualidades fatalistas con las que debe lidiar la protagonista al final restan mucha credibilidad al asunto, y es que es demasiado ir a tropezar ya sea con el hermano, el padre o la familia entera de los niñatos que la persiguen por el bosque, siempre que encuentra a alguien que la pueda ayudar.
ResponderEliminarSin embargo los aciertos anti clímax feliz, consiguen al menos que uno aguante con paciencia el desenlace, el cual, a pesar de su truculencia, me parezca demasiado facilón.
Con todo, un más que interesante film de terror que a la mayoría satisfará.