Una década, la de los 80, es especialmente entrañable. Nos dejó esa serie de películas míticas, que aunque todos sepamos sus condicionantes cinematográficos, nos entusiasmaron y marcaron por igual. Realizaciones como Los Goonies, Cazafantasmas, Regreso al futuro, Indiana Jones, Gremlins y un larguísimo etcétera, fueron nuestro alimento cinéfago desde pequeños, y el cariño hacia ellas no parece agotarse. En mi búsqueda de títulos ochenteros algo olvidados, me tropecé con esta "El vuelo del navegante", una producción de 1986 que contiene todos los elementos de la década y que recordaba muy lánguidamente, así que decidí recuperarla.
La emblemática nave |
Nos cuenta la aventura de David, un niño de 12 años que allá por 1978 se hace cargo de buscar a su hermano pequeño por un bosque (1 km de caminata peligrosa por un bosque frondoso y tenebroso, lo más normal del mundo) y que por ser curioso tropieza y queda inconsciente. Al despertar, para su sorpresa, han pasado 8 años y todo ha cambiado, sus padres y su hermano han envejecido, ya no viven en la misma casa, etc... en cambio, él, no ha cambiado en absoluto. La NASA a su vez descubre un objeto volador no identificado (vale, un OVNI) que hace pensar en similitudes con la desaparición inexplicable del chico. Al recluir al chaval en sus instalaciones, David descubrirá que ha sido abducido y llenado de información cartográfica espacial, y que se ha convertido sin quererlo en el navegante de dicho OVNI..
Sarah Jessica Parker, en un pequeño papel |
La nave, aparcada en Disneyland Orlando |
Mi puntuación arriba no deja de ser una extraña combinación de cariño, objetividad y fascinación por ese comienzo tan bien estructurado. Marc, la Martina deberá visionarla cuando tenga 6 u 8 años, es necesario.
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