Es una lástima, pero la llegada del verano ya es inminente y de esta manera ha llegado el momento de poner cierre a la segunda temporada de Phenomena.Sinceramente creo que muchos pensamos que este segundo año ha sido el de la confirmación de que este es un proyecto que parece no tener techo, siendo capaz de sorprendernos gracias al cariño y al empeño que sus responsables ponen en cada una de las sesiones que han ido programando.
Iniciativas de crear el Little Phenomena, pensando en darles una oportunidad a los pequeños de las nuevas generaciones a descubrir algunos de los títulos con los que sus padres se criaron, me parece un gran acierto. Por otro lado, han seguido causando furor las gamberras sesiones del Phenomena Grindhouse, o la proyección de la maratón robótica con Richard Stanley, el director de Hardware, en la sala. Son solo algunos de los ejemplos que hemos tenido a lo largo de este año.
Y para el fin de fiesta nos han traído dos grandes películas de los 80. Una sesión doble muy completa combinando dos films de géneros tan distintos, como son el del puro terror de Poltergeist, a la fantasía infinita de Jim Henson en Dentro del laberinto.
Ambas son películas que disfruté de bien jovencito, siendo experiencias muy distintas por razones bien obvias, pero igualmente satisfactorias. Si con la primera, literalmente me cagué de miedo (no hay que ver estas pelis con menos de 10 añitos...), la segunda fue uno de los cuentos a los que tengo más cariño, junto con Cristal Oscuro (que por cierto confío ver algún día en pantalla grande en una de las sesiones de la próxima temporada del Phenomena).
Que decir de esta sesión, fue una pasada, y vino precedida por otro más de los fabulosos vídeos creados por David Casademunt y que venía a resumir lo que ha sido este segundo año en que Phenomena se ha hecho mayor, convirtiéndose en uno de los eventos más admirados y seguidos del panorama nacional. Prueba de ellos es la cada vez más habitual presencia de estas sesiones en otras ciudades como Madrid, demostrando que esto no ha hecho más que empezar. Aquí tenéis el vídeo para que podáis echarle un vistazo.
Con las luces apagadas llegó el momento de revivir Dentro del laberinto y verla por fin en pantalla grande tras haberla degustado infinidad de veces en casa, primero con los ya lejanos VHS y más recientemente en DVD. La película conserva toda su magia, con el peculiar toque que Jim Henson ha sabido darle a todas sus producciones, dotando a los distintos personajes que pueblan el imaginario de la historia, de un carisma especial. Seres inolvidables como Hoogle, el enano embustero que enreda a Sarah cuando más le conviene, ese ser peludo llamado Ludo capaz de invocar a las piedras con sus aullidos, el divertidísimo Sir Didymus acompañado por su valiente montura, un perro llamado Ambrosius, multitud de seres que pueblan ese laberinto, como las puertas parlantes y un sinfín de goblins y otras criaturas detalladas como marca de la casa. Y como no, destacar la presencia de David Bowie dando vida al Rey de los Goblins, un icono por allá en los años 80 y que causó más de una carcajada gracias a esas ceñidas mallas marca paquete, que en la inmensidad de la pantalla del Urgel eran imposible de pasar por alto. Un espectáculo muy grande cargado de humor y fantasía, que a los veteranos que nos criamos junto a Barrio Sésamo o Los Fraggle nos trasladó por unos momentos a esa época de la que tan buen recuerdo guardamos. Un clásico.
Y tras la pausa, una de esas películas que son un referente dentro del género del terror, que llegó a suscitar hasta 3 secuelas, y que en algún momento nos ha hecho sufrir a todos cuando la hemos visto: Poltergeist.
Y es que las credenciales que presenta el filmson inmejorables: en la dirección Tobe Hooper, responsable de La matanza de Texas, y a cargo del guión uno de esos hombres que parece tocado por una varita y que casi todo lo que ha hecho ha sidoo un éxito, Steven Spielberg.
De esta forma no es de extrañar que estemos ante una de las películas de casas encantadas más recordadas y destacadas que podemos encontrar, y que 30 años después de su estreno, sigue manteniendo intactas sus mejores virtudes.
Hay escenas míticas como la de la televisión y esa niebla que se va acercando poco a poco a la niña poniéndonos los pelos de punta, mientras Carol-Anne suelta una de las frases inolvidables que ya son historia: "Ya están aquí...". O la que suelta la médium: "Carol-Anne, ve hacia la luz...".
¿Qué más se puede pedir?
Sustos, risas, charlar de cine durante las pausas para la cena, buena compañía, y seguir confiando en un equipo encabezado por Nacho Cerdà que seguro que a partir de septiembre nos va a sorprender rescatando grandes clásicos de los 70 , 80 y 90. Nos vemos después del verano... aprovechad para ver mucho cine!
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