Agarrándose a esta última oportunidad, Seymour se desvivirá para que la nueva planta crezca y sobreviva.
Su sorpresa llega cuando descubre de que se alimenta la planta y de la capacidad de esta para hablar, presentándosele un dilema entre ceder a las exigencias de la planta o no.
Esta es una cinta menor, hecha con muy poco presupuesto por el maestro del cine de serie B, Roger Corman; se nota que no había dinero para casi nada y casi todas las escenas pasan en decorados de interiores, pero con buen sentido del humor y tirando de saber hacer, nos regala esta simpática obra que con una durada de 70 minutos, cumple con lo que buscaba, un toque de cine de antaño y reírme un poco, tanto con lo que considero aciertos como los puntos en los que creo que cojea, disfrutando de un humor negro irreverente para la época.
Más curiosidades, la idea se le ocurrió a Corman en plena noche de borrachera y se utilizó como escenario un edificio que se iba a derruir en 3 días, por lo que en un día se preparó el guión y en dos más se grabó este pequeño clásico.
Habría un remake en 1986 titulado "La pequeña tienda de los horrores", que superaba en todos los aspectos a la que tenemos entre manos. Mejor actuada, buenos medios, un guión más trabajado, más divertida y dándole un toque musical que incluso a mí, poco amante del género, me parece que es de lo mejor que he visto (hubo también un musical en Broadway).
Jack Nicholson debutando |
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