La clase es una versión bastante más refinada y mucho más europea de aquella "Mentes Peligrosas" de Michelle Pfeiffer. El guión es la piedra angular de este tipo de propuestas, y cuando se descubre endeble, hace aguas por todos lados, como ocurrió con la comentada Mentes Peligrosas, que únicamente destacó por el sampleado de Coolio a Stevie Wonder.
Aquí, seguiremos a François, un joven y aplicado profesor de lengua de un complicado instituto de los suburbios de París. Sus alumnos son de etnias muy dispares, de pensamientos bastante diferentes y con edades muy difíciles, comprendidas entre los 14 y los 16 años.Su día a día en clase resulta una lucha continua contra esa nueva ola de juventudes, chicos y chicas inadaptados, con desestructuración familiar y serios problemas de identidad, que le conducen a los eternos debates sobre religión, educación, disciplina o respeto, llevando a François al límite de sus capacidades docentes.
Sus conversaciones con Esmeralda, Khoumba o Souleymane son duras y tensas, con insultos y faltas de respeto mutuas, a veces con finales esperanzadores, y otras veces con drásticas decisiones. En conjunto la película está rodada con bastante inteligencia, con un alto grado de realismo y según parece, con un destacable rigor cultural francés, plasmando a la perfección las tendencias de la juventud parisina. Una lección más para nosotros (adultos, se entiende) que para esas criaturas afectadas de soledad e incomprensión, cuyas frustraciones se convierten en las nuestras al no encontrar la clave ni la manera de abrirles la mente y hacerles descubrir sus capacidades ocultas, despertar su confianza y que lleguen a ser algo en esta vida. Un visionado igual de duro y tedioso para el espectador, que inmerso en esa clase de instituto, se debate interiormente en qué posición estaríamos ante tal problema o cómo nos enfrentaríamos a los conflictos que van surgiendo durante la proyección. Una cinta larga, complicada y que abre un inagotable fondo de debate socio cultural trasladable a cualquier país, aplicando la misma fórmula y siendo un problema aún sin solucionar en la mayoría de colegios e institutos. La soberbia interpretación del protagonista principal es fundamental para la comprensión del film, añadiendo a su caracterización una fantástica dosis dramática digna de elogio. El equipo de adolescentes que le secundan es del todo acertado, despertando en nosotros todo tipo de reacciones, desde el desprecio a según qué comportamientos, hasta la admiración hacia otros.
Una muy buena película, repleta de matices culturales y propia de un estudio sociológico, ya que provoca un profundo análisis sin decantarse por ninguno en concreto, siendo sabiamente arbitraria.
Si algún "pero" le sacamos es simplemente que su duración no es fácil (128 minutos), que su realismo puede llegar a agobiar y que su contenido no interese por igual a según qué público, pudiéndosele achacar cierta insistencia para criticar al sistema educativo francés.
No la pude acabar, se me hizo larga y cargante.... como vivir una discusión continua de adolescentes durante más de dos horas... demasiado para mí... con 1 hora y poco ya vi el tono y lo que me quería transmitir, de ahí hasta el final era más de lo mismo, con insultos y faltas de respeto y los puntos de vista enfrentados desde tiempos inmemoriales entre adultos y adolescentes, por lo que acabé desistiendo. Mensaje captado, no nos entendimos con nuestros padres ni con la sociedad cuando éramos críos con acné, ni nos entenderemos con nuestros hijos cuando sean ellos los "frustados" de turno.
ResponderEliminarTe entiendo, te carga hasta el límite de nuestro aguante, pero quiero pensar que justamente ése era su cometido, meternos en la piel del pobre François y salir tocados de su visionado, detestando más a esos crios o entendiendoles de alguna manera. A mi entender, es un film de un único visionado en tu vida, ya que roza el documental y lo dicho, dicho está. O como tu bien dices, mensaje captado.
ResponderEliminarTe recomiendo otra del estilo pero a la vez completamente diferente y para mi gusto, infinitamente superior. "Ser y tener" (Etre et avoir). También como documental, sin ningún artificio te meten en un colegio de niños pequeños de un pueblecito francés. Es buenísimo el tono con el que juega el profesor con los alumnos (de edades muy variadas) para tirar adelante su enseñanza. Imprescindible verla también en VO para apreciarlo bien. Me encantó en su momento y segurísimo que te gustará más que "La clase", ah, y permite varios visionados sin ningún problema. Espero ver la crónica en breve... ^^
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