La diferencia de culturas entre occidente y oriente es bien evidente, todo aquel que haya tenido la fortuna de viajar al este asiático sabe que esto es una verdad omo un templo, y en el caso de Japón la sensación personal que tengo es que son extraterrestres para nosotros, de igual manera que nosotros lo debemos ser para ellos.
Ya no es solo la barrera lingüística que existe, que la hay, sino toda una larga lista de costumbres que hacen que la convivencia entre personas de culturas tan diferentes dé para muchas anécdotas y conflictos. Así, no es de extrañar que nos podamos tropezar con una película como My darling is a foreigner (o sea, "Mi amor es un extranjero"). De entrada la temática resulta interesante, ya que ver el choque cultural entre un occidental que se va a vivir a Japón y una japonesa que se dedica a dibujar manga profesionalmente, siempre puede dar mucho de sí. El probelma de la comunicación entre ambos no es una gran barrera, pues él habla un japonés más que correcto y solo en algunas ocasiones se explota el malentendido que pueda haber al no entender una frase o dar una respuesta con alguna palabra que no sea la más correcta para esa oración. Este es un punto que en mi opinión se podía haber aprovechado muchísimo mejor, creando múltiples situaciones si se hubiera elegido a un personaje con un conocimiento menor del lenguaje y de las formas japonesas, pues aquí ya tiene él especial cuidado en respetar las formas tan meticulosas e imprescindibles del día a día de un japonés.
Un punto cuiroso es que la película tanto en el inicio como en varios momentos, hace un pequeño paréntesis de un minuto y nos muestra varias parejas reales de Japón donde uno es occidental y ella es japonesa, donde se les van haciendo algunas preguntas como por ejemplo: ¿qué expresión es la que más os gusta? o ¿qué te choca más de su comportamiento? Son buenos momentos en los que se ve que estamos hechos de una pasta bastante diferente.
En cuanto a la película en sí, en general te queda la sensación de que no han aprovechado todo el potencial que podía dar de sí, prinicpalmente en la relación entre los dos, centrándose demasiado en los problemas que tiene ella para poder publicar como mangaka, auqnue aquí tendremos la oportunidad de ver la tensión y estrés con el que viven estos autores, obligados a cumplir con unos plazos de entrega muy rigurosos y a unas jornadas de trabajo eternas. Resulta simpática y tiene algunos momentos buenos, sobretodo en la boda de la hermana de ella y cuando conoce a sus padres, ya que el rechazo por parte de sus progenistores es evidente y muy creíble al sentir. Sin embargo ya que la multitud de situaciones que se podían haber buscado en caso de trabajar un poco mejor el guión, a buen seguro que habrían propiciado una comedia mucho más perdurable en nuestra memoria.
Para pasar el rato y para todos aquellos que quieran tener un primer contacto con la manera de ser japonesa, puede resultar una experiencia entretenida, para los que ya estén más familiarizados con los japoneses, quizás les sepa a poco.
Ya no es solo la barrera lingüística que existe, que la hay, sino toda una larga lista de costumbres que hacen que la convivencia entre personas de culturas tan diferentes dé para muchas anécdotas y conflictos. Así, no es de extrañar que nos podamos tropezar con una película como My darling is a foreigner (o sea, "Mi amor es un extranjero"). De entrada la temática resulta interesante, ya que ver el choque cultural entre un occidental que se va a vivir a Japón y una japonesa que se dedica a dibujar manga profesionalmente, siempre puede dar mucho de sí. El probelma de la comunicación entre ambos no es una gran barrera, pues él habla un japonés más que correcto y solo en algunas ocasiones se explota el malentendido que pueda haber al no entender una frase o dar una respuesta con alguna palabra que no sea la más correcta para esa oración. Este es un punto que en mi opinión se podía haber aprovechado muchísimo mejor, creando múltiples situaciones si se hubiera elegido a un personaje con un conocimiento menor del lenguaje y de las formas japonesas, pues aquí ya tiene él especial cuidado en respetar las formas tan meticulosas e imprescindibles del día a día de un japonés.
Un punto cuiroso es que la película tanto en el inicio como en varios momentos, hace un pequeño paréntesis de un minuto y nos muestra varias parejas reales de Japón donde uno es occidental y ella es japonesa, donde se les van haciendo algunas preguntas como por ejemplo: ¿qué expresión es la que más os gusta? o ¿qué te choca más de su comportamiento? Son buenos momentos en los que se ve que estamos hechos de una pasta bastante diferente.
En cuanto a la película en sí, en general te queda la sensación de que no han aprovechado todo el potencial que podía dar de sí, prinicpalmente en la relación entre los dos, centrándose demasiado en los problemas que tiene ella para poder publicar como mangaka, auqnue aquí tendremos la oportunidad de ver la tensión y estrés con el que viven estos autores, obligados a cumplir con unos plazos de entrega muy rigurosos y a unas jornadas de trabajo eternas. Resulta simpática y tiene algunos momentos buenos, sobretodo en la boda de la hermana de ella y cuando conoce a sus padres, ya que el rechazo por parte de sus progenistores es evidente y muy creíble al sentir. Sin embargo ya que la multitud de situaciones que se podían haber buscado en caso de trabajar un poco mejor el guión, a buen seguro que habrían propiciado una comedia mucho más perdurable en nuestra memoria.
Para pasar el rato y para todos aquellos que quieran tener un primer contacto con la manera de ser japonesa, puede resultar una experiencia entretenida, para los que ya estén más familiarizados con los japoneses, quizás les sepa a poco.
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