domingo, 27 de marzo de 2011

ENTREVISTA EN EXCLUSIVA A CARLOS AGUILAR ( MAYO 2011)



Carlos Aguilar supone un referente inigualable para cualquier cinéfilo, siendo sin lugar a dudas el mayor historiador cinematográfico español, crítico de culto, novelista, y con un sinfín de colaboraciones en el mundo del cine que lo acreditan como el profesional más prolífico de nuestra generación. Tiene en su haber más de 50 libros editados sobre cine, extensos trabajos en revistas especializadas y continuas participaciones en representacion de festivales y películas. Acaba de publicar un nuevo libro sobre la figura de Jesús Franco y nos regala una fabulosa entrevista llena de sabiduría cinematográfica. Un placer y un honor para nuestro blog.


En primer lugar Carlos, comentarte que estamos entusiasmados con la posibilidad de charlar contigo de cine y que significa mucho para nosotros este gesto, de verdad. Muchas gracias..

Pero empecemos sin vacilar:
Carlos, ¿Cuál es tu primer recuerdo en una sala de cine?

La Biblia del cinéfilo
Buena pregunta… Francamente, no lo sé. Tampoco de dónde, ni siquiera eso. Posiblemente fuera en Madrid, donde nací rodeado de cines de barrio, en pleno Lavapiés (“Odeón”, “Pavón”, “San Cayetano”, “Toledo”, “Lavapiés”, “Olimpia”, “Ave María” eran los más cercanos al domicilio familiar). O quizá en Astorga, pues mi abuelo materno era representante de uno. Entonces, yo me lo recorría con él, me colaba en la cabina de proyección, le ayudaba a picar las entradas para los controles de taquilla… Tipo Cinema Paradiso, aunque no en tan elevada medida.

¿Cómo empezó tu amor por el séptimo arte? ¿Recuerdas si alguien te influenció de pequeño?

Empezó enseguida, qué sé yo, desde siempre. Ya de niño muy niño, con pantalón corto, me enloquecía el cine, me absorbía, me apasionaba. Cuando no iba, lo echaba de menos, soñaba con aquellas pantallas enormes, las luces, el sonido… Pero no me influyó nadie, por lo menos conscientemente, yo en todo he sido autodidacta, formé mis propios gustos, mis criterios personales en soledad. Aunque algo genético quizá hubiera por vía de mi abuelo, pues él además era músico, de hecho tocó el piano en salas durante la época del cine mudo, y la música es otra de mis pasiones.

Sabemos que trabajaste en algunos fanzines y en diversas revistas sobre cine alrededor de Europa, pero nos gustaría saber si cuando el hobby de ver cine se convierte entonces en horas de trabajo, ¿sigue siendo para ti igual de apasionante?

Empecé a escribir a los doce o trece años, haciendo una pequeña ficha de cada película que veía. Ponía los datos técnicos principales, el día y el cine donde la ví, una calificación del 0 al 10 y un comentario de ocho líneas. Era la única manera de retener, de recordar para siempre eso que habías visto, bueno o malo, pues entonces el video, no digamos ya el dvd, era inimaginable. Así me habitué a expresar por escrito mi opinión, y ese fichero, que llegó a ser muy grande, supuso la base de la Guía del Cine. Publicar, propiamente dicho, empecé a hacerlo en 1979, a los veintiún años, en diversos fanzines de la época, Un año más tarde, en 1980, creé el mío, Morpho, del cual aparecerían cuatro números, con cadencia semestral. La profesionalización llegó en 1982. Y desde entonces, aquí me tienes, hasta ahora, lo cual implica prácticamente treinta años ininterrumpidos. Hombre, mentiría si te dijera que para mí el Cine sigue representando lo mismo, sobre todo porque el propio Cine ha decaído hasta unos extremos que entonces nadie habría podido prever. Pero me encanta como profesión, y no me imagino desempeñando otra.

Actualmente vemos que las diversas publicaciones sobre cine están básicamente pendientes del último estreno comercial o la mejor foto de portada, como hacen en Imágenes de Actualidad o Cinemanía, e incluso las críticas son casi siempre favorables para que luego con el paso del tiempo se desmerezcan sin remedio. ¿Eres de la opinión que se debería cambiar el enfoque sobre la información en este tipo de prensa? ¿Qué te parecen publicaciones menos comerciales como Dirigido por o la desaparecida Nickelodeon?

Por supuesto. Determinadas publicaciones son más promocionales que otra cosa, y la actualidad deja de serlo en cuestión de nada, y cada vez con mayor velocidad, por lo cual el texto ha perdido su razón de ser de un día para otro. Soy partidario de despertar un espíritu crítico en los lectores, que ayude a disfrutar del fenómeno cinematográfico con conocimiento de causa, mediante trabajos que no estén sujetos a la actualidad, que sean intemporales. De hecho, antes que crítico me considero historiador cinematográfico.

