martes, 12 de junio de 2012

EL JOVEN BRUCE LEE (2010)

La vida de Bruce Lee se podría definir como corta pero intensa, la existencia de un hombre que llegó a cumplir su sueño de ser una estrella y que luego nos dejó huérfanos a todos tras su prematura muerte, cediéndonos el mayor legado conseguido por un oriental en la historia del cine y las artes marciales.
Como ya comenté en su momento al postear "Dragón: La vida de Bruce Lee", el film biográfico de la estrella por excelencia presentaba algunas carencias (y me cito a mí mismo "...y olvidando otros de mayor interés (sus combates callejeros de pequeño, sus líos con la Triada o sus obsesiones con la perfección de su arte), que aquí pasan totalmente inadvertidas)", y parece que alguien pensó lo mismo, pues en 2010 se filmaría curiosamente esa parte de su vida que se decuidaba tanto en el biopic norteamericano.
El film que presento a continuación es una producción Hongkonesa de considerable presupuesto y sorprendente veracidad, pues su propio hermano menor narra las vivencias en primera persona y las localizaciones son muy cercanas a las originales (incluida la de su verdadero hogar), por no hablar de los datos que únicamente la familia puede aportar.
Ya desde niño, Bruce estuvo delante de las cámaras, (incluso de bebé), gracias a que sus padres tenían contactos en el mundo del espectáculo. Su prematura "fama" (de crío ya le llamaban -pequeño dragón-) ocasionó que no fuera un niño corriente, y desafiaba las normas de manera constante (siendo castigado otras tantas, como podemos imaginar) demostrando además ciertas dotes de liderazgo innatas y casi podríamos decir que involuntarias.
Sus pinitos en el cine chino, sus primeros enfrentamientos callejeros, el despertar de sus sentimientos y la problemática con las Triadas (por fin se despejan ciertas dudas), engloban el film biográfico más riguroso de la infancia del astro, y esta vez, sin dar prioridad a su archifamosa destreza marcial (aunque se explican cosas interesantes).

Ante tal propuesta, cualquier amante de Bruce Lee estaría absolutamente encantado y plenamente entusiasmado con la idea de saber más acerca de la adolescencia de su ídolo, con datos inéditos en el resto de films sobre él.
La película da comienzo con unos títulos de crédito estupendos, de magnífica fotografía y extraña delicadeza visual, casi poética, dentro de la casa de los Lee. La etapa del Bruce niño es la mejor de todas, con sus gamberradas y correrías llenas de alegría y simpatía, y es una verdadera pena que sea la que ocupe menos metraje, algo que en mi opinión, es un fallo garrafal, visto lo visto.
Una vez superado ese episodio, nos presentan al Bruce adolescente (Aarif Rahman, una extraña elección para el papel protagonista, pues es hijo de una china pero corre sangre árabe y malaya por sus venas), que nos transmite algo bien distinto a lo que teníamos en mente (aún no sé si para bien o para mal, la verdad).
Sus amigos serán una parte importantísima en el desarrollo de la trama, pues debido a la drogadicción de uno de ellos, nos explicarán cómo Bruce se ve envuelto en asuntos turbios con la Mafia china y con diversos personajes indeseables.
El bajón de ritmo narrativo en esta parte es una realidad, con pequeñas briznas de interés en su global, sí, pero despegando de su trama a los menos enamorados de la estrella (además, las interpretaciones chinas están alejadas de nuestros cánones y todo nos parecerá algo teatralizado). Gracias al componente marcial (Bruce recibirá clases de kung-fu), la película recobra el vuelo perdido y asistiremos a los principios en la lucha de Lee con un combate contra un boxeador extranjero que lo reta.


Su primer encontronazo en un ring roza el rodaje epiléptico y en exceso nervioso, nada convincente, pero la venganza en un lugar más apropiado más adelante, se convertirá en la verdadera guinda de la cinta, el momento que todos (lo confiesen o no), estaban deseando ver, las habilidades en la lucha del joven Bruce Lee (con tics famosos incluidos y además, con un gato contemplándoles, claro guiño a la lucha con Norris en el Coliseo).
Lo más destacable de la cinta Hongkonesa es su peculiar fotografía con colores apagados, tonos sepia incluidos que podría acercarnos más a la década de los 40/50 en ambientación. Todo un acierto en mi opinión. La profesionalidad en todos sus aspectos técnicos también es evidente, pero no hay rastro de ningún tipo de personalidad destacable ni tampoco de algún síntoma diferencial con el grueso de producciones chinas coetáneas.
Sí que me gustaría hacer un inciso en sus créditos finales, del todo sugerentes, creando un buen contraste entre fotografías reales de Bruce y sus idénticos momentos en el film, sin duda, un bonito gesto hacia la familia. En definitiva, un film bien realizado, con momentos disfrutables pero que no se adentra en el Bruce como ser humano, sino más bien repasa algunos sucesos y circunstancias de su vida adolescente, convirtiendo su visionado en una experiencia superficial muy cercana al cine televisivo.
Muy recomendable pues para el insaciable hambriento de la figura del "pequeño dragón", pero a buen seguro que será poco convincente para el menos entusiasta, que no reconocerá al Bruce Lee que espera ver.


7 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Si, los títulos de crédito finales (las letras que salen cuando se acaba la peli)...pues eso, que tienen su encanto. Espero haber despejado tu duda, anónimo.

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    2. Los títulos de crédito son un aburrimiento señor. Eso lo sabe cualquiera.

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    3. Cuando son meras letras si aburren, pero en algunos casos contienen imágenes emotivas y están hechos con mucho gusto. Esa es mi opinión, hay quién huye despavorido al ver la primera letra. Para gustos, colores.

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  2. Debo discrepar. Son solo un mal hasta llegar al easter egg.

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    1. Los easter eggs (o Huevos de Pascua), son un contenido oculto o sorpresa en el dvd que no necesariamente están en los créditos finales, pueden estar en los menús del DVD, en los propios contenidos extras...etc . Está bien que discrepes, pero considerarlos un "mal" es exagerar.

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  3. Lo que me deprime es que los pongan al principio de la peli, practcamente obligandote a consumirlos. Si me gusta la pelicula y quiero ver quien la hizo ya los leere. Cosa q no ocurrira muy a menudo xq no me gusta el cine y solo veo peliculas para poder decir q las he visto.

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