martes, 3 de enero de 2012

FAT, SICK & NEARLY DEAD (2010)

El australiano Joe Cross es un tipo con un sobrepeso de más de 40 kg, medicado con esteroides a causa de un extraño fallo inmunológico llamado "urticaria crónica" y con un objetivo claro en su vida, recuperar un óptimo estado de salud que le evite malos mayores.
Comenzará así el reto personal más difícil de su vida, consumir únicamente batidos de frutas y verduras durante 60 días, sin probar nada sólido, con intención de depurarse y perder kilos. Previo estudio médico para obtener luz verde al proceso, pensó en documentar su hazaña y viajar a los Estados Unidos esos 2 meses escapando así de la monotonía australiana (esto me lo imagino yo, ya que no queda claro) y pasar la prueba en el país donde más Fast Food por metro cuadrado puedes encontrar y donde peor se nutren las personas (sobrealimentándose, se entiende).
Los primeros 30 días los pasa en la ciudad de Nueva York, experimentando los esperados síntomas derivados de su dieta, como problemas para conciliar el sueño, bajones de motivación y dilemas existenciales varios, pero aguantando estoicamente.
El día número 31 comenzará un recorrido por todos los Estados Unidos analizando y compartiendo con diferentes individuos la experiencia, conversando sobre salud, comidas e incluso armas (...¿?...).
En medio de ninguna parte conocerá al entrañable Phil, un camionero con obesidad mórbida que, sorprendentemente para ambos, tiene la misma enfermedad cutánea que Joe, pero su peso es mucho más preocupante, casi 200 kg (por los 140 del australiano).
Ese será el punto de inflexión del documental, que se centrará más en el titánico esfuerzo del camionero por simular dicha gesta y podremos presenciar su increíble transformación. Este documento fílmico tan sencillo está vertebrado a base de entrevistas y conversaciones con gente muy dispar y amenizado con secuencias de una simpática animación, construida con mucha gracia y muy al estilo de la legendaria serie "Érase una vez...la vida".
El mensaje de Joe es obviamente debatible pero de una cosa no cabe la menor duda, servirá como fuente de inspiración para muchos "despistados" que aún no comprenden la magnitud de sus actos alimenticios.
Si bien el consumo de batidos derivados de la fruta y la verdura prolongado tantos días adolece de carencias nutricionales, también sirve para aprender a controlar nuestros impulsos de la manera más drástica, o dicho de otra manera, si superas esta prueba, la dieta posterior te parecerá sencillísima de mantener.
Irónicamente, a medida que Joe va perdiendo peso, a mí me iba cayendo cada vez más gordo, cansándome con su discurso ultra motivado y sus artimañas dialécticas. De hecho, sus partes recorriendo América están en los límites de lo soportable, y sólo la aparición de un sosegado Phil volvió a despertar mi interés.


Para un servidor, la verdadera historia de superación la representa éste, viendo como su vida corre mucho peligro y tomando la osada decisión de cambiar su trayectoria alimenticia. Seremos testigos de sus impresionantes mejoras físicas, desde no poder caminar unos metros sin cansarse a poder hacer running con normalidad, de conseguir bajar casi 95 kg de peso corporal y ver cómo acaba dando charlas sobre superación en su ciudad, siendo admirado y copiado por muchos.
Contiene momentos destacables como el poder ver a Joe entrar en una pizzería neoyorkina tan sólo a oler su aroma (y confesarnos que se zamparía ¡¡ 2 pizzas enteras él solito !!), oir como la mayoría de entrevistados prefieren seguir comiendo lo que comen aún sabiendo que su vida corre peligro o escuchar la llamada de socorro del camionero pidiéndole ayuda al australiano porque teme por su vida.
Este Michael Moore de las antípodas ofrece en definitiva un documental interesante, repleto de opiniones muy dispares y con una cierta objetividad hacia el asunto a tratar, pero con briznas de condescendencia y un metraje en exceso dilatado.
Además, ofrece un discursito final de lo más reprochable, animando a todo el mundo a unirse a su fundación y a comprar sus artilugios vía web (camisetas, libros y un largo etcétera), lo que considero un gesto demasiado lucrativo para un discurso tan humano. En fin, tal vez yo esté equivocado y este tipo sea un buen samaritano, quién sabe.

1 comentario:

  1. Lo dicho, complementaría una sesión doble con "Super Size Me". Lo que me sigue sorprendiendo de la gente es que tienen que llegar a los 200kg para decidir perder peso...

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