Dicky Eklund (interpretado magistralmente por Christian Bale), fue el héroe durante muchos años para la gente de la ciudad de Lowell, ya que años atrás, dedicado al boxeo, consiguió derrotar a toda una leyenda como Sugar Ray Leonard. A pesar de poseer unas buenas cualidades para el boxeo, desaprovechó su momento, entrando en una espiral decadente, para acabar enganchado al crack, creando continuos disturbios con la autoridad y seguir soñando con un improbable regreso al cuadrilátero a pesar de tener ya 40 años. Su hermano pequeño Micky Ward (Mark Wahlberg), ha seguido sus pasos y es un boxeador con la calidad suficiente como para destacar en este mundillo, aunque vive eclipsado por la sombra de su hermano. Dicky, forma un peligroso tándem con su madre (una Melissa Leo que también lo borda), siendo su entrenador y mánager respectivamente, dominándole por el fuerte carácter de ambos y por la presión familiar de esta familia irlandesa de 9 hermanos.
No obstante y tras una pelea que nunca se debió celebrar, Micky decidirá romper con su familia para dar un giro a su carrera pugilística e intentar de una vez por todas comprobar si puede llegar a lo más alto.
La película puedo decir que me ha gustado, pero a pesar de unas enormes interpretaciones de dos de sus protagonistas, no me ha entusiasmado. Christian Bale, de nuevo adelgazando un montón, consigue no solo una transformación física digna de mención, sino toda una lección de actuación dando vida a un yonki totalmemente creíble; sus gestos, su comportamineto y sobretodo esa mirada de enajenado, de no saber bien del todo donde está, son lo mejor de toda la historia. Por su parte, la matriarca de la familia no se queda atrás y sabe dar vida a una mujer de clase baja con un fortísimo carácter, que ha levantado practicamente sola a una familia con 9 hijos (con 7 hijas que son unas verdaderas arpías y que se hacen odiar en todo momento). El gran fallo, desde mi punto de vista, es el protagonista principal sobre el que gira la historia, Micky Ward, interpretado de una forma bastante plana por Mark Wahlberg (buen trabajo físico), éste no sabe darle la credibilidad, la emoción y transmitir todo el magnetismo y fuerza que necesita el personaje. Se queda en un dibujo un tanto carente de alma y que en todas las escenas que comparte plano con su hermano, queda totalmente eclipsado por la actuación de Bale.
El guión es bueno, está basado en una interesante historia real (al inicio de los créditos finales podemos ver a ambos hermanos en la vida real y comprobaremos lo bien que capta Bale al hermano), la ambientación creíble del todo y los secundarios también están a una buena altura.
"Solo" la mencionada interpretación de Walberg le quita fuerza a esta propuesta e impide que le pueda dar una mejor valoración. Las escenas en el ring tampoco acabaron de convencerme y creo que podrían estar un poco más trabajadas.
Como buen amante del cine de boxeo, me ha entretenido pero sin llegar a marcarme como otras del género. A pesar de todo, tiene suficiente interés para verla y no quedar defraudado.
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