BRAQUO (2009) - SERIE TV

Max es el jefe de un pequeño grupo de policías del extrarradio de la ciudad de París, formado por Eddy Caplan, Walter, Roxanne y Theo. Bajo su tutela se han acostumbrado a tratar con lo peor de la delincuencia, por lo que la delgada linea que separa lo legal de lo ilegal desde hace tiempo que no es un obstáculo para ellos, ya que no dudan en cruzarla e ir tan lejos como sea necesario con tal de resolver sus casos. El último que tienen entre manos es delicado, y el propio Max dirige en persona el interrogatorio del sospechoso de haber violado y asesinado brutalmente a una mujer embarazada. El detenido se muestra deslenguado y desafiante a pesar del duro interrogatorio al que es sometido, haciendo perder los nervios al policía que acabaa por clavarle un bolígrafo en el ojo. Tras esta brutal agresión, Max es apartado del servicio y Asuntos Internos, que desde hace mucho va detrás de su grupo del que sospecha de sus actividades ilícitas dentro del cuerpo de policía, quiere su cabeza como sea. Si a esto le unimos el falso testimonio del agredido, quien intenta agravar su situación para evitar la cárcel, acusando a Max incluso de intento de violación, tenemos como consecuencia una enorme presión que tanto él como su familia sufren desde ese momento por todos lados (Asuntos internos, superiores, prensa, vecinos, etc...). Todo esto acaba siendo demasiado para Max que desesperado se vuela la cabeza ante sus superiores. Sus cuatro subalternos no se quedan de brazos cruzados y deciden vengarse limpiando como sea la imagen de su jefe, por lo que preparan un plan para secuestrar al detenido y forzarle a retractarse de sus declaraciones inculpatorias. Ninguno de ellos lo sabe, pero ese será el primer paso que van a dar hacía el vacío, donde no hay vuelta atrás y que inicia una persecución constante a la que se verán sometidos por parte de Vogel (jefe de Servicios Internos) para acabar con ellos definitivamente.

Este es el punto de partida de este thriller policíaco intenso como pocos, que nos muestra la cara más sucia de la policía, no solo por los agentes que se saltan las normas a su antojo con tal de lograr sus objetivos, sino también en todos los estamentos de La Gendarmería, empezando por unos Servicios Internos que se ensañan con sus propios compañeros o superiores que hacen la vista gorda si políticamente les conviene para conservar su estatus, haciendo que al final nos cueste distinguirlos de los delincuentes que van apareciendo a lo largo de los capítulos.
Si recientemente en el blog había alabado el trabajo realizado por la BBC con excelentes series como Luther, The hour o The shadow line; ahora son nuestros vecinos franceses que han realizado una serie para plantar cara con garantías a las que nos llegan desde los Estados Unidos. Así Canal + parece haber dado en el clavo para ofrecernos una serie de corta duración (8 episodios en cada una de sus dos temporadas), pero que aprovecha cada uno de sus minutos para condensar una historia donde no hay momentos de descanso ni relleno para alargarla innecesariemente (y se agradece...).

Vogel... un personaje al que se odia pero que pone la salsa a la serie...

El ritmo es trepidante, bien rodada y en cada una de sus escenas logran que la tensión que se respira en el ambiente, se traslade al espectador, haciendo que te quedes clavado esperando ver como evoluciona una trama que promete emociones fuertes. Braquo combina de forma inteligente, intriga, acción, mucha adrenalina y un toque de cine negro que para mí es de lo mejor que tiene: esos personajes que desde buen principio parecen condenados por mucho que hagan o deshagan, ese ambiente sucio y toda una serie de delincuentes de fuerte personalidad que da perfectamente la réplica a los policías. El guión nos regala unos grandes diálogos bien hilvanados que no tienen desperdicio, cargados de insultos, mucha jerga de la calle, frases lapidarias, ironía y sarcasmo, haciendo de ella una serie muy superior en este aspecto a las típicas producciones made in USA donde abundan los diálogos para besugos (vease cualquier episodio de CSI, Bones, etc...).

Es remarcable la actuación en términos generales, creíble, intensa y muy visceral para que los personajes acaben por empatizar con nosotros (cosa que consiguen). Si el plantel de actores que encarna la división SDPJ92, formada por Eddy Caplan, Walter, Roxanne y Theo, merece un aplauso, no se quedan atrás algunos de los delincuentes: Alain Figlarz dando vida a Serge Lemoine, un polifacético criminal cruel como pocos hemos visto en la pequeña pantalla; o Annie Mercier que logra una genial caracterización de Madame Arifa, una judía negociante sin escrúpulos digna de aparecer en cualquiera de las películas de Guy Ritchie o Tarantino. Por otro lado me ha gustado mucho la evolución del personaje de Vogel y que al final de la segunda temporada es el mejor de todos...

Grande Caplan...

De las dos temporadas realizadas hasta ahora (habrá tercera visto el final de la segunda...), la primera simplemente es excelente en todos sus aspectos, consiguiendo que hasta el último instante del episodio final no sepamos que va a pasar con muchos de sus personajes. La segunda todo y siendo muy buena, le falta algo para que acabe de ser redonda del todo, quizás también influyera que las vi seguidas y ya no había la sorpresa inicial, pero hay ciertos momentos que me han parecido algo forzados (esa escena en el granero tiene sus fallos...). Sin embargo tiene otras como el tiroteo inicial que es de lo mejor que he visto en una serie, por lo que acaba siendo notable. Además el guión sabe seguir desarrollando la personalidad de sus actores y nos depara algunas sorpresas fuertes en su parte final que hacen que ya esté esperando con ganas la continuación (creo que será muy buena la nueva entrega).
Para todo aquel al que le gusten las tramas policíacas y no se conforme con ver a Grissom y compañía haciendo pruebas de ADN y solucionando casos idénticos semana tras semana, actuaciones de feria y nulas emociones, quizás esta sea una serie a tener en cuenta.