Llamaba la atención la sequía cinematográfica del galo desde aquella magnífica "Réalité" en 2014, y queremos pensar que quizás anduvo más enfocado en su ¿estimulante? carrera como disc-jockey electrónico, así como darse un respiro creativo. También nos supo a poco su brevísima colaboración con Red Bull en 2015, y de alguna manera estábamos huérfanos de su universo surrealista, ansiosos de ver qué tenía entre manos para este 2018.
Pues bien, ahora nos sorprende con 2 proyectos en un mismo año, "Au Poste!" y "Le daim", ambos con dinero francés y del cual ya hemos podido degustar el primero (en el caso de "Le Daim", con Dujardin como protagonista y actualmente en filmación, se espera ya para mediados de 2019).
Aterrizando en Sitges bajo su título internacional "Keep an eye out", lo cierto es que el reciente trabajo de Dupieux no defrauda del todo pero tampoco satisface completamente a su ya de por sí entregado público, que quizás le pone el listón donde él no pretende llegar, pues navega con rumbo propio en un tipo de cine de difícil catalogación.
Esta vez la trama gira entorno a un interrogatorio de lo más extraño que sucede de noche en una comisaría cualquiera, donde un aparente asesinato está aún por esclarecerse y el testigo principal está dispuesto a declarar su versión de los hechos ante el comisario Buron, que parece estar lejos de querer ponérselo fácil.
En apenas 73 minutos, Dupieux desarrolla una pequeña historia sobre 2 personajes, algo menos surrealista de lo habitual en su imaginario además sin usar su propia música por primera vez, pero con las pautas de humor absurdo que tanto le agradecemos, y de nuevo dando en la diana con la comicidad de su pareja protagonista, acertada y graciosa por igual, ambos entendiendo a la perfección el insólito juego de tan singular cineasta.
El experimento es divertido la mayor parte del tiempo, a veces incluso brillante, pero termina por adolecer de un exceso de diálogos y se bloquea ligeramente en su meridiano, convirtiendo incluso su duración (de por sí escasa), en un pequeño problema, pues hubiera funcionado mejor como mediometraje de unos 45-50 minutos.
Siempre se agradece ese viento fresco, el humor loco y el notable talento que trae nuestro querido Quentin Dupieux, y sin llegar a decepción, que para nada lo es, esta nueva "Au Poste!" comparte, quizás junto a "Wrong", el ser de las menos inspiradas de su autor, dentro de una trayectoria que a buen seguro, nos traerá trabajos futuros deliciosos, y puede que su obra maestra, aún por llegar.
El experimento es divertido la mayor parte del tiempo, a veces incluso brillante, pero termina por adolecer de un exceso de diálogos y se bloquea ligeramente en su meridiano, convirtiendo incluso su duración (de por sí escasa), en un pequeño problema, pues hubiera funcionado mejor como mediometraje de unos 45-50 minutos.
Siempre se agradece ese viento fresco, el humor loco y el notable talento que trae nuestro querido Quentin Dupieux, y sin llegar a decepción, que para nada lo es, esta nueva "Au Poste!" comparte, quizás junto a "Wrong", el ser de las menos inspiradas de su autor, dentro de una trayectoria que a buen seguro, nos traerá trabajos futuros deliciosos, y puede que su obra maestra, aún por llegar.
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