Lee Jun-Fan nació el 27 de Noviembre de 1940 en San Francisco únicamente por razones fortuitas, ya que sus padres trabajaban con la Ópera China Cantonesa y se encontraban casualmente de gira por el continente americano.
Una enfermera le otorgó el nombre de Bruce, que él descubriría 12 años más tarde en Hong-Kong y que finalmente sería su nombre artístico, con el que se le conocería en todo occidente (en China, la gran mayoría de la gente aún le llama por su nombre oriental).
Desde bien niño comenzó a intervenir en películas chinas de bajo presupuesto (básicamente de género romántico), y como es evidente, de extra en la mayoría de ellas. Su primera aparición en pantalla fue con tan sólo 2 meses de vida, consiguiendo pequeños papeles en una veintena de ellas a lo largo de su juventud.
Bruce con el maestro Yip Man |
Cumplidos ya los 18 años, y según su padre, para evitar que se acabara uniendo a la peligrosa Triada China (la Mafia de aquellos lares), lo enviaron a los Estados Unidos a estudiar, donde reclamaría su nacionalidad y comenzaría su verdadera leyenda.
De San Francisco viajó a Seattle, donde enseñaría su filosofía marcial a unos pocos interesados, primero de manera informal, en el exterior o en casas ajenas y más adelante en su propio gimnasio en California, con cada vez más repercusión popular.
Por aquella época se salvó del ejército debido a tres razones; era miope, tenía los pies cavos y le detectaron un testículo más alto que otro, por lo que se libró de ser alistado. Se uniría en matrimonio con una alumna suya, Linda Emery (pasaría a llamarse Linda Lee) y se trasladarían a Oackland, California, para crecer mucho más y abrir su propio establecimiento de enseñanza.
Se toparía entonces con la oposición de la comunidad china, que le reprocharían el hecho de divulgar conocimientos milenarios a extranjeros, con las consecuentes rivalidades que eso conlleva, y que por tradición, se solucionan con un combate entre maestros.
Cartel original chino del primer éxito de Bruce, Big Boss |
Es al cumplir 26 años cuando empieza a aparecer en series como Batman, el Avispón Verde (The Green Hornet), Ironside o Longstreet, hasta que llegó su primera colaboración en un largometraje gracias al film "Marlowe, detective muy privado (1969)" con una hilarante interpretación en tono burlesco, muy distanciado de sus futuros papeles.
Una falta de rigurosidad por parte de las productoras americanas, que le robaron su idea de la serie "Kung-Fu" (al final, protagonizada por el occidental David Carradine) propició que escuchara ofertas en Hong-Kong y se trasladara allí a rodar el 90% de su filmografía relevante.
Ya en 1971, con 31 años y 2 hijos, Brandon y Shannon, un Bruce Lee con cierta fama en China realizaría su primer y gran éxito en oriente, "Karate a Muerte en Bangkok (The Big Boss) (1971)".
Tras la enorme repercusión de dicho film, Bruce Lee se ganó la cúspide de la popularidad china, y lo catalogarían ya de héroe nacional.
Pocos meses después, el mismo director de Big Boss, Lo Wei, se pondría manos a la obra con su siguiente film, titulado en nuestro país como "Furia Oriental" pero conocido internacionalmente como Fist of Fury, con el que Lee se acabó de consolidar en el mundo del cine orientado a las artes marciales (además, se ganó al público venciendo a maestros japoneses en el film, hecho que al pueblo chino le entusiasmó).
Lanzado de pleno al mercado oriental, Bruce dirigió un film propio, "El Furor del Dragón (1972)" (conocida como Return of the Dragon) que bien podría alardear de ser su segunda mejor película y quizás, la más recordada. La colaboración de un actor norteamericano en dicho film, el novato Chuck Norris, (ex-campeón de karate y reconocido artista marcial) provocó que el público yanki reparara en la película y poco después le propusieran filmar una obra de mayor presupuesto, pero esta vez, con dinero americano.
La idea era filmar la película más ambiciosa de artes marciales jamás rodada, con verdaderos maestros de diferentes disciplinas y un despliegue de medios sin parangón dentro del emergente género del "Eastern".
