viernes, 18 de mayo de 2012

SUBMARINE (2010)

Quizás junto a Bellflower esta ha sido la película más peculiar que he tenido oportunidad de ver en este festival Atlantida Film Fest, siendo una fresca comedia rebosante de humor negro con las reflexiones vitales desde el punto de vista de un adolescente de apenas 15 años.
No puedo dar un motivo único por el que la elegí entre toda la programación disponible, pero uno tuvo mucho peso fue el saber que el director era Richard Ayoade, quien daba vida al divertido y esperpéntico personaje de Moss en la serie The IT Crowd y que aquí debuta en el plano de la dirección. Realmente como opera prima opino que es un dignísimo trabajo, donde los aciertos ganan por goleada a sus puntos flacos.
La película está basada en la novela homónima de Joe Dunthorne, y como si de un libro se tratara, nos presenta la historia dividida en tres capítulos y un epílogo a modo de cierre. Así, en el primero de ellos conocemos a Oliver Tate (Craig Roberts), un adolescente que es un mar de dudas, de sueños y fantasías, encontrándose en uno de esos puntos cruciales en la vida de uno, que marcan claramente un antes y un después: la adolescencia. En esta parte le conocemos a él en búsqueda de la propia identidad, de saber quien es realmente y que papel juega en este mundo; para luego presentarnos a sus no menos peculiares progenitores: Lloyd (Noah Taylor), su padre, un biólogo marino fracasado que llegó a presentar un documental sobre el océano, pero que por su aspecto nada fotogénico fue despedido, y que ahora vive deprimido como profesor de una pequeña universidad local. Su madre, Jill (Sally Hawkins) tampoco se queda corta, actriz fracasada que ha cambiado los escenarios por una gris oficina que la frustran cada día un poco más. Una paranoica obsesiva que cree que su hijo es objeto de palizas continuas en el colegio, incapaz de tener novia ni de valerse por sí mismo.

Sí, sé que os viene una palabra a la cabeza... friki.
En este capítulo Oliver intenta enfrentarse a un enorme reto para él: conquistar a Jordana (Yasmine Paige), la chica de la que está enamorado, pero también tiene que empezar a lidiar con un problema mayúsculo en su casa, una crisis sin precedentes en el matrimonio de sus padres... pero tranquilos, aquí está él para intentar salvar la situación (os partiréis con las estratagemas que su mente idean para lograrlo).
Los otros dos capítulos marcan puntos de inflexión dentro de la historia y no voy a comentarlos para evitar desvelar por donde discurre, os dejo a vosotros la misión de saber como acaba todo esto.

Un tristísimo Lloyd que da mucha pena y despertó mis simpatías a lo largo de la película

Me gustaría destacar el aire fresco y de cine independiente que respira toda la película, combinando una grabación muy rica en matices (distintos tipos de cámara, planos, fundidos a rojo para expresar ciertos sentimientos, etc...). También la forma de plasmar ciertos pensamientos de Oliver pueden recordar a algunos de los films de Gondry como La Ciencia del sueño, destacaría dos escenas: la primera, casi como arranque de nuestra historia cuando se imagina en plena clase la reacción que tendría la gente si el muriera, siendo un claro ejemplo de su gran capacidad para fantasear y evadirse de la realidad. La segunda es cuando recuerda algunos de los momentos vividos son Jordana, almacenándolos y reproduciendo en su cabeza como si una grabación de Super 8 se tratara, siendo este tipo de recursos los que acaban por darle una personalidad muy especial. Igualmente se ha cuidado la elección de la música que acompaña el film, siendo un excelente complemento que consigue que nos metamos aún más dentro de la historia y la vivamos con mucha intensidad.

Lo sé, es la imagen más erótica que habéis visto nunca...
La elección del reparto me ha gustado, Craig Roberts, como Oliver y conductor de la historia (mediante una voz en off muy conseguida) clava la imagen de adolescente raro, ese que no encaja dentro de la manada de perfil estándar, siendo un hervidero de pensamientos e ideas extrañas que lo marginan por fuerza. De verdad que su actuación es a la vez divertida, emotiva y triste. Bien complementado por Yasmine Paige que también logra transmitirnos muchos sentimientos.
Los padres de Oliver son geniales, dignos de haber salido en una película estilo Life Aquatic o Los Tenenbaums, típicos personajes disfuncionales, extraños, que parece que hace tiempo que dejaron de pisar tierra firme y viven en su peculiar mundo particular. Otros de los personajes que salen, como el vecino tampoco tiene desperdicio...
La historia divierte (y mucho), pero además también logra despertar ciertos sentimientos más profundos gracias a su marcado toque dramático cargado de nostalgia, que quizás os llegue a despertar recuerdos de vuestra propia adolescencia. Una de esas películas que es una excelente experiencia cinematográfica, no solo por lo que cuenta sino por como lo hace, no lo dudéis y lanzaros a por ella.


2 comentarios:

  1. Parece muy interesante... Le hare una visualizacion

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  2. Vista ayer. Un tratamiento interesante de la puesta en escena. Un pretendido (que no pretencioso) montaje sin florituras, elipsis brutas, personajes atormentados en un mundo (¿finales de los 80 en Irlanda?) repleto de sensaciones primarias (amor, sueños, muerte, sexo) que desembocan en un film-diario de un adolescente peculiar en voz off. Altamente recomendable, sin duda. Un film especial. Yo le otorgo un 6,9.

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