Me tengo que remontar a diez años atrás para encontrar otra interpretación de José Coronado que me quedara grabada en la retina, fue en la durísima La vida de nadie dirigida por Eduard Cortés, en la que daba vida a un padre de familia que llevaba una doble vida haciendo ver que trabajaba, mientras en realidad se dedicaba a estafar a amigos y familiares y vivir del dinero que les sacaba, y cuyo personaje acababa cayendo en una espiral autodestructiva sin salida. De cara a la próxima edición de Los Goya, No habrá paz para los malvados es una de las películas que cuenta con más candidaturas (14 nada menos), después de verla, me parece bastante plausible pensar que el galardón a mejor actor pueda recaer merecidamente en sus manos. La historia nos presenta a Santos Trinidad (Coronado), gran policía en el pasado pero venido a menos a raíz de un suceso trágico que le marcó profundamente, en la actualidad malvive en el departamento de personas desaparecidas, donde a duras penas es capaz de cumplir con sus responsabilidades. Una noche a altas horas de la madrugada y volviendo de una más de sus borracheras, para a mear en un polígono industrial, las casualidades de la vida hacen que vea las luces encendidas en un local llamado Leidys (un puticlub de carretera, vamos), donde decide entrar a tomar una "última" copa.
Una vez dentro, las circunstancias acaban desembocando en un tiroteo donde Santos termina con la vida de los tres presentes: una chica que estaba detrás de la barra, un matón y el amo del local (quien pocos momentos antes le había soltado esta frase: "Todos podemos tener un mal día", y vaya si tenía razón...). Viendo la que acaba de liar, decide limpiar toda prueba que pueda llegar a incriminarle, registrando de arriba a bajo el puticlub y llevándose el vídeo de la cámara de vigilancia. Sin embargo una cuarta persona estaba escondida y logra huir antes de que pueda acabar con ella. A partir de ese momento se abren dos frentes que marcan el desarrollo del film: por un lado la investigación que lleva a cabo nuestro protagonista para poder localizar al último testimonio de la matanza, cargárselo y poder pasar página a este triste suceso; mientras que en el segundo tenemos el caso del triple asesinato que empieza a ser investigado por otra unidad de la policía dirigida por la juez Chacón, y que poco a poco va estrechando el cerco para atrapar al culpable. Por si todo esto no fuera suficiente, ambas líneas argumentales se ven reforzadas con una sorpresa que otorga una mayor profundidad a la trama, yendo más allá de lo que parecía el típico caso de tráfico de drogas, con un tema de mucha actualidad en los últimos años, y sobre el que no diré nada para evitar que el que no la haya visto me maldiga mientras grita: Spoiler!!! Por cierto, el nombre de nuestro protagonista me parece que guarda un cierto guiño hacia esta tercera línea argumental... ya me diréis si también os lo parece.
El film estaría enmarcado dentro del thriller policíaco, pero teñido con algunos toques de cine negro muy característicos: de esas historias en las que se nos presenta a un personaje que ha sido maltratado por la vida y que está de vuelta de todo, que hace tiempo ha perdido el rumbo, un policía desaliñado y acostumbrado a tratar con lo peor de la sociedad, que vive en un cuchitril, habitual de los bares más grises a cualquier hora del día, donde si no se toma un cubata no puede enfrentarse a su día a día, y que por casualidades de la vida se encuentra en medio de un fregado del que, de entrada, parece complicado que se vaya a librar. Así pues, con todos estos ingredientes, lo único que hacía falta era un guión que supiera jugar bien sus bazas y sacar provecho de un actor que con su sola presencia en pantalla, nos tiene ganada la partida desde buen comienzo. Afortunadamente el guión es bastante solvente y logra sacar adelante con elegancia, de la mano del director Enrique Urbizu, lo que acaba siendo un buen entretenimiento en el que el ritmo general no decae, pero en el que a veces se echa de menos algo más de garra para resultar más contundente.
Hay que agradecer que ha sabido evitar el efectismo vacío que muchas producciones americanas suelen meter con calzador en este tipo de obras. Aquí en cambio tenemos pocas escenas de acción, pero bien hechas, bastante creíbles y bien distribuidas a lo largo del metraje. En cuanto a las actuaciones, todos cumplen de forma correcta, a excepción de Coronado que sobresale por encima y que con su aspecto dejado, una mirada dura y la imagen que nos ofrece su personaje, logra despertar en nosotros toda una serie de emociones encontradas, desde la repulsión por ver los métodos de alguien que ha caído muy bajo a una cierta compasión en ciertos momentos. Una lograda caracterización por su parte, de lo mejor de su carrera. Si tengo que buscarle algún otro aspecto negativo, quizás sería el hecho de no desarrollar los personajes más allá de lo imprescindible, quedándome la sensación de que perfilando alguno de ellos un poco más, el conjunto habría ganado algunos enteros, aunque tampoco es algo que llegue a afectar en gran manera mi apreciación final.
Un buen film de cosecha nacional, claramente por encima de la media, para todos aquellos que disfrutéis degustando un thriller duro, amargo y sin concesiones, tenéis una cita con Santos Trinidad.
Acabo de verla. Coronado está bien, mejor de lo habitual, pero no me ha llegado a transmitir demasiado, espero que Tosar se lleve mañana el Goya, y no él.
ResponderEliminarLos últimos minutos son excelentes, con un final muy duro y conseguido, aunque esperado.
En general cumple bien su cometido pero pienso que le falta inercia y estoy de acuerdo que le falta "contundencia" como tu dices.
Por contra, la actriz que hace de jueza me ha parecido un horror, una lee-líneas que no ha salido de su mueca original, un lastre actoral.
Mi valoración es algo más débil que la tuya, seria un 6,2.
Tosar lo tiene bastante bien, el personaje que encarna es de los que se recuerda. Sí, es verdad, la jueza era bastante mediocre todo sea dicho. Por eso decía que si hubieran trabajado unos buenos personajes alrededor de Santos, seguramente habría ganado enteros. Por cierto, el guiño que comentaba, ¿lo has pillado? ^^
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