martes, 22 de noviembre de 2011

¡VAYA UN FUGITIVO! (1998)

El recientemente desaparecido Leslie Nielsen fue, sin lugar a dudas, el rey de las comedias absurdas, el maestro de la parodia de una generación entera, el tipo del pelo blanco que siempre hacía las cosas "como podía" (Agárralo como puedas, Aterriza como puedas, Acampa como puedas...) y que tantos buenos ratos nos ha hecho pasar y continuaremos pasando.
Un actor canadiense que sabía reírse de sí mismo como nadie, llegar a la autoparodia con tremenda facilidad y que por encima de todo, fue consecuente con su carrera (exprimiendo su bis cómica al máximo) y consiguió ganarse el cariño de todo un público que lo considera ya un actor de culto.
Personalmente también creo que pagó un precio muy alto por ser un icono del humor, ya que el 90% de los papeles que le ofrecían repetían una y otra vez la fórmula, ser el protagonista de una nueva cinta de lo absurdo.
Uno de los guionistas de todos esos famosos films del humor, Pat Proft (The Naked Gun, Hot shots, Loca Academia de Policía, Aprende como puedas o incluso Mr.Magoo), se puso manos a la obra para elaborar su propio spoof, y como no, con el bueno de Leslie de por medio.
La primera y única incursión de Pat Proft tras las cámaras fue esta "Wrongfully accused", donde mete en la batidora muchos films de éxito y construye un nuevo e (¿innecesario?) refrito cinematográfico. La lista de "homenajeadas" es extensa, pero como el título español delata claramente, se basa en la famosa serie televisiva "El Fugitivo" donde el mismo Nielsen tuvo además un papel allá por 1963.Nos relata las desventuras de Ryan Harrison (Leslie Nielsen), un virtuoso violinista que se ve envuelto en una trama donde lo acusan accidentalmente de asesinato. De camino a la penitenciaria, y gracias a una piel de plátano en la carretera que hace resbalar la furgoneta, consigue salir huyendo.

Siendo un fugitivo y perseguido por la ley (Un Richard Crenna en su último papel en el cine), tratará de demostrar su inocencia a la vez que escapa de las autoridades. En ese tortuoso camino habrá tiempo para las historias de amor imposibles, luchas a muerte y continuos guiños a films de toda índole, como Star Wars, Titanic, Frankenstein, Misión Imposible, James Bond, Con la muerte en los talones o Braveheart, entre otros.
El incesante empeño en provocar un argumento lógico entre tanto pastiche resulta una tarea del todo imposible. La historia es un conjunto pseudo-ordenado de gags que tan sólo pretenden arrancar risas, y que lamentablemente las consigue muy aisladas. Si comprimes cien bromas absurdas por hora seguro que alguna te hará gracia, pero el peso de las que no funcionan ganan la partida, dejándonos un regusto a fracaso.
Sin duda, el mundo al revés que se dibuja en este film es lo más destacable junto a la figura del siempre entrañable Nielsen, que obedece como de costumbre a su realizador, aunque esta vez en un envoltorio de menor categoría y sobre todo, menos gracia.
De todas formas, y desplegando mi entusiasmo por este género del absurdo, me pronunciaré a su favor por dejarnos algunos gags de cierta entidad y provocarme risas, que aunque sean pocas, son de agradecer.
Muchos de los personajes del film tienen nombre de ciudades de Minnesota, de donde procede Pat, y el nombre de nuestro héroe es en honor al protagonista de la versión cinematográfica de "El Fugitivo" Harrison Ford, que además se llamó Ryan en Juego de Patriotas.
Puedo advertir una latente mediocridad en todo su conjunto, tanto en el aspecto de montaje como puramente cinematográfico, pero se trata de un producto pretendidamente retorcido y absurdo que no trata de ir más allá de entretener y hacer algo de gracia, a sabiendas de sus obvias limitaciones.
Bajo ese prisma de permisibilidad del espectador, la película es medianamente disfrutable, sobre todo una vez superados sus insoportables primeros 10 minutos.
La participación de Michael York (anecdótico), Kelly LeBrock (de una belleza magnética) y Richard Crenna (el mítico Coronel Trautman de Rambo) no cuajan en el imperfecto resultado final.
Un producto pues de usar y tirar, que tan sólo convencerá a los incondicionales de Nielsen y que se desvanece como el humo en nuestra memoria una vez consumida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...