En Tokyo, al lado del Godzilla conmemorativo

Debido a tu prolongada carrera dedicada al mundo del celuloide has podido conocer en persona a mitos como Dario Argento, Christopher Lee o Paul Naschy entre muchos otros… ¿quién te ha sorprendido para bien y quién te ha decepcionado de entre todos ellos?

No sé, he conocido tantos, en efecto… Pero, positivamente, destacaría sobre todo a Jim Jarmusch. Es una combinación de elegancia cool y modestia serena a cuyo lado te quedas sin palabras. Me impresionó, de verdad. Negativamente, a Mel Gibson, me pareció un cretino de cuidado. Y en cuanto a calidad humana, Caroline Munro, cuya dulzura es realmente arrolladora.

Hemos advertido al leer tu “Guía del Cine” (Cátedra 2009) una continua desmitificación sobre la figura de Paul Newman, al que llegas a considerar narcisista, autosuficiente, divo e incluso estúpido. ¿A qué se debe tanta enemistad hacia Paul?, ¿Consideras su trabajo sobrevalorado en general?

Sí, me parece de esos actores que toman la película como pretexto para el lucimiento personal. Viéndoles, nunca estás frente al personaje sino ante un divo haciendo las mil y una para convencerte de cuán maravilloso es.

Has publicado junto a tu hermano diversos libros sobre el extenso cine japonés, ¿qué tiene de especial el cine de ese país?

Es un cine que deriva de una cultura particularísima, determinada por el sufrimiento interno, por la angustia de vivir, por la zozobra. Resulta muy interesante en sus diversas declinaciones genéricas, y afrontar su análisis ha sido muy interesante para mí, una suerte de desafío gracias al cual he aprendido un montón de cosas, de entrada a superar el etnocentrismo. Ahora bien, en los tres libros sobre cine japonés que he publicado, el mérito cardinal es de mi hermano. Él vive en Tokio desde hace casi veinte años, habla y escribe a la perfección el japonés, y cuenta con la perspectiva más interesante a la hora de escribir al respecto; es decir, una mixtura de base española y altura japonesa.

¿Y qué opinión te merece pues la oleada de cine (sobre todo de acción / thriller) del país vecino, Corea del Sur? Hace unos años con películas como Old boy y más recientemente otras como I Saw The Devil, Man from nowhere  o The Chaser han traspasado fronteras y han abierto una importante brecha para despertarnos interés en nuestras tierras.

Me interesaba al principio, pero me cansa ya. Creo que se ha agotado en poco tiempo, como tantos otros fenómenos del cine actual, de la cinematografía hongkonesa a la iraní, pasando por el realismo a la inglesa.

¿Te atreverías a decirnos cuál es tu director favorito de la historia del cine? ¿y tu actor? Muchos opinan que Brando se llevaría ese nombramiento en la segunda categoría y Billy Wilder a la primera. ¿Estarías de acuerdo?

Como director, desde niño he sentido una fascinación especial por Orson Welles, y esa fascinación nunca ha decaído. Y como actor no sé, hay tantos que me gustan en particular… Pero podría destacar acaso a Henry Fonda. Brando no me gusta, es del estilo de Paul Newman (de hecho, éste empezó imitándole), no me lo creo, me cansa y aburre en su sobreactuación. Y Billy Wilder me parece formidable, pero no figura entre mis preferidos.

Como admirador de la figura de Groucho Marx, no tanto como su vodevilesca trayectoria interpretativa, sino más como el personaje que fue, me interesa mucho saber tu perspectiva de su carrera, ¿qué opinas de Julius Henry Marx?

Me gusta mucho, muchísimo, me divierte horrores. Desde que yo era un niño , y veía sus películas dobladas en reposiciones en cines de barrio, hasta cuando las redescubro ahora, en dvd y en inglés. Cuando surgió, no se parecía a nadie, de ahí que sorprendiera tanto, y nadie ha conseguido ser ni remotamente similar. Era un genio, sin la menor duda.

Leyendo una de tus novelas “Nueve colores sangra la luna”, uno no deja de pensar en que haces continuos guiños al cine de terror español de mediados de los 70. ¿Qué tienen de especial para ti esas épocas?

