El timonel para llevar a cabo este proyecto hispano-italiano fue el ya desaparecido Piero Vivarelli, quien tonteó con el fumetto nero gracias a su film "Mister X" años antes, y que se sirvió de los encantos naturales de la actriz y/o modelo polaca Magda Konopka para encabezar la cinta.
Lo que arranca como una simpática y muy libre adaptación de Jekyll y Mr. Hyde (con una mujer horriblemente fea asesinando a su colega científico para conseguir el elixir de la eterna juventud), va perdiendo su agradable y casposilla impronta fantástica para transformarse, pasada media hora, en una banalidad policíaca de lo más convencional.
La doctora Bannister (Konopka), comprensiblemente infeliz con su monstruoso aspecto, decide llevar al límite las consecuencias del experimento y se toma la supuesta pócima reparadora, para luego despertar como la sinuosa (y perfectamente maquillada) Satanik.
Una buena intro, esperanzadora |
Como era de esperar, se abre una investigación por la muerte del científico asesinado y saltan a escena los inspectores de turno (entre ellos nuestro Julio Peña, aquí como miembro de Scotland Yard), que perseguirán a nuestra protagonista con bastante calma y que originarán una segunda línea argumental dentro del film, lamentablemente más aburrida.
Como viene siendo costumbre en estas co-producciones fumetti, tendremos un inevitable viajecito a la capital española, una sesión de auténtico flamenco, una moderada atmósfera pseudo-erótica (muy por debajo del homónimo en viñetas e incluso censurada en la España franquista) y gran cantidad de zooms innecesarios junto con un buen número de planos detalle que delatarán las limitadas artes de Vivarelli y su ramplona puesta en escena.
La doctora Bannister, de apariencia monstruosa |
Ya convertida en la letal Satanik, y claro, jugando sus bazas |
El fumetto original |
El desfile de maquillajes, pelucas y modelitos de la Konopka aliviará momentáneamente nuestro sufrimiento, y pasaremos por alto sus sonrojantes ineptitudes interpretativas, gracias en buena medida, a sus contoneos y demás insinuaciones a cámara, a la que corteja a menudo y en especial, por su estupendo strip-tease final, bastante sutil pero genial (momento que no se disfrutó en la pacata versión española).
Sin embargo, de entre el grueso argumental que nos ofrece su plana segunda mitad, me gustaría destacar una secuencia en concreto con un puntito delicioso de pura erotomanía : la lucha entre una violenta Satanik y la mujer de un mafioso (con un minúsculo camisón y en bragas) dentro del dormitorio de ésta última.
Seguramente en el cómic era buena idea.... |
Julio Peña, aquí de Scotland Yard, al acecho de Satanik |
Así pues, podemos decir que esta mítica cinta fumetti (tremendamente conocida en Italia, no tanto aquí), tiene un buen arranque gracias a su vertiente fantástica y su punto caspa, pero que deviene plana y convencional a medida que avanza, quedándose en terreno de nadie y por momentos aburriendo al personal.
Curiosamente Miguel Bardem le rindió un inesperado tributo en su film de 1999 "La mujer más fea del mundo", con resultados más que debatibles pero con un punto mitómano destacable. Una rareza que para algunos es de culto y que para otros va directamente al cubo de la basura.
La belleza de Konopka como Satanik es evidente |
Una de las mejores (y más esperadas) secuencias del film : el strip-tease final |
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