miércoles, 22 de junio de 2011

CAPITÁN AMÉRICA (1990)

El próximo 5 de agosto del presente año llegará a nuestras pantallas el esperado proyecto cinematográfico sobre el héroe americano por excelencia, al que todavía no se le había rendido una merecida adaptación y necesitaba urgentemente un lavado de cara. Hablo, como no, del Capitán América.
Sus primeras intentonas de pasar del cómic a carne y hueso fueron en forma de series de televisión ridículas, cercanas al cine trash y verdaderamente infumables; aunque no todo estaba perdido, ya que a la tercera vez que alguien lo propuso (descartando su necia película junto al Santo mexicano y sus versiones filipinas), fue poco más que interesante, invadiendo nuestros video-clubs a principios de los 90 y siendo verdaderamente significativa en los éxitos de aquél "direct-to-video" que tanto cine zafio nos ha regalado.
Esta coproducción entre Estados Unidos y Yugoslavia (suena mal, ¿eh?) roza lo presentable, mostrándonos en primera instancia a un niño prodigio secuestrado por el ejército nazi para ser pasto de sus experimentos, y convirtiéndose en el desdichado "Red Skull", una especie de super soldado con aptitudes superiores al ser humano normal pero con un cráneo desmesurado y rojo (no conozco en profundidad el original, asi que ignoro la naturaleza de tal mutación).
Ese mismo experimento, con contrarias intenciones, será el impulsor para intentar recuperar a un soldado americano -rubio, alto... como si los americanos fueran así todos- afectado de polio que se presta a tal proyecto (hay hechos inexplicables, pero prefiero no pensar en ellos), teniendo resultados increíbles pero tristemente acontecidos por la muerte de su creadora, que así, jamás se volvería a repetir la jugada... (aceptaremos barco por los buenos tiempos...).
Steve Rogers, convertido ahora en el Capitán América, deberá combatir los maléficos planes con misiles incluídos de Red Skull (tal vez no era tan prodigioso el niño al fin y al cabo...) y así detener la hecatombe mundial. Primero lo intentará en los años de la segunda guerra mundial, pero por circunstancias asombrosas acaba congelado en algún lugar de Alaska después de patear a un cohete. Conservado en perfectas condiciones durante décadas en el hielo, amanece en los ochenta como si nada hubiese pasado (harían falta unas pinzas enormes para seguir el hilo argumental), y vuelve a combatir a Cráneo Rojo, esta vez sin la cara coloreada (debido a la cirugía, según nos cuentan) para volver a explicarnos lo valiente y patriota que se siente el tipo.
Un film con demasiadas cosas en contra pero alguna que otra a favor, como por ejemplo su carente sentido del ridículo, su inocente ambientación y sus bienintencionados mensajes, toda una lección de humanidad, valores y entrega a una bandera (lo que menos comprendo, por cierto).
También hace diminutos guiños cómicos, como cuando comenta su colorido traje, que pese a ser antibalas y muy patriótico, poco poder de camuflaje le ofrece, siendo pasto del enemigo claramente.
Argumentalmente es deleznable, pero advierte cierto aire cercano al cómic que merma nuestro aburrimiento y agradecemos desde nuestra parte más freak, sin duda, necesaria para soportarla.
El reparto tiene algunas caras conocidas, como la del prolífico Ronny Cox (esta vez, como presidente de los EEUU) o el bueno de Ned Beatty, que sostienen el peso de la cinta y le otorgan gramaje histórico al conjunto, pero sin demasiado entusiasmo, por supuesto.
Irremediablemente la cinta frena su breve interés inicial por un mediocre y cansino desenlace que termina con un final apoteosicamente fallido, con luchas imposibles, montajes paupérrimos de las secuencias y un manejo infantil de la música de fondo, algo decididamente próximo a la catástrofe.
De hecho, cuando no sale en pantalla el héroe del escudo en círculos, tenemos una sensación de ser visualmente torturados, sin piedad ni compasión, ya que lo más divertido es ver al tío del antifaz con las alitas en las sienes (lo que menos entiendo del traje, no sirve para nada) con esos morritos y esa filosofia heróica inagotable, ya que todo lo que hace, es por su país (puaj..)
La nueva versión de este 2011
En fin, hay un pelín de llama en esta película pero se apaga a los 20 minutos, donde descubrimos el verdadero pastel y lo que nos han colado... que es un gol por la escuadra. Destacar que el rol principal iba a ser para Arnold Schwarzenegger, pero quedó descartado por su acento austriaco (que aún conserva) o para el bueno de Dolph Lundgren, que estaba ocupado con su malograda versión del Punisher, y que por supuesto más adelante postearé.
La edición de este film en formato digital se ha hecho esperar, y con la noticia de su venidera adaptación a lo grande, saldrá al mercado este verano. Ya sé que estaréis como locos por haceros con una copia..... menuda farsa.

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