
Un día, descubren en el bosque a una mujer vestida de Papá Noel herida gravemente tras haberse caído en un gran hoyo y que es incapaz de salir de ahí por sí misma. Asustados e indecisos deciden acudir a la policía, pero allí creen que se trata de una gamberrada y obviamente no les hacen ni caso. Descubrirán que dicha mujer se llama Rebeca, que está en busca y captura por el robo de 2 millones de pesetas y envalentonados pero incautos no se les ocurre otra cosa que sonsacarle información sobre el paradero del dinero como condición para ayudarla a salir del hoyo.

La huida y posterior venganza de Rebeca será el peso del argumento con aire slasher que respira la cinta en su último acto, y que notamos conjuga elementos del cine de aventuras infantiles y serie B muy adecuadamente. Hay pasión freak en cada plano, desde un desvergonzado guiño a Karate Kid (uno de los niños tiene un poster, la bandana de Daniel Larusso, trabaja la patada de la grulla y además pule cera), al equipo A, a los Goonies o a cualquier referente ochentero que podamos recordar, lo que hace que crezca en nosotros un interés entrañable en ver su desenlace.
Si además le sumamos que el último tramo es cercano al género terror con enemigo hacha-en-mano soltando chispas como Freddy, el encanto está asegurado si sabemos encontrarle la gracia.
Su duración es adecuada (unos rápidos 71 minutos) y nuestra inmersión en el film es total, pero resulta una verdadera lástima que esa sensación de apego se desvanezca tan rápido, teniendo un efecto agradable pero extremadamente efímero en cuanto termina.



La desgarradora interpretación de la Santa Claus Rebeca (Maru Valdivieso) da mucho oxígeno al film, protagonizando las mejores secuencias (esa uña destrozada o la pierna fracturada y en gangrena) y con unos gritos tan espeluznantes que nos hielan el alma. Un acierto de actriz en toda regla.

Pertenece a la serie de films denominadas Películas para no dormir y que en esta ocasión, su realizador Paco Plaza (co-autor en las dos partes de Rec) ha cumplido con honores su aportación, como también lo hizo Álex de la Iglesia con su Habitación del niño.. Una recomendable cinta de aventuras mezcladas con algo de terror slasher, más un final con diferentes lecturas posibles y sobre todo, locura a raudales.
Conceptualmente puede que sea mejor sobre el papel que en la pantalla, aunque a un servidor le haya gustado, tampoco puedo decir que me haya maravillado.
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