
Acto seguido veremos a nuestros protagonistas, un funcionario del servicio central de inteligencia llamado Agente 999 que va en busca del famoso bandido "puño de acero" (Rolex en versión original) y a un ladronzuelo de poca monta que no para de hacer muecas insoportables todo el metraje.
A su llegada descubrirán como no es un pueblo normal y que cualquier visitante que pise sus tierras será tarde o temprano la comida de sus gentes.
Uno de los momentos más divertidos viene ahora, cuando el ladronzuelo, tras colarse en un hogar, descubre que lo regenta una monstruosa señora excesivamente andrógina que lo querrá para ella solita, dando lugar a una situación del todo "what the fuck??" antológica. Más tarde, también pillaría al maestro 999 y volveremos a saborear a la grotesca "Rosa de Vietnam" como ella misma se autodenomina. Descaradamente lo mejor del film, pura Divine en versión china.En la forzada seducción al ladrón, él insiste en zafarse con cualquier excusa, ya sea un -quizás otro día!!- o la mejor, -tengo la sífilis!!...- a lo que ella responde... -igual que yo...!!-, absolutamente insuperable.
Tras el estupor de las secuencias con la Rosa de Vietnam, sólo nos queda un aluvión de coreografías simpáticas y bien trabajadas que sonrojarían al mismísimo Jackie Chan y una sucesión de griteríos confusos por parte de los extras que acaban por desconectarnos finalmente de la película, alargada sin sentido hasta hacernos desfallecer de fatiga.
El film propone entonces un final tremendamente estúpido, con nuestros aguerridos protagonistas patinando y tirando petardos como si un macaco se hubiera encargado del guión en su recta final. Insultantemente necio.
El resultado entonces se ve inevitablemente afectado por su desenlace final pero podemos decir, y a mucha honra, que resulta un producto de lo más peculiar, desenfadado, libre y excesivo, muy mojigato sexualmente pero alegre de todas maneras.Una recomendación para amantes de películas como "Una historia china de fantasmas" o incluso para fans de Jackie Chan, pues el paralelismo es indiscutible.
La diferencia de valoraciones entre webs es brutal, dato clarísimo que desvela que estamos ante una de esas películas que amas u odias, declinándome por la primera opción si tuviera que elegir.
Destacar que su director, Hark Tsui dirigió más adelante al fornido Jean-Claude Van Damme en sus películas Double Team y En el ojo del huracán, sendos fracasos estrepitosos del belga.
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