La ópera prima del canadiense Eli Craig se perfila como un prometedor arranque en su carrera, presentando desde principios del 2010 su película en diferentes certámenes de todo el mundo, sobre todo, de cine fantástico y de terror. El pasado octubre, aquí en Sitges, fue la cinta que más rápido agotó sus entradas (yo sufrí las consecuencias de quedarme fuera) y esperaba con ansía el poder disfrutarla.
Tras varias copias filtradas en la red con la advertencia "Workprint" (trabajo incompleto, sin acabar) se asomaba imposible llegar hasta ella en condiciones, pero internet es tan increíble que ya la tenemos aquí, completa y en perfecto acabado técnico.La historia nos traslada a las montañas de Virginia, donde dos montañeros (Tucker y Dale) van de vacaciones a una vieja cabaña que necesita algunos arreglos. Paralelamente, un grupo de universitarios se cruzan en su camino y acampan cerca para contarse historias de miedo, beber cervezas y escuchar música, entre otras actividades más sudorosas.
Tucker & Dale, una pareja de divertidos montañeros |
Marca de la casa |
Y digo casi porque encierra unos minutos pasado el meridiano de la película que duerme un poco la gamberrada por otros factores que no funcionan tan bien, como el innecesario intento de reconciliación entre Dale y Chad (el universitario más polémico) y algunas conversaciones secundarias entre el grupo de jóvenes, prescindibles cuanto menos.
En conjunto resulta ser un film con un ritmo tremendo, con escenas muy bien filmadas y que renueva el género de la comedia de terror, que tanta falta le hacía.
Destacar positivamente además la interpretación del dúo protagonista, que lo resuelve con una química increíble, acentuando mutuamente el acento del "american redneck" que tan apropiado resulta y los acertados guiños sexuales que nos regala el director. Una comedia tan necesaria que debería convertirse en un trabajo de culto, pero eso sólo el tiempo lo dirá. De momento, ya tiene a un fiel defensor de su propuesta divulgándolo en voz alta. Un clásico del género.
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