Adaptación edulcorada de la brutal novela "American Psycho" de Bret Easton Ellis, forzosamente suavizada para no ser etiquetada como X-Rated, o lo que es lo mismo, para mayores de 18 años.
El propio Bret estuvo presente en la realización del guión y participó activamente en detalles de la producción, lo que otorga al film un equilibrio entre su novela y la película muy adecuado.La cinta versa sobre la vida de Patrick Bateman, un rico abogado de Wall Street que esconde unos instintos asesinos ocultos tras una coraza metrosexual y que vive dentro de una burbuja de perfección estética y social. Sus escrúpulos son nulos, y su percepción del mundo se desvanece poco a poco hasta acabar descubriéndose como el psicópata que lleva dentro, desquiciándose de manera aterradora.
La historia nos es narrada acertadamente en primera persona, siguiendo el día a día de Patrick y llegando a ser cómplices de sus tórridos asesinatos, donde todo vale, desde hachas a pistolas de clavos e incluso sierras mecánicas, pagando el servicio de prostitutas y escuchando sus interminables discursos musicales previos a sus crímenes.
La trama continua siendo dura pese a su azucarada versión, trasladando el contraste de un rico desequilibrado de Wall Street que se divierte con las vidas de los menos privilegiados, ya sean mendigos, humildes secretarias o prostitutas de calle. Ese regodeo de sofisticación del que alardea nuestro protagonista es su verdadera arma, sus exquisitos discursos de política, o de buen gusto musical lo autoproclaman superior, y eso le da a entender que puede jugar con las vidas de los menos entendidos. Una espectacular interpretación de un siempre fabuloso Christian Bale, que lleva el peso de la película sin ningún problema, ganándole un pulso interpretativo a William Dafoe e incluso improvisando un moonwalk previo a un asesinato, que no gustó a Ellis pero acabó entrando en el montaje final. Tuvo que prepararse físicamente con horas y horas de gimnasio, con un entrenador en el mismo set y cambiando su acento galés por el americano (de hecho, todos pensaban que era americano, pues hablaba con ese mismo tono fuera de pantalla, pero cuando volvió a su británico acento, todos pensaron que era una preparación para su nueva película). Tensa y arrolladora, la cinta se mueve distante del gore pero ofrece suficientes elementos con mucha sangre que no nos hacen olvidar su explícita procedencia.Escenas de auténtico culto como el trío con las prostitutas, cuyo objetivo era básicamente realzar su egocéntrica personalidad sin dejarse de mirar al espejo o ese momento con sus colegas de profesión enseñándose las tarjetas, a cada cual más exquisita, que nos descubren su extrema paranoia fruto de una vida excesiva y descontroladamente inhumana. Quizás se tambalee momentáneamente por repetirse en sus continuos crímenes, o en una floja investigación policial por parte de Dafoe que le resta relevancia al conjunto, pero se eleva por encima de las cintas del estilo y deja satisfecho al que aquí escribe.
Estuvo a punto de filmarse en blanco y negro y con Brad Pitt a las órdenes de David Cronenberg, pero ese proyecto cayó. Lástima, hubiese podido ser una experiencia de lo más perturbadora. Su apartado musical es digno de ovación, agrupando gran cantidad de melodías interesantes y de distinguido gusto, que supuso un importante gasto de producción por conseguir los derechos de autor.
En resumen, es un recomendable drama psicológico con una parte final cercana al terror que deambula entre lo crítico y lo superficial, aunando factores que consiguen una excepcional mixtura de géneros y contentando a unos y a otros. Considerada una meritoria obra de culto en nuestros días, certifico que así es.
Necesaria para comprender la sociedad americana de finales de los 80, llena de extremados brokers repletos de locuras insanas y borrachos de codicia.
He de decir que yo me esperaba más de la película, incluso diría que si no fuera por Christian Bale me hubiera casado de la película.
ResponderEliminarBastante interesante la crítica, me voy a suscribir ^^