sábado, 24 de noviembre de 2012

EL BOSC (2012)

El bosc, es una producción catalana que a tenor del tráiler que habíamos podido ver, dejaba muchas dudas acerca de lo que podía llegar a dar de sí, por lo que era una auténtica apuesta a cara o cruz.
Nos sitúa en el año 1936 en la comarca del Matarraña, en el Bajo Aragón, donde habita una familia que esconde un secreto desde hace generaciones. En un pequeño bosquecillo en medio de sus tierras de cultivo aparecen unas extrañas y misteriosas luces dos noches al año (San Blas y Sant Llorenç). Y según cuenta la leyenda, en realidad se trata de un portal que conduce a otro mundo del que nadie ha vuelto jamás, por lo que desde bien pequeños se les ha enseñado a alejarse de allí las noches que aparecen y a saber guardar el secreto de su existencia.
Con el estallido de la Guerra Civil, Ramón, el amo de la casa más importante del pueblo, se verá obligado a huir a la montaña por la inminente llegada de los anarquistas que han tomado el pueblo y andan en busca de todos los terratenientes y gente pudiente de la zona. Ante el cerco al que es sometido, tendrá que elegir si se adentra o no en las misteriosas luces para poder escapar con vida, aunque para ello tenga que dejar completamente sola a su mujer Dora, a cargo de la tierras y de su pequeña hija.
La película está basada en el cuento Les edats d’or (2001), del escritor Albert Sánchez Piñol, quien también es el encargado del guión en la adaptación cinematográfica que dirige Óscar Aibar, responsable entre otras de El gran Vázquez (2010) o Platillos volantes (2003).
El escenario de fondo del film es La Guerra Civil Española, un tema muy recurrente por nuestros cineastas a lo largo de la historia, y que ha sido abordado desde todos los frentes posibles, por lo que tenía ante sí el reto de ofrecer algún signo distintivo entre tantos otros títulos.
Así, de igual forma que en su momento hicieran El espinazo del diablo (2001), El laberinto del Fauno (2006) o Insensibles (2012), se adentra dentro del género del fantástico, aunque aquí quizás solo unas leves pinceladas que le confieren un toque diferenciador a la vez que interesante y misterioso, a una historia que también retrata un tema poco conocido y explotado en el cine como fue la participación de las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil.

Dora y Ramón defendiendo su propiedad...
La historia, para variar, no busca posicionarse del lado de ninguno de los bandos que participaron en la Guerra Civil, alejándose de esta forma de partidismos o ideologías que en la mayoría de títulos son el eje sobre el que giran las distintas propuestas.
Nos encontramos con un retrato de una familia que como tantas otras en España sufrieron las penurias de lo que significó el Levantamiento Nacional. No solo por la lucha encarnizada en el frente en lo que sería un enfrentamiento militar puro, sino algo mucho más triste como fueron las barbaridades cometidas entre hermanos, con los que hasta entonces habían sido sus vecinos de toda la vida, y que aprovecharon el poder que dan las armas y una pretendida autoridad (en este caso con la llegada de los anarquistas), para vengar viejas rencillas, aprovecharse de los menos favorecidos o safisfacer frustaciones derivadas por pura envidia. Esta es la lucha del día a día por la supervivencia de una mujer, que se encuentra sola en un violento mundo de hombres, que la obligará en muchos momentos a afrontar actos que van en contra de sus principios con tal de poder sacar adelante a su familia.
Personalmente me ha gustado el enfoque narrativo del film, desarrollando la historia principal a lo largo de los años del conflicto armado y los cambios que la población de la zona debía afrontar para sobrevivir, pero siempre con ese toque fantástico de fondo que le confiere la historia de las luces y que no deja de sorprendernos a lo largo del metraje con algunas situaciones inesperadas e incluso chocantes por su atípica situación temporal.

Ante las extrañas luces que llevan hacia otro mundo...
Otro punto destacable es una gran labor por parte de un reparto en el que destaca el trabajo de Maria Molins, dando vida a Dora, una actriz habitual dentro de la escenografía teatral catalana, la siempre inquietante presencia de Àlex Brendemuhl (quien también protagoniza Insensibles) en el papel de Ramón o de Pere Ponce como el "Coixo". Todos ellos logran que su trabajo se vea recompensado al quedar bien definidos sus personajes, tanto las personalidades, motivaciones como la evolución que sufren a lo largo de los años. Y otro tanto a su favor sería el uso del matarrañí, dialecto hablado en esa zona, y que le dan un toque muy personal y auténtico al film.
Todo ello ha hecho que mi apreciación general haya sido muy positiva, saliendo del cine con la sensación de haber disfrutado de una buena historia sin muchas pretensiones, contada con buen gusto. Sin embargo, creo que parte del público puede llegar a percibir de una cierta lentitud en su ritmo narrativo, y que esto pueda generar cierto rechazo hacia la obra. Aunque ese ritmo sosegado pienso que trasmite el lento día a día y potencia la sensación de desasosiego de algunos momentos el film. Otro punto que quizás no guste a todo el mundo, sea que el toque fantástico ocupa una parte muy pequeña de la trama, habiendo preferido que tomara más presencia a lo largo de su metraje. Sea como sea, considero que es una película interesante, entretenida y que no defrauda en absoluto.


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