lunes, 30 de abril de 2012

HOWARD, UN NUEVO HÉROE (1986)

La segunda película que vimos en este Little Phenomena la podemos afrontar de dos maneras bien distintas: la primera sería desde la óptica crítica de un espectador que quiere valorarla en su justa medida como la producción millonaria que fue, contando, a pesar de estar dirigida por William Huyck, con todo un George Lucas detrás del proyecto. A pesar de eso, se estrelló en taquilla siendo un rotundo fracaso, vilipendiada mereciamente de forma unánime por la crítica y público por culpa de una historia bochornosa en casi todos y cada uno de sus aspectos (guión, actuaciones, música, efectos... vamos que no se salva ni el apuntador), por lo que solo podríamos echar pestes de ella. Pero por otro lado uno se la puede tomar con la perspectiva de los más de 25 años que han pasado desde su estreno, verla como una gamberrada de cine de barrio que con ese paso del tiempo ha adquirido un regusto añejo y de nostalgia al recordarnos nuestra infancia, y que compartida con amigos en el ambiente que se genera en una de las sesiones de Phenomena, puede acabar resultando divertida si intentamos reírnos con sus carencias (ojo, y de algunos logros). Así es como este domingo por la tarde y tras ver la siempre estimulante El secreto de la pirámide, nos enfrentamos a lo que sabíamos podía resultar una dura experiencia, no en vano Howard fue nominada a 7 premios Razzie y acabó arrasando al llevarse 4 (peor película, peor guión, peores efectos especiales y peor actor principiante para un Tim Robbins que da auténtica grima), además de ser nominada a posteriori a la peor película de la década... que no se llevó, menuda lástima, con el currículum que arrastraba.
Howard y Beberly
La película está basada en un cómic de Marvel creado por Steve Gerber y Mayerik Val, del que nunca he leído nada (no me suena que llegara a nuestras tierras) y después de lo que supuso la película, casi puedo asegurar sin riesgo a equivocarme, que nunca me sentiré lo suficientemente tentado como para hacerlo.
En cuanto a la historia, nos presenta a Howard, un pato, que vive en un lejano planeta casi idéntico al nuestro, pero en el que la escala evolutiva ha situado a los patos como a los seres más inteligentes del planeta. Un día y tras llegar a casa después del trabajo, es arrastrado hasta la Tierra por culpa de un experimento con un láser de gran potencia generado en un laboratorio de nuestro planeta. Desorientado y perdido entre humanos, es recogido por una joven cantante de un grupo de rock llamada Beberly que se encariña con él (y de que manera...), y quiere ayudarle a regresar a su planeta natal. Sin embargo cuando el doctor Jenin, responsable del láser, vuelve a ponerlo en marcha, de nuevo se repiten los problemas, trayendo esta vez hasta la Tierra a un ser demoníaco llamado Señor de las Tinieblas al que Howard tendrá que enfrentarse. Y esto es lo que hay chicos... para lo bueno y para lo malo.

Dos escenas que demuestran ese "cariño" de la chica por el pato...
Si ya nos metemos en materia y empezamos a analizarla, hay que decir de entrada que los primeros 15 minutos son sosos, lentos y aburridos de narices, casi le entran ganas a uno de coger el mando y avanzarla a cámara rápida, pero en una proyección de cine eso no es posible y aguantamos estoicamente como pudimos esos minutos carentes de ritmo y nada destacable, en los que Howard está por su casa, es arrastrado y acaba en un callejón de Cleveland... pero todo se anima a partir del momento en el que Beverly se lo lleva a su casa y el pato de marras se muestra deslenguado, gamberro y nada apto para niños pequeños, los que estaban en la sala debían alucinar con un dulce patito que hablaba como un macarra.
Más desconcertante es el toque zoofílico que a punto está de tener lugar cuando Beverly en ropa interior tienta y acosa a un Howard que no da crédito a lo que está pasando (mis acompañantes tenían los ojos como platos...), y que acaba siendo una de las mejores secuencias del film.

