Mostrando entradas con la etiqueta CRONENBERG. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta CRONENBERG. Mostrar todas las entradas

miércoles, 31 de octubre de 2012

VIDEODROME (1983)

El siempre controvertido cineasta David Cronenberg se adentró una vez más en las complejidades de la psique humana en el que fuera su octavo film, “Videodrome”, sirviéndose en esta ocasión de las (por aquél entonces) nuevas y emergentes tecnologías para desarrollar una historia repleta con todos sus ingredientes más característicos, como pueden ser las mutaciones, la perversidad sexual o su siempre provocativo tratamiento de la misoginia.
Como ya demostró previamente en “Vinieron de dentro de…” (Shivers,1975), - donde unas babosas parasitaban a los humanos hasta convertirlos en meros zombies -, o en “Cromosoma 3” (The brood,1979) –jugando con la experimentación clínica que daba como resultado la gestación de prole mutante-, Cronenberg sentía la necesidad de narrar historias extravagantes cercanas a lo grotesco, tonteando con lo pornográfico y con un denominador común, la femineidad y/o maternidad como precursores de todo.
Aquí, el polémico director canadiense muestra como la incesante búsqueda de Max (James Woods) por conseguir imágenes cada vez más impactantes en su vida (no ya tanto para su programa de TV), le hará tropezar de una manera inusualmente accidental con una emisión pirata denominada “videodrome”, que llamará su atención por el alto contenido de violencia y sexo hiperrealista mostrado en pantalla, dentro de un juego perturbador y peligrosamente similar a las denominadas “snuff movies”.


Tras su visionado, Max comenzará a experimentar extrañas y viscerales alucinaciones que le llevarán incluso a fusionarse con la citada cinta y sumergiéndolo definitivamente en un delirante viaje psicológico del que le será imposible escapar.
Conceptualmente, son varias las reflexiones o posibles lecturas que del film se pueden extraer. Por un lado, el visionario punto de vista de Cronenberg a la hora de abordar el fenómeno de la manipulación mediática, adelantándose a su tiempo y profetizando sobre el daño que puede llegar a provocar en el individuo (y que de hecho, ya son comunes en ciertas personas en la actualidad, que padecen alteraciones de conducta, falta de sociabilización, rechazo…).


Por otro lado, también deviene un interesante ejercicio de investigación acerca de la nueva estética contemporánea, advirtiendo sus posibles consecuencias (asesinatos, desviaciones sexuales, alteraciones psicopatológicas…) que tan evidentes son ahora con las posibilidades ilimitadas que ofrece internet.
La peculiar lucidez con la que Cronenberg retrata la condición humana siempre resulta interesante, ya que desdibuja a placer (y a menudo de manera explícita) el poder de la “carne” sobre el individuo, subrayando por ejemplo una atracción sexual desmedida en “Crash”, extremidades fálicas con sed vampírica en “Rabia” o monstruosas vaginas ventrales en la citada “Videodrome” (por cierto, las cintas que se introduce Max debían ser Betamax porque las de un VHS eran demasiado grandes).

Max experimentando alucinaciones

Como conclusión, me atrevería a decir, sin miedo a equivocarme, que tras varios intentos por definir sus consabidas obsesiones en su filmografía previa (no hay que caer en el error, “Rabia”, “Shivers” y “Cromosoma 3” fueron obras bastante peculiares pero sin duda menores que incluso rozan la mediocridad), Videodrome se erigió como la obra definitiva y definitoria de un ya adulto Cronenberg, que sirvió además como antesala para la que poco después sería, para un servidor, su verdadera obra maestra, “La Mosca” (The fly,1986).

jueves, 23 de junio de 2011

CROMOSOMA 3 (THE BROOD) (1979)

