SCREAM 4 (2011)

Un año más Wes Craven saca pecho y exprime su franquicia Scream, que tan buenos resultados le está dando en taquilla.
Esta vez dibuja un argumento muy parecido (aunque intente autoparodiarse) al de sus entregas anteriores, situando a la protagonista Sidney Prescott (una Neve Campbell inaguantable como siempre) como una escritora de éxito que 10 años después, vuelve al pueblo donde todo ocurrió...para descubrir que algún nuevo ghostface killer está provocando numerosas muertes.
Supongo que con eso ya basta para que le den luz verde a Wes y consiga llenar las arcas para así de paso, intentar una quinta y última (estoy convencido).
El curioso que va a ver esta película (culpable) entra al cine con la débil esperanza de encontrar algo de aquella primera parte tan fresca e innovadora, acercando al público juvenil el "slasher" de toda la vida, pero con gracia y buen pulso. Reconozco que por momentos lo consigue, con escenas magníficas como la marathon cinéfila en la vieja granja o juegos de terror llenos de guiños que al ojo avispado no se le escapan, pero en conjunto no levanta el vuelo como debería.
Está repleta de llamaditas telefónicas amenazadoras (pierden la gracia a partir de la octava vez...) y de cuchilladas inverosímiles (en la frente al poli y luego incluso se permite una pésima broma con Bruce Willis, de lo más lamentable del filme) que hacen distraerte y pensar en tus cosas en vez de atraparte.

Cox y la granja, de lo mejorcito

Contiene humor zafio (memeces varias) contrastadas con reseñas de cine muy interesantes, haciendo mención a clásicos como Suspiria, el Fotógrafo del pánico o Zombies Party.
Hay en esta cuarta parte una intentona de reflotar el tema, pero se ve demasiado afectada al movimiento sociológico actual (exceso de móviles, webcams, jerga de geek..) y lo acaba pagando con el público más exigente, que denota torpeza en el guión o algunas obvias directrices que desvelan antes de tiempo el suspense final.

El reparto de actores es intermitente, ofreciendo interpretaciones correctísimas (Courteney Cox o Hayden Panettiere) o papeles tan horribles como caricaturescos (Emma Roberts o David Arquette) dejando en tablas el resultado definitivo.
Resaltando algunos guiños como el club de cine (repleto de posters homenaje a clásicos) que realiza la Stab-a-thon en la granja con el pase de las 7 películas de "Stab" (cine dentro del cine) y ofreciéndonos una de las mejores escenas de la saga o la atribuida dirección de estas al señor Robert Rodríguez, resultan divertidas y lo agradecí, pues me mantenía atento a descubrir la próxima pista cinéfila.
En resumidas cuentas, está por encima de las 2 entregas anteriores, sin duda, pero lejana a la simpatiquisima primera entrega.