Disfrutable sátira sobre el mundo de los superhéroes basada en los cómics homónimos del inusual Bob Burden, cuyo universo en viñetas se podría describir fácilmente como delirante y original, y que sirve al primerizo Kinka Usher (en su único film hasta la fecha) como timón argumental para presentarnos una propuesta atrevida y absurda, de abrumadora comicidad.
Tres ineptos superhéroes amateurs velan por la seguridad de los ciudadanos de Champion City, lugar con escasa afluencia vandálica y que además ya dispone de héroe, el Capitán Asombroso (idóneo Greg Kinnear), un individuo carismático repleto de espónsors que lleva años garantizando la seguridad en la ciudad.
Debido a la falta de super villanos, la popularidad del Capitán Asombroso se ha visto mermada, por lo que libera insensatamente a un eterno rival del psiquiátrico, el malvado Casanova Frankenstein (un Geoffrey Rush divirtiéndose de lo lindo) para devolverle la relevancia mediática que cree merecer.
Ante tal amenaza, nuestros intrépidos superhéroes de pacotilla deciden aumentar su banda para así ser más poderosos, y de paso, aumentar su popularidad. Roy, el cabecilla del grupo (demencial Ben Stiller), trabaja a desgana en una chatarrería durante el día junto a su mezquina encargada, pero una vez llegada la noche, se transforma en un envalentonado superhéroe llamado Mr. Furioso.
Está convencido que su verdadero poder aparece cuando desata su furia, otorgándole super fuerza y valentía sin límites (o eso creen los que le siguen, que incluso le animan con embustes de hazañas pasadas).
El segundo miembro del grupo es Jeffrey (Hank Azaria), un exótico lanzador de tenedores apodado El Rajá Azul que durante el día no sale de su cuarto ante la preocupada mirada de su madre, que no se imagina las aventuras nocturnas de su hijo, todo un presunto virtuoso de la puntería con cubertería.
Por último tenemos a Eddie (William H.Macy), un hombre casado y con un hijo que desalienta a su mujer con sus continuas salidas vespertinas, donde se hace llamar El Zapador, por su gran manejo de la pala.
Estos tres incomprendidos superhéroes tratarán de impartir justicia al precio que sea, bajo la supervisión del enmascarado Esfinge y con la inestimable ayuda de otros héroes, con poderes de índoles bien distintas (flatulencias insoportables, indemostrable invisibilidad o lanzando bolas de bowling customizadas).
La película peca de "amiguismo" en su concepción (alrededor de la figura del carismático Stiller sobre todo), pero consigue no desacreditar a nadie en absoluto y lograr un acabado estético-interpretativo más que apreciable. De hecho, esa atmósfera de complicidad se palpa en un metraje divertido a rabiar que sólo se tambalea por su excesiva duración, ya que con unos minutos menos, hubiese funcionado aún mejor.
Las interpretaciones, sin excepción, son fabulosas. Exageradas pero no sobreactuadas, estrambóticas aunque sobrias, y con un alto grado de ingenio argumental que logra dotar al conjunto de un poderoso magnetismo cómico, de notable resultado final.
Ese desfile de caras conocidas se convierte en un llamativo reclamo publicitario, tal vez buscado, pero quizás no tan pretendido como pueda parecer, y que sin duda, no molesta ni por un segundo en el desarrollo del film. Celebridades como el cineasta Michael Bay (vestido de universitario), el grupo de rap Goodie Mob (haciendo casi de sí mismos y rimando sin parar), Pras (del grupo Fu-Gees) o del propio director de la misma son la guinda a un film que, en mi opinión, merecía mayor repercusión mediática en nuestro país, pues la considero una joyita en toda regla y pienso que ha sido injustamente tratada. Momentos cumbre como ese delirante cásting de superhéroes (impagable el bailarina-man, la familia cara lápiz o el loco de los gofres), las pseudo-hazañas del grupito tratando de parecer amenazadores o los enfrentamientos entre héroes y villanos aquí excelentemente ideados, convierten a Mystery Men en quizás, la mejor comedia sobre superhéroes modernos que haya concebido el cine en la última década (con el permiso de Kick-Ass, Super y Defendor) y sin lugar a dudas, se lleva el premio a la más desmadrada de todas.
Curiosamente, los puntos fuertes del film de Usher también son su talón de Aquiles, pues contiene tanta cantidad de bromas que acaba por abrumar, perdiendo en su primer visionado parte de su encanto (necesitaría dos visionados para percibir todo su potencial).
Recomendada a los amantes de los cómics en general y de superhéroes en particular, esta película funciona muy bien en buena compañía (en un festival y en pantalla grande sería un gran gozo) y está planteada de manera desvergonzada y libre, por lo que ...huid, críticos deslenguados, que aún estáis a tiempo, ¡¡esta no es vuestra película!!
Buenas dosis de poderes absurdos, arquitecturas propias de Gaudí (el castillo de Casanova está inspirado en el genio catalán) y un reparto asombroso convierten a Hombres Misteriosos en una excelente y certera decisión a la hora de elegir una comedia diferente y original.
A nivel de anécdota me gustaría comentar que el actor Hank Azaria, "El Rajá Azul", es en realidad la voz de diversos personajes de Los Simpsons en USA, tales como Wiggun, Apu o Moe, sin duda, un hombre hecho para la comedia en cualquiera de sus formas.
Me decepcionó un poco. Gira demasiado alrededor de Ben Stiller y es un "cómico" al que dificilmente soporto en pantalla muchos minutos. Peca en efecto de meter amiguetes con calzador, más que de acabar desarrollando convenientemente una historia que daba para mucho más si no se hubiera rodado ara lucimiento de un Ben Stiller al que le gusta mucho ser el centro del universo. Un 6. Simpática, pero carente de un buen acabado.
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