Tras las peculiares Rabia y Vinieron de dentro de..., David Cronenberg nos presentó un film todavía más enrevesado si cabe, repleto de juegos psicológicos y comportamientos esquizofrénicos que no nos ha dejado indiferentes, pero si un pelín decepcionados.
La historia nos lleva a conocer al doctor Hal Raglan (un Oliver Reed demasiado inexpresivo) que inventa una terapia somatizadora de los enfermos mentales. Al someter a la paciente Nola Carveth (Samantha Eggar, la más arrebatadora del metraje) a dicho estudio, ella desatará un latente flujo de rabia descontrolada que provocará terror allá por donde pasa. La furia se dibuja en forma de criaturas sin ombligo ni dientes que atentarán contra todo ser molesto en los planes del doctor, que manipulando a su abeja reina, logrará llevar a cabo sus aterradores estudios, erigiéndose como el "mad doctor" del film.
El marido de Nola, Frank, investigará el extraño caso e intentará desvelar el fruto de esos estudios que tantas muertes está causando.
El visionado de este film no resulta tan placentero como esperábamos, y se hizo cuesta arriba debido a lo perturbador de sus diálogos, todos llenos de locura transitoria y a ese descoloque continuo al espectador, que trata de darle forma minuto tras minuto al conjunto pero que ve como se aleja de la lógica cada vez más, y se asienta en terreno farragoso de difícil coherencia. Hasta que no aparece la criatura desdentada con apariencia de niño todo es anodino, pero la llegada de dicho ser nos despierta el gusanillo de la curiosidad, que más adelante nos desvelaría la mejor escena del film, la secuencia final con Nola, del todo peculiar.
Vemos tics de Cronenberg constantemente, y pese a ser signo de autor, no favorecen en nada al producto, que acontece de demasiada sobriedad tratando un tema de menor trascendencia, como al final nos percatamos. Una obra considerada por muchos como un punto y a parte en la filmografía del cineasta, que personalmente me ha dejado tan interesado como anestesiado, llevándome a un terreno de indiferencia cinéfila nada positivo, porque sin llegar a molestarme, no me ha llegado  a transmitir nada de entusiasmo. Tal vez en la esperadísima secuencia final, con Nola enseñándonos sus mutados atributos y mordiendo sus propias bolsas embrionarias llegamos al verdadero zenit y se nos hace más fácil su digestión, ya que al acabarla, todo cobra un poco más de sentido y comienzas a repasar datos y hechos que antes se arremolinaban en nuestra mente y ahora ordenamos a la perfección (excepto un par de secuencias, del todo extrañísimas). Así pues, la valoración es complicada, porque por un lado molesta que jueguen con nosotros con tanta parsimonia, a un ritmo desquiciante y algo de petulancia, pero por contra, nuestra desdicha se aclara con la unión de todos los hechos, y salimos con la sensación de haber entrado en el juego de Cronenberg sin darnos ni cuenta, hecho de considerable acierto por parte del canadiense.
Nola en pleno apogeo sensual
Una cinta inspirada a raíz de los problemas matrimoniales del propio David, que dijo tener similitudes incluso con su verdadera mujer reflejados en el personaje de Nola, que esperemos no sea la crianza de niños mutantes en bolsas orgánicas.
El título original "the brood" (progenie) se ve alterado por el españolizado "cromosoma 3", que simplemente hace mención al perturbador gen de Nola, capaz de engendrar prole mutante. Pero en ningún momento del film original (en la versión doblada lo ignoro) se hace mención a dicho cromosoma.

sábado, 14 de mayo de 2011

VINIERON DE DENTRO DE... (1975)