Bueno, crecí en aquellos años, y ese tipo de cine supuso una buena base en mi formación cinéfila. Específicamente, las coproducciones de género europea de los años 50, 60 y 70: el Polar francés, el Krimi alemán, el Spaghetti Western hispano-italiano, el Gótico inglés… y por supuesto el terror español, sobre el cual he escrito a menudo, sobre temas generales o figuras particulares. Están muy dentro de mí, me fascina en particular esta interpretación europea de unos paradigmas que parecían reservados a los americanos, fue fundamental en mi articulación estética y hasta humana. En Nueve colores sangra la luna evoqué este contexto porque me parecía precioso para determinar una historia que en el fondo no es sino de amistad masculina rara y de iniciación extraña a la vida… que a la postre deviene la muerte.

En la misma novela mencionas a un actor real, John Phillip Law, amigo personal tuyo y recientemente fallecido que no gozó de demasiada fama en nuestro país pero que ahora le rindes (junto a tu mujer) un homenaje con la publicación de un libro sobre su vida. ¿Qué nos puedes contar de este actor norteamericano?

Era una persona maravillosa. Un hombre encantador y modestísimo, que tuvo una vida de lo más novelesca y excitante pero que, sin embargo, no se daba importancia para nada, te lo contaba como quien habla de lo que cenó anoche. Amante de Faye Dunaway o Joan Baez, amigo de Hugo Hefner y Bob Dylan, protagonista de películas de culto… Y estabas a su lado, y se comportaba como si fuera tu vecino, al que acabas de encontrar en la escalera! Empero, pese a esa modestia y sencillez tú advertías su carisma, el hecho de que era alguien especial. Pero no porque él se diera aires, sino porque ese carisma, esa singularidad estaban ahí y no podía reprimirlo. Como actor, mereció más, pero sufrió una serie de percances que prácticamente lo hundieron, cuando estaba en lo más alto. Tengo un cariño muy especial por este libro, que tristemente John no llegó a ver. Sólo las pruebas, en mi casa, antes de cenar con nosotros, la última vez que estuvo en Madrid y que le vimos. Me dijo “Es mucho más bonito de lo que jamás pude imaginar”. Y murió cuatro meses después. Horrible. En cuanto al libro propiamente dicho, mi mujer, Anita Haas, y yo nos volcamos, para que al lector le llegara cuán novelesca fue la vida de John, podría hacerse perfectamente una película sobre ella. Y nuestro co-editor y maquetador, Javier G. Romero, hizo un trabajo extraordinario con el diseño, basándose en el propio material que nos cedió John, y que nunca se había visto, y en el propio archivo suyo, que no te puedes imaginar cuán magnífico es.
El libro dedicado a John Phillip Law, Diabolik Angel

Carlos Aguilar junto a su esposa, la novelista canadiense Anita Haas y el grandioso John Phillip Law

En varias ocasiones has comentado tu peculiar relación con Jesús Franco, director de filmografía inabarcable (casi 200 films en total) que constituye de alguna manera un pilar en el cine español de terror y erótico de los 60 y 70. ¿Qué te llevó a publicar un nuevo libro sobre su figura? ¿Conserváis actualmente una buena relación?

Verás, hacía falta un libro sobre Jesús en España, sin duda alguna, y desde hace años mucha gente me sugería que lo escribiera yo, gente conocida de siempre o que acababan de presentarme incluso. Me fui animando, poco a poco. Era la ocasión, por añadidura, de enriquecer el libro que publiqué sobre él en Italia, que es sobre todo gráfico. Mi mujer terminó de animarme, diciéndome, más o menos, “Es un libro necesario, tú eres la persona indicada, ¿por qué sigues dudando?” y añadió en inglés, ya que es canadiense, “Just Do It!”. Todo ello me hizo recapacitar y advertir que estaban en lo cierto, y comprender que si no lo hacía yo lo acabaría haciéndolo alguien menos adecuado. Por lo cual, planteé el proyecto en Cátedra, apenas aparecer la segunda edición ampliada de mi libro sobre Clint Eastwood, y a ellos les pareció oportuno incorporar a Jesús en la colección. Acto seguido, firmamos el contrato y me puse a ello, con todo. entusiasmo. Al respecto, lo más difícil fue mantener una cierta imparcialidad, dentro de mi interés por su obra y su persona, por respeto a los lectores y a mí mismo. De no haber procedido así, hubiera condescendido fatalmente, y, apenas me descuidara, justificado lo injustificable y defendido lo indefendible. Fue realmente arduo, profesional y moralmente, pero en verdad creo que lo logré, y que el libro ha quedado ecuánime, dentro de la indiscutible ligazón entre el mundo de Jesús Franco y el mío, en diversos niveles. Por eso alguna reseña ha indicado que este libro y Nueve colores sangra la luna pueden leerse como textos complementarios, que se iluminan entre sí. En cuanto a Jesús, hace cerca de seis años que ni le veo ni hablo con él. Mejor así. Lo pasado, pasado está.


