martes, 7 de junio de 2011

TENER Y NO TENER (1944)

Un clásico del cine negro de 1944, que ocasionó el famoso matrimonio entre Humphrey Bogart y Lauren Bacall, en el primero de sus 4 films juntos.
El director del film, Howard Hawks, sostuvo que el bueno de Humphrey se enamoró tan hasta los huesos del personaje de Lauren, que ella, de alguna manera, tuvo que seguir "actuando" el resto de su vida para enamorar a su amado Bogart.
La historia de "Tener y No Tener" nos habla de Harry y su compañero borracho Morgan, dos marineros a sueldo que esperan clientes que contraten sus servicios en la isla de Martinica durante la 2º Guerra Mundial. Tras la aparición de la resistencia francesa, se verán envueltos en negocios turbios y asuntos peligrosos, que sin quererlos, deberán resolver para salvaguardar su existencia.
La sugerente entrada en escena de Marie Browning (una jovencísima Bacall), al que cariñosamente Humphrey llama "flaca", será el punto inicial de un viaje lleno de pasiones ocultas y acción intrigante, que desembocará en una trama sugerente no exenta además de humor inteligente. De hecho, esa tonalidad cómica (en buena medida por el personaje de Harry) es, en mi opinión, la mejor baza del film, ya que demuestra una hiriente ironía y una sutil manera de describir los hechos con comentarios llenos de sarcasmo. Sus inicios (los primeros 20 minutos) son puramente formales, presentación de personajes y situación argumental, pero a partir de ahí, Bogart se desenvuelve con cierta libertad y toma protagonismo, acentuando su carácter por el bien del proyecto.

Con la presentación de "la flaca" todo mejora, ya que ofrece las mejores secuencias del film junto a su partenaire, dos piezas que encajan a la perfección en este tipo de films (mítica la escena del silbido y la botella de vino) y nos regalan pequeñas escenas incunables de la historia del cine. Uno realmente agradece mucho esos momentos por su magia y su condición imperecedera, siendo de obligado visionado para el amante del séptimo arte.
Argumentalmente sin duda resulta más que notable, por conseguir evolucionar y desarrollarse sin anclarse en terreno político (pese a la guerra) y sometiéndonos gustosamente a un recorrido agradable a la vez que interesante.
Tan sólo la última parte parece tener dificultades para cerrar el film en condiciones excelentes, y tiemblan un poco sus cimientos de guión, no de sus personajes, todos maravillosamente dibujados. No destacan ni su fotografía ni su ambientación, como sucede en otras cintas de Hawks que llegan a la excelencia, ni tan siquiera su música, pero contiene algo invisible y casi imperceptible que la dotan de un sugerente contenido mágico, convirtiéndose casi sin quererlo en una nueva "Casablanca" con piano incluido además.
Un elenco espectacular de actores únicos que consiguen un despliegue lleno de carisma y atractivo como pocos. Una obra de culto, pese a sus muy perdonables bajones.

1 comentario:

  1. A mí me gustó mucho y me sorprendió ver a Bacall no joven sino casi adolescente, a pesar de que el posado y la vestimenta de la época nos la hagan parecer mayor. Otra grande de Bogart.

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