Un científico crea unas babosas genéticamente diseñadas para ayudar al ser humano, con la idea de ser funcionales orgánicamente (como si una babosa fuera tu próximo trasplante de riñón, vamos), pero lo que consigue es un parásito que una vez dentro del ser humano, lo convierte en un asesino sediento de sexo (esas babosas tampoco son tan malas ahora que pienso) pero también en un ser irracional y destructivo (todo tiene su parte mala). La acción nos sitúa en un edificio de Montreal -siempre Cronenberg en su país natal- donde el grupo de vecinos serán los parasitados.
En la trayectoria de David Cronenberg nos hemos encontrado con destellos de genialidad (Videodrome, La Mosca...) pero también con proyectos mal envejecidos (Rabia) y es a este segundo grupo al que pertenece este film con nada más y nada menos que 3 títulos oficiales diferentes. La película se denominó en Canadá originalmente como Shivers (algo así como escalofríos), pero cambió de nombre en los USA y se convirtió en -They Came from within (vinieron de dentro) -, aunque distribuido por la Europa anglosajona como -The parasite murders- (los parásitos asesinos) y luego aterrizando en nuestras tierras con el extraño nombre de - Vinieron de dentro de...- hecho debatible cuanto menos. Aclarado el título, repasemos el filme en cuestión, que ya forma parte del culto al terror en los 70 pero que debido a múltiples copias y remakes, se ha visto ahogada de repercusión, siendo anecdótica y poco más. Contiene momentos de impacto, y que ofrecen una naturalidad impropia del terror (esa lucha en la habitación del hotel, sin gritos ni palabras, entre el doctor y una infectada) que nos dejan perplejos y con ánimo de seguir la experiencia. Las consecutivas infecciones son bastante previsibles, porque llega un punto en que nuestra generación se conoce la fórmula hasta tal punto que nos adelantamos al director, en aquella época un visionario, hoy convertido en objeto de estudio, nada más.
El metraje es corto, apenas 87 minutos, pero da tiempo para aburrir, sorprender, bostezar y sobre todo, volver a aburrirnos de nuevo, quedando en mediocre el resultado final.
Hay algo enigmático en ella por eso, es una sensación de no haberla entendido al 100% o bien porque mi inteligencia va en detrimento con mi edad o bien debido a sus enrevesadas explicaciones, algunas entendibles, otras con algunos interrogantes. Un filme con peste a Autor que decepciona más que enamora, con resquicios de genialidad ensombrecidos por una filmación petulante (cámara temblorosa o enfoques imposibles) propias de farsantes cineastas con ganas de cabrear al noble espectador.
Mi devoción por David Cronenberg es inestable, porque cuando termino una obra como La Mosca lo venero, pero cuando termino esta, lo aniquilaría (no estaré muy fino yo tampoco).
Los desnudos que no falten
En 1975 Cronenberg obtuvo el galardón a mejor director en el Festival de Sitges por este filme, fomentando su curiosa concepción del cine fantástico. Me imagino que poca cosa más habría para elegir ese año, no?.De todas maneras, celebro que obras de este calibre reciban premios, porque es un campo que me gusta cinematograficamente y lo prefiero a otros géneros (musicales, melodramas..).
Destacar que homejeando a Romero el final de esta Shivers es épico, con una legión de "infectados" medio zombies sedientos de sexo que acompañados por las primeras notas del futuro tema Thriller de Michael Jackson (esto es cierto), convierten el clímax del film en lo mejor de éste, a parte de nuestro deseo que terminase, claro.

viernes, 29 de abril de 2011

RABIA (1977)

Rose sufre un accidente de moto que obliga a su hospitalización en una revolucionaria clínica cercana. Allí intentarán salvarle la vida mediante procesos experimentales, ocasionándole algún que otro inconveniente como un apéndice fálico bajo la axila con necesidades sanguinarias. Cada cuerpo que la malograda Rose (Marilyn Chambers saltando esta vez del cine para adultos al cine de autor) penetra con dicho falo se transforma en un humano enrabiado medio zombie con la misma necesidad de sangre, extendiendo a toda la humanidad y creando una verdadera plaga de seres contagiados.
La historia pretende ser rara, bizarra y transgresora, pero adolece de muchos puntos negativos ante tanta proeza argumental. Para empezar, el personaje principal es un acierto, con una Marilyn Chambers que está correcta (incluso notable) pero completamente desaprovechada, ya que algunas escenas podrían haber sido más explícitas y no tan diplomáticas.
El desenlace promete más de lo que ofrece y la sensación que tengo es de que no han desarrollado en su máxima expresión dicha producción, tal vez por desidia del autor o bien por razones de contrato, en cualquier caso, una lástima.
La sensual y sexy Marilyn
David Cronenberg demuestra intenciones, aunque tropieza con algunos golpes de guión que anestesian al espectador creando una sensación de pedantería, tal vez equivocada, hacia él. El compañero sentimental de Rose es detestable, y baja sorprendentemente el listón con su mera aparición (y son muchas, tal vez demasiadas) colaborando en transformar a esta obra en un popurrí de bizarradas sin un planteamiento estable.
Esa misma sucesión de imágenes no te quedan grabadas en la retina, y la intriga de ver como desarrollaran tan extraño guión se nubla ya en la mitad del metraje.
Allá por el 1977 la polémica seguro que estaba servida, resultando un planteamiento arriesgado y valiente, pero a nuestros ojos, no es más que un arrogante y pretencioso alarde de egocentrismo, restándole mitomanía a la figura de Cronenberg.
La edición en DVD viene acompañada de Shivers (también de Cronenberg) en un pack conjunto, a cada cual menos cuidada. Otra prueba más que sobre las ventas en soporte digital (Dvd o Blu-Ray) el único problema no es la piratería, sino la falta de cariño por crear ediciones dignas, y no cualquier birria.
Destacar que la portada más común, la que se muestra a la izquierda, se basa en un momento anecdótico e insignificante del filme, siendo extrañamente peculiar su uso para el poster central.

 




Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...