
La inexperiencia de ambos en el mundo de los secuestros se hace evidente a los pocos minutos, y si le sumamos esas irreconciliables diferencias fraternales, el asunto se les complica drásticamente.
La recauchutada Tracey demuestra a su vez un carácter fuerte y violento, no dejándose amedrentar como ellos esperaban (más bien ellos le tienen miedo a ella), y consiguiendo escapar sin mucho esfuerzo de la casa.
Lo que nadie se espera es la presencia de un granjero cercano, maniaco y deforme, que no está dispuesto a dejar que nadie pise sus tierras y les dará caza de la manera más sangrienta posible.
Esta película británica de 2008 se podría considerar como una divertida respuesta al género del terror americano con asesino monstruoso incluido, que se puso de moda con La Matanza de Texas (Tobe Hopper, 1974) y que, hasta nuestros días, sigue explotándose comercialmente (véase por ejemplo el reciente díptico Hatchet).
Aquí se conjugan a la perfección elementos de comedia (de un bienvenido aire "brit"), del terror más convencional (atmósfera nocturna, cobertizos, sordidez...), hasta llegar al punto álgido donde el gore toma el relevo y satisface al amante de género.
Para mí, el film de Paul Andrew Williams (a su vez, director y guionista), está dividido en dos partes bien diferenciadas. Su primera hora de función está centrada exclusivamente en el secuestro de medio pelo que tratan de llevar a cabo los hermanos, con buenas dosis de humor y una digna presentación de personajes. En segundo lugar, pasada la hora, entra en escena el desproporcionado granjero para regalarnos los mejores 35 minutos del film.


Por contra, acusa ciertas subtramas ciertamente insatisfactorias, como la de los esbirros chinos del mafioso (ni pizca de gracia), el estilista (suprimible) o el personaje del hermano de Tracey, todos carnaza para aumentar el número de víctimas del festín sádico.
Esta "The cottage" (literalmente, casa de campo) es en definitiva una experiencia desvergonzada que, pese a usar tópicos de siempre, consigue suscitar empatía en el espectador y lograr que disfrutemos su propuesta. No pasará a la historia del cine, pero es mejor de lo que pueda prometer su sinopsis o incluso su "sosa" portada.
Pese a estar nominada como mejor film en el Festival Internacional de Sitges de 2008, no obtuvo finalmente la suficiente financiación para su distribución en nuestro país y se mantiene aún inédita, pasados ya 4 años.
Recomendable pues para amantes del subgénero "comedia de terror", para incondicionales del trabajo de Serkis (recordemos, el actor detrás de Gollum) o para cinéfilos despendolados que quieran pasar un rato divertido y escalofriante a partes iguales.
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