sábado, 24 de noviembre de 2012

THE ABCs OF DEATH (2012)

Atraído por la a priori interesante premisa que sobre el papel ofrecía The ABCs of Death, nos habíamos citado con muchas ganas de pasarlo en grande visionando esta película. Ya que ¿no os parece una  notable idea proponer a 26 directores diferentes que crearan un corto cada uno a partir de una letra del abecedario asignada, con el único prerequisito de que su argumento estuviera estrechamente ligado con el tema de la muerte, con una duración entre 2 y 5 minutos, con total libertad técnica y creativa?
El tema de la muerte siempre es atractivo y la irreverencia y trasgresión que transpiraba el proyecto, se hizo bien patente desde el momento que subieron a presentarla varios de los directores responsables del film, dejando entrever lo bien que se lo habían pasado en general desarrollando su corto particular, otros quejándose de la mala fortuna de haberles sido adjudicada una letra con pocas posibilidades ¿una forma de muerte con "Q"? Complicado, es cierto...
Me chocaron las declaraciones de uno de ellos, que nos conminaba a intentarlo pasar bien, y dejando claro que lo bueno de ver una película compuesta de cortos, es que los que gustan se convierten en obras maestras y que si alguno es malo, la tortura siempre termina en menos de cinco minutos... vaya, pues empezábamos con buenos ánimos...
De esta manera The ABCs of Death quiere convertirse en una recopilación terrorífica de todo tipo de historias y estilos en los que la muerte se erige como la gran protagonista. Lo más destacable del proyecto, quizás sería la enorme variedad de técnicas y temas elegidos para acercarse desde multitud de ángulos hasta un final fatídico en todos los casos.

Una imagen de la excelente D is for Dogfight.
Sin embargo, la dimensión de la obra es su mayor enemigo, quedando bien patente desde las primeras historias, una enorme desigualdad creativa, que acaba por ofrecernos algunos cortos muy logrados y de excelente factura técnica, pero donde sobre todo abunda la mediocridad. Personalmente destacaría como el mejor de todos el intenso D is for Dogfight del director Marcel Sarmiento, todo un ejemplo de lo que un corto tiene que ser desde su primer fotograma hasta el final con unas cruentas imágenes de una lucha entre un perro y un hombre en una pelea clandestina, con un final apoteósico y aplaudidísimo.
El más trasgresor y animal de todos, sin ninguna duda ha sido L is for Libido de Timo Tjahjanto, que nos ofrece una historia en el que dos contendientes se ven desnudos en un club elitista que podría recordarnos al reflejado en Eyes wide Shot, donde para disfrute del personal allí presente, se deberán enfrentar atados a unas sillas, a una peculiar pelea para ver quien es capaz de masturbarse y eyacular antes que su rival, pues el perdedor es ejecutado sin piedad para dejar paso a un nuevo participante que se enfrentará al superviviente. Todo ello con la peculiaridad escabrosa (y la gracia del corto y del concurso), de plantarles delante suyo todo tipo de situaciones a cada cual más grotesca y desagradable, con tal de dejarles la líbido por el suelo... desde tullidos jugando con sus prótesis, hasta una escena de pura pederastia que en algunos momentos nos hizo pensar en la polémica que suscitó A serbian film recientemente. Trasgresora, dura, divertida por momentos y dramática en otros, ha sido una de las historias que más habrá quedado grabada en las retinas de todos los presentes.

Empieza el concurso, señores, que gane el más rápido...
Otros notables, como T is for Toilet de Lee Hardcastle, quien demuestra una vez más su gran creatividad y arte usando la técnica del stop motion con figuras de plastelina, donde una familia se tiene que enfrentar a un peligroso retrete decidido a devorarles, dejando un rastro de sangre y vísceras que han arrancado muchas carcajadas. O XXL de Xavier Gens, el responsable de la extrema Frotière(s), que aquí hace una implacable crítica a la omnipresente idealización de la imagen corporal que hay en nuestra sociedad, de la mano de una obesa presionada hasta límites insospechados por culpa de su aspecto. Dura y explícita, como a él le gusta.
También los ha habido divertidos, como N is for Nuptials de Banjong Pisanthanakun, donde un pequeño e inofensivo pájaro va a interponerse entre una pareja a punto de casarse "hablando más de la cuenta", siendo quizás el más simpático, inocente y gracioso de los que hemos podido ver. El irreverente japonés Noburo Iguchi, que con su corto F is for Fart, ha querido desdramatizar un tema tan reciente como fue la fuga de la central nuclear de Fukushima, donde una alumna de instituto, enamorada platónicamente de su profesora, decidirá extasiada preferible morir asfixiada a causa de la inhalación masiva de las flatulencias de su mentora, antes de serlo por la onda radiactiva que está a punto de alcanzarles... sin comentarios acerca de lo que da de sí el imaginario japonés. O el corto que ha abierto el film, A is for Apocalypse de Nacho Vigalondo, una "simpática" filmación del empeño de una esposa para acabar como sea con la vida de su marido antes de que llegue el fin del mundo, que podía haber dado para bastante más.

Nunca habrían dicho que su lavabo se rebelaría contra ellos...
Pero en general, como decíamos, han abundado los que podríamos clasificar desde flojos a incluso realmente malos y faltos de toda gracia. Haciendo que la película en sí se haya hecho larga y pesada, teniéndonos en muchos momentos contando mentalmente cuantas letras nos quedaban pendientes para poder acabar de una vez por todas y salir a recuperarnos para la siguiente.
Una película de la que podríamos salvar, tirando largo, menos de una decena de los cortos que la componen, por lo que si se hubiera quedado en un film de una hora de duración donde se hubiera elegido con criterio los mejores, se podía haber convertido en una obra muy apreciable. Pero con casi 130 minutos, ha sido un auténtico suplicio solo salvable gracias a algunas pinceladas geniales que como oasis encontramos a lo largo de su extenso metraje. En cómputos generales me ha decepcionado, fracasa al no haber encontrado el mínimo equilibrio que se le tiene que pedir a un largometraje y siendo demasiado pretenciosa para lo que acaba dando de sí finalmente.

1 comentario:

  1. Me uno a tu crítica, en general han sido bastante mediocres. Dogfight (un ejercicio visula muy elogiable y difícil), Ciclo (de Argentina, con una idea muy estimulante), Quack, Speed o Vacitus también se salvarian, pero la veintena restante, como bien proclamas, son para tirar al retrete, ya que es tan usado en el film. En definitva, una experiencia simplemente anécdotica de cómo ven el horror en todos los rincones del mundo, y que según amenazan en el DVD, se repetirá en 2014.....pues vaya.

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