

El cineasta en cuestión es Lawrence Woolsey, un showman de Hollywood que aprovecha el temor por un posible bombardeo a la ciudad para provocar terror de verdad, yendo más allá de lo que la gente espera.
Claramente inspirado en William Castle, un cineasta muy peculiar que emulaba a Hitchcock con su puro y su silueta, además de por garantizarse sus cameos en todos sus films. Responsable de grandes películas como House on Haunted Hill (1959) o The Tingler (1959) ambas con Vincent Price y que inventó justamente el truco de las descargas, lo llamó Tingler.Joe Dante supo dirigir con soltura este tributo a las cintas de terror de serie B de los 50 donde, por desgracia, tampoco faltan los romances adolescentes.

Las relaciones del grupito adolescente sobran, sobre todo la del poeta ex-novio de la chica que acaba organizando el desmadre, o la chica defensora de los derechos humanos, inclasificable de paliza que llega a resultar.
Aún entorpecida por estas subtramas, la película sostiene el encanto y me declaro defensor de su causa, al intentar unir a un público adolescente con un tipo de cine gratificante de re-descubrir, procurando ofrecer al espectador de los 90 una dosis de alegría y terror fantástico de aquella época.


Me declaro defensor de la idea de aproximar al público a la película, y creo firmemente que el siguiente paso después del 3D (aún sin conseguir, según mi opinión) será el de meternos de lleno en la situación que proponga el film, como bien aventuró William Castle hace tantos años.
Matinee pues, es una película que cada uno valora según su bagaje, ya que si no disfrutas ningún homenaje, te parecerá incluso ridícula.
Las historias de adolescentes dentro de este film están justificadas, y sin ninguna duda...eso es amor, y no lo que nos quieren vender ahora.
ResponderEliminarFíjense en las escenas de las parejas, como se miran, como hablan, y sobre todo la escena del final, con los títulos de crédito. A tí te pueden parecer fuera de contexto, o sobrantes, pero no lo son. Es un homenaje al primer amor, o a nuestro amor de juventud. Maravillosa además la música del gran Jerry Goldsmith.
Por fin una argumentación de cierta solidez tras un análisis, estaba desesperado. Es concebible que te recuerde al primer amor y que la consideres un homenaje, pero mi realidad es tan diferente que todo me parece teatral y de alguna manera, fingido. No detecté miradas ni conversaciones que significaran gran cosa. Sin duda alguna ahí radica el encanto del cine, cada uno ve y detecta algo diferente y lo que para ti es un homenaje para mi fue un engorro. No recuerdo a Goldsmith hacerlo mal nunca, un genio.
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