Para nada soy un seguidor de las películas de coches tuneados con óxidos nitrosos y llantas cantonas, pero algo en el aire me decía que esta vuelta de tuerca a la saga Fast & Furious me podía sorprender satisfactoriamente. Confieso que he visionado las cuatro anteriores, y que he visto desfallecer progresivamente la adrenalínica saga año tras año, pero debo alegar a su favor que por una vez, la quinta parte es tan "significativa" como la primera, sino más.
Si aquella A todo Gas de hace una década se le puede otorgar cierta dosis de personalidad cinematográfica (aunque estuviera orientada a un público concreto), ha necesitado 4 entregas más para volver a recuperar aquella fórmula con igual o mejor resultado.Tras la fuga de Dominic Toretto (Vin Diesel) de la cárcel gracias a las habilidades de su hermana Mia y el ex-policía Brian O'Conner (Paul Walker) y perseguidos por las fuerzas de la ley, huyen estado tras estado traspasando fronteras hasta llegar a Río De Janeiro.
Atrapados en Río, aceptan colaborar en un negocio que acaba resultando turbio, y por si fuera poco, un poderoso mafioso brasileño anda de por medio. La policía decide contar con los servicios del agente federal Hobbs (Dwayne Johnson), que con sus métodos más bien poco ortodoxos les pisa los talones de manera incómoda. Tras reunir a un equipo de profesionales de toda índole (entre ellos, Ludacris, Tyrese, Don Omar o el coreano Sung Kang ) se preparan para dar un golpe definitivo que les permitirá retirarse de una vez por todas e incluso tratar de limpiar sus nombres ante la ley. No os quiero engañar, es lo mismo de siempre pero con un más difícil todavía. La primera parte del film no necesita presentación de personajes y va directa al grano, hecho que se agradece. La secuencia de las persecuciones por las favelas es estupenda, digna de films de mayor entidad y sin acrobacias imposibles (exagerando la realidad pero manteniendo la lógica), que lamentablemente chocan con otras escenas (el tren y sus explosiones) que de tanto tiroteo me acabaron casi por desconectar. La presencia de "The Rock" es de agradecer, y es que en mi opinión, tiene un carácter carismático que le sienta divinamente al film. Por contra, el personaje de Elsa Pataky vuelve a contrarestar la balanza a tablas interpretativas (esta chica sólo me gustó en Ninette). Tanto Diesel como Walker solo se dedican a poner caras de enfado y sorpresa pero sin ápice de sentimiento actoral creíble y por esta razón, el apartado interpretativo sale malparado de mi análisis.
La idea argumental de la segunda mitad, con el robo en una comisaria de policía me ha tenido bailando de interés, seguido de una de las mejores escenas de "coches persiguiendo a coches" (siempre me cansan) que he podido ver últimamente. La manera de sacar el dinero del lugar me ha parecido muy original y la secuencia que menciono, la mejor de la saga, sin duda.
El único problema es su envoltorio prefabricado, adornado con música machacona, ruidos de motores en exceso y chabacanería chulesca del todo agotadora. Quitándole esa parte de grasa al film, ha estado sabroso, en su punto y con una buena guarnición.
Puedo pregonar y pregono que es la mejor de la saga, y que el rumbo que toma, aún siendo demasiado parecido a las Mission:Impossible de Cruise, es digna de aplauso, con garantías de buena acción y grandes efectos especiales.
Anunciada ya su sexta parte para el 2013, sólo puedo decir que visto dónde y cómo termina esta, deberían plantarse con esta mano y no seguir jugándosela.
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