China, en el año 690 D.C, varios dignatarios están visitando el interior de un enorme buda de 60 metros de altura que se está construyendo en honor de la inmediata ascensión de Wu Zetian, la primera emperatriz de la historia, cuando uno de ellos sufrirá una combustión instantánea dejando solo unas pocas cenizas como pista y a todo el mundo asustado.La emperatriz Wu solicitará la ayuda de Dee Rinjie (el detective Dee para todos a partir de ahora) para que se encargue de esclarecer el caso a pesar de que en el pasado se enfrentó a ella, ya que consideraba que debía ser su hijo quien tenía que ostentar el poder (a pesar de ser un niño) y no ella, por lo que lógicamente fue encarcelado. Dee (Andy Lau) empezará a investigar quien puede estar detrás del asesinato, viéndose inmerso en un caso mucho más complicado a medida que va indagando. Una gran producción made in Hong Kong que no escatima en medios técnicos, multitud de extras y que sin embargo me deja la sensación de ser un tanto vacía y desaprovechada. De la mano del director Tsui Hark, tendremos grandes momentos, como el arranque con la visita inicial dentro del buda hasta la combustión que nos pondrá en alerta (que es de lo mejor de la película y que te hace concebir grandes esperanzas), junto con otras escenas que son deslumbrantes a nivel de escenografía (la de la visita a las catacumbas y las luchas en el agua encima de troncos, son geniales y ojalá toda la película hubiera ido por ese camino) y algunas (que no todas) de las luchas coreografiadas.
Sin embargo en sus casi dos horas, tendremos tiempo para otras cosas como perdernos con un guión enrevesado, confuso y alargado innecesariamente, con escenas tan olvidables como las de los ciervos embistiendo a Dee (se nota desde lejos que son meras animaciones por ordenador sin consistencia ni gracia), o aburrirnos con alguna conversación con poco contenido, que no llevan a ningún sitio y que digámoslo claramante, son relleno y poco más. Por lo que al final, aún siendo una película entretenida y con un nivel técnico muy superior a la media de producciones asiáticas de artes marciales, me he quedado un tanto decepcionado.
Si en el apartado visual tiene sus principales logros (el efecto de las combustiones es muy bueno y la escena de los troncos remarco que es genial), en casos puntuales son también su perdición por pecar de exceso, y es que en algunos planos quieren poner tantas y tantas cosas, que al final pierden credibilidad y algunas de ellas huelen a 3D barato que echan para atrás (escena donde vemos los templos y podríamos soltar un Ohhhhh, acabas soltando un Uffff cuando meten barcos por todas partes para que en el agua no quede un centímetro vacío).
Las luchas en general tienen buen ritmo y son originales, que eso cuesta de ver ultimamente y se le agradece, la verdad. Otras por el contrario son más típicas, como cuando se empeñan a subirse a árboles e ir de rama en rama al estilo de Tigre y Dragón, acabando un poco cansado de (como los llamo yo, con perdón) de tanto chino saltarín.
Como curiosidad remarcar que en la visita inicial al buda, los dignatarios extranjeros que están como invitados, hablan en castellano, pero sus vestimentas si algo me recuerdan sería a la de los romanos... me ha dejado con la curiosidad de descubrir realmente a quien querían poner aquí sus creadores. No sería la primera vez que vemos un patinazo cultural garrafal (quien no recuerda en una de las entregas de Misión Imposible, como se mezclaban cosas tan diferentes como las fallas y la semana santa... diciendo que quemaban a los santos, chapeau!!!).
En fin, que es una buena opción para ver una película de artes marciales bien hecha y bastante entretenida, con un toque a lo Sherlock Holmes para variar.
Nosotros la vimos ayer. Estoy de acuerdo con tu análisis en que resulta confusa (¿tortugas?...eso son cochinillas!!), con tanta traición y nombres impronunciables. También en la terrible escena de los ciervos, muy mal, y en el empacho de efectos CGI, que aunque no están mal, acaban por agotar la mirada y juega en su contra (2 horazas además)...
ResponderEliminarPor contra, no estoy nada de acuerdo en que las combustiones estén muy bien hechas, a mi me parecen un adorno técnico de postproducción bastante lamentable.
La introducción del "prota" (vaya farsa lo de las lentillas y su retirada del mundanal ruido)y el exceso de diálogos no ayudan.
También me sobran chorraditas como la transfiguración, la ventriloquia, el chino albino o las heridas de muerte que acaban siendo arañazos.
En definitiva, un entretenimiento que mezcla intriga (el caso prometía, qué pena) con wuxia pero que peca de excesos en muchos sentidos y de farragosidad técnica (que es como el maquillaje, el mejor no debe notarse, aunque haya un kilo).
Ah, por cierto. Para mi, un 6 pelao.
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