Bruce aceptó (no sin antes dejar claras sus condiciones) y se metió de lleno en el rodaje de "Operación Dragón" (Enter the Dragon, 1973), aparcando otros proyectos a medio hacer como luego veremos.
El rodaje de dicha película desgastó sobremanera a Bruce, que perdió muchísimo peso en el proceso (de hecho, la primera escena del film es, en realidad, la última en ser filmada, y se puede apreciar una preocupante delgadez).Bruce aceptó (no sin antes dejar claras sus condiciones) y se metió de lleno en el rodaje de "Operación Dragón" (Enter the Dragon, 1973), aparcando otros proyectos a medio hacer como luego veremos.
Si bien es cierto que la película está considerada en nuestros días como su mejor trabajo, también se puede decir que lamentablemente fue el último, ya que fallecería de un edema cerebral antes incluso de poder asistir a su estreno.
La inesperada muerte de Lee el 20 de julio de 1973 (provocada por una reacción adversa a un fármaco), suscitó multitud de leyendas que alimentaron un mito aún vigente en nuestros días, y dieron lugar a innumerables conjeturas a cada cual más retorcida (hay gente que, como con Elvis, aún cree que está en las Bahamas tomando el sol).
Su prematuro deceso originó un imparable oleaje de cintas orientales con bochornosos clones de Bruce Lee, acaparando casi por completo el género y usando su persona de maneras bien diferentes, en el fenómeno que se denominaría la "Bruceploitation" (explotar el filón Bruce Lee al máximo).
Son muchos los que se sumaron a este nuevo cauce comercial y el panorama se inundó de diversos clones parecidos (o no) al mítico Lee. Nombres como Bruce Le, Dragon Lee, Bruce Li, Bruce Thai o Bruce Lea, entre otros, acamparon en el mercado indiscriminadamente e hicieron de su memoria un imperdonable e insultante batiburrillo de patrañas cinematográficas sin el más mínimo rigor ni calidad.
Cintas como "El Dragón Ataca" de 1977, donde el alma del malogrado Bruce baja a los infiernos, se alia con Popeye y combate contra Drácula, Clint Eastwood, Emmanuelle, James Bond o el reparto de la saga de "El Padrino" (sí, os juro que va en serio), "La Saga de Bruce Lee" del mismo año, donde lo clonan por partida triple o la surcoreana "Bruce Lee lucha desde la tumba" en 1976, con un Bruce Lee zombie (ver portada a la derecha), son un claro ejemplo de lo ínfimas que podían ser esas producciones. Con toda seguridad, la figura del joven maestro ha sido ( y sigue siendo) un recurso de contrastado interés general en las cintas de artes marciales de las últimas 3 décadas, y sólo desde un punto de vista acrítico y trash se pueden apreciar estas desesperantes producciones, tan infumables como irrespetuosas.
También hubo tiempo para construir nuevos films con escasos retales o imágenes del mito, como fue la aún decente "Juego con la Muerte" (Game of Death, 1978) o "Juego con la Muerte 2" (Game of Death 2, 1981), ya todo un despropósito sin ningún interés.
No fue hasta 1993 que no se realizara un biopic lo suficientemente sólido como para llamar la atención de nuevo, y acercarse bien intencionadamente a lo que llegó a ser la vida del icónico artista y filósofo oriental, desde el punto de vista de la viuda y con no pocos aciertos en su filmación. Me estoy refiriendo al film "Dragón, la vida de Bruce Lee", una disfrutable reconstrucción en tono dramático de su existencia desde una perspectiva poco objetiva.
Son muchas las películas y series de televisión inspiradas en su figura, e incontables las veces que su nombre sale a la luz, pero aún está por llegar la película lo suficientemente ambiciosa que consiga plasmar con auténtica rigurosidad la vida y obra de Bruce Lee.
Estatua conmemorativa de Bruce en Hong-Kong |
Infinidad de documentales y miles de referencias apabullan internet con el objetivo de mantener con vida la esencia del mayor artista marcial de nuestro tiempo, que sin duda es una influencia imperecedera para millones de personas y el responsable de acercar la cultura china a los países occidentales, ahí es nada.
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