
Aprovechándose de éxitos internacionales, cogía su cámara, llamaba a sus actorcillos y en una semana rodaba una versión salchichera del film de moda, creando 3 dañinas producciones a cual más aberrante.
La primera fue Horror Story (1972), una insufrible comedia con tintes terroríficos que, sin piedad alguna, castiga al espectador hasta dañarle el cerebro.
La segunda es la que traigo hoy, Los kalatrava contra el imperio del karate (1974), obviamente parodiando la exitosa Operación Dragón que asomaba por España en esas mismas fechas y que ahora entraremos a diseccionar sin compasión.
Por último, y no menos importante, llegó su obra maestra, El E.T.E y el Oto (1983), tal vez la película más casposa del panorama español de todos los tiempos, una joya del cine trash y objeto de obligado estudio sociológico. Situando a los inaguantables hermanos contra el mencionado imperio del karate, Esteba nos explica lo siguiente :


La experiencia es un despropósito extremo, llegando a tal punto de zafiedad que la convierte en una de las peores películas, si no la más idiota, que se haya rodado jamás.

La trama es tremendamente estúpida y su contenido insultante, por no hablar de los actores, paupérrimos hasta el castigo, destacando al feo, Paco, tal vez la peor actuación de toda la historia cinematográfica mundial.
Para empezar, no se le entiende nada, su dicción es tan mala que pensamos que sufre ataques constantes o es del todo subnormal, atentando contra nuestra inteligencia constantemente, sin pausa.

Esta bizarrada máxima ofrece como puntos de interés (cuesta encontrar alguno) la posibilidad de ver la Barcelona de los 70, el aeropuerto del Prat, las golondrinas del puerto o alguna que otra calle céntrica, pero es puramente anecdótico y poco tiene que ver con el film en cuestión.
También nos regalan frases como dardos, como aquella donde Paco dice : - Aquella más que una china, es una piedra!! - claro ejemplo de bobaliconada digna de un guillotinazo.
Estamos pues, ante un catastrófico engendro con pretensiones cómicas totalmente desaconsejable y que pone en evidencia al cine en general, porque para esto no se inventaron las lentes.
El visionado, además, era en calidad VHS ya que nadie se ha dignado a editar su versión digital, con lo que mi dolor fue todavía más pronunciado.
Pues bien, debo terminar mi análisis, que ya veo venir a los enfermeros con las medicinas... hasta la siguiente!!
PD: Por cierto, sorprende, y mucho, que su nota en imdb sea un 4.0, obviamente un conjunto de energúmenos bromistas con ganas de recomendar un producto radiactivo como éste.
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