Por cierto, ¿eres consumidor de películas dobladas o prefieres siempre la versión original?

La versión original, siempre. Un doblaje, por bueno que sea, desnaturaliza la película. Si un actor dice “yes”, tú no puedes verle diciendo “sí”, porque ya es otra cosa.

¿Tienes la sensación de que las nuevas generaciones buscan en el cine una eclosión de efectos visuales y que se va perdiendo la calidad interpretativa inevitablemente por los actuales cánones de ventas?

Pues en general, sí. Esto sucede, y nadie puede negarlo, porque es obvio.

¿Qué 5 films salvaguardarías en un “búnker cultural” ante una posible destrucción nuclear?, sabiendo que serian las únicas que se guardarían para la posteridad.

Uno de cada uno de estos directores: Orson Welles, John Ford, Fritz Lang, Max Ophuls y Luis Buñuel.

 ¿Qué película opinas que ha estado más sobrevalorada y por el contrario, cual crees que está más injustamente infravalorada en la historia del cine?, ¿Existe algún film que hayas deseado ver pero que jamás hayas tenido la ocasión? (en mi caso, quiero que recuperen Humorisk de los hermanos Marx, copia perdida en la inmensidad…)

Vuelvo a lo de antes, te digo directores mejor que películas. En cuanto a sobrevaloración, Stanley Kubrick. Respecto a la segunda pregunta, no caigo ahora, francamente. Pero seguro que habrá varias.

Nos preguntamos que hay que hacer para llegar a ser crítico de cine, ya que no basta únicamente con el visionado de películas, en muchos casos para hacer una buena crítica hay que conocer el momento histórico en que se rodó, la época que nos retrata la película y un largo etc.… ¿cómo llega a ser uno crítico cinematográfico profesional?

Respecto a condiciones, hace falta cultura general y conocimiento cinematográfico particular, sensibilidad para valorar las imágenes y habilidad para transmitir tu criterio a los lectores, de forma que sea enriquecedor para estos, están más o menos de acuerdo. En cuanto al proceso laboral propiamente dicho, me temo que no existen dos casos iguales, es una profesión en verdad errática, singular y arriesgada.

¿Crees, como nosotros, que hoy en día hay bastante menos interés por parte de muchos jóvenes en el cine clásico y/o de calidad y que no consumen otra cosa que no sea el ‘blockbuster’ de turno?

Claro que lo creo. Y qué triste es. Desolador, mejor dicho.

¿Eres seguidor de series aparte de cine? En caso afirmativo, ¿cuáles son tus favoritas?

No, no veo series, ni la tele en general, desde hace años. No me interesan, me aburre ver a los mismos actores personificando los mismos personajes a lo largo de un porrón de horas, hasta el fin del mundo. Añade que en las series todos los episodios son análogos, puesto que responden a la misma fórmula, y comprenderás por qué no me interesan.
¿Tu opinión de los certámenes tales como los generalmente aburridos Goya o los “glamurosos” Oscar de Hollywood?

Su excelente libro sobre Sergio Leone
Me horripilan, no puedo soportarlos. Tampoco veo estas galas de premios desde hace muchos años.
Y para terminar, ¿qué film ha sido el último que has visionado? ¿Te ha gustado?

La red social, de David Fincher, y me pareció insoportable.
Seguiríamos hasta que se acabaran las horas, pero entendemos que, para no resultar tediosa, la entrevista debe terminar algún día, así que muchísimas gracias de nuevo y que sepas que aquí tienes unos admiradores de tu trabajo que con su granito de arena, intentan saborear el mundo del cine tan de cerca como tú has conseguido. Un abrazo Carlos.



Otro abrazo para vosotros, y enhorabuena por el blog.








4 comentarios:

  1. Soy un megafan del Aguilar, que bien escribe y que bien se expresa. Sus libros son geniales y Estupendísima la entrevista.

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  2. Es un tio cercano, tremendamente agradable y endemoniadamente interesante, no sólo para cualquier cinéfilo, sino para cualquier persona culturalmente hambrienta. Ha resultado una agradable sorpresa descubrir la gran condición humana que nos ha demostrado, digna de una persona de su talla, sin duda. Un titán de persona, no sólo de profesional.

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  3. Es un crack del cine y tengo ganas de agenciarme su libro de Sergio Leone. Un honor que le hayamos podido hacer una entrevista y le agradecemos mucho las facilidades que nos ha dado y el buen trato que tiene.

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  4. Yo estuve con él en Madrid, y es una persona muy amable, da gusto oirle hablar de cine. Además, es muy accesible, no es una persona endiosada que vive en una torre de marfil. Y su pesimista visión del cine actual la comparto.

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