Jennin en plena metamorfosis...
Odioso y nefasto Tim Robbins
La parte central de la película le deja a uno medio adormecido al carecer casi siempre de gracia (salvo algún chiste por parte del plumífero que es lo único rescatable), contando con la participación de un jovencísimo Tim Robbins insufrible en todo momento, que aquí da toda una lección de lo que nunca debe hacer un actor, regalándonos la que es sin lugar a ninguna duda la peor actuación de su vida (Razzie merecidísimo). Cualquiera después de verle aquí le habría recomendado que se dedicara a otros menesteres, pero con el tiempo ha demostrado su valía, llegándose a llevar un Oscar por Mystic River. Son en estos minutos que parece que esto no va a ninguna parte poniendo en evidencia sus lagunas de guión, cuando por fin remonta un poco al entrar en juego el otro personaje, que junto a Howard, es lo más apreciable del film, el poseído doctor Jennin. Su transformación en el coche es de risa, con su relato de las sensaciones que experimenta mientras conduce (quiero pensar que está hecho expresamente, como una parodia de una posesión, no me creo que sea en serio...), para empezar de esta forma los minutos más divertidos con esos diálogos en el restaurante de carretera o su posterior visita a la central nuclear. Su transformación, movimientos, forma de hablar y en general todo el personaje, nos recordó bastante al hombre de Men in Black al que se le introduce la cucaracha espacial, más que un guiño, un calco de Howard (y hay quien dice que no tiene nada bueno...).
Poco más que comentar, si acaso que en el apartado de los efectos especiales, estos son más que pobres teniendo en cuenta que detrás estaba nada menos que Light & Magic, y que aquí tanto en el diseño del demonio como los efectos de energías y explosiones varias, suspenden holgadamente.

Y esto señoras y señores es un Señor de las Tinieblas luchando con un pato... ver para creer...
En definitiva, se trata de una película mala, por supuesto, pero no sé que tiene que me acaba resultando simpática, desconcertante (cuesta por mucho que la veas acostumbrarte a un pato marrullero), a la que le tengo un cariño especial ya que cuando la vi de pequeño me asustó bastante la escena en que el doctor Jennin saca una extremidad por la boca para alimentarse (que mal lo pasé...). Todo esto logra que a pesar de sus múltiples deficiencias, pueda verla sin demasiados problemas... ¿Recomendarla? Hombre, es toda una experiencia que compartida con amigos puede llevaros a otro nivel cinematográfico. Si os atrevéis con ella podréis sacar pecho la próxima vez que quedéis con vuestros conocidos diciendo: "Yo vi Howard... y sobreviví..."


domingo, 29 de abril de 2012

SORTEO DE ENTRADAS PHENOMENA MARATÓN ROBÓTICA...

Seguimos con otro concurso para regalar otras dos entradas dobles para la maratón especial que la gente de Phenomena ha montado junto a FICOMIC con motivo del 30 Salón Internacional del Cómic de Barcelona.
La sesión se enmarca en las actividades paralelas de la exposición "Robots en su Tinta", comisariada por Jordi Ojeda, profesor de la UPC. La cita es el sábado 5 de mayo en el cine Urgel de Barcelona a partir de las 20h.
Allí podréis disfrutar de una sesión triple con tres películas emblemáticas de tres épocas bien diferentes.
Las tres películas que se proyectarán son: Matrix, de los hermanos Wachowski (20 h); Westworld (Almas de metal), de Michael Crichton; y Hardware: Programado para matar, de Richard Stanley. Precisamente, con motivo de la proyección y de las actividades relacionadas con la robótica, el Salón del Cómic tiene como invitado a Richard Stanley que participará en diversas actividades del certamen.
¿Os apetece conseguir alguna de estas entradas? Solo tenéis que explicarnos aquí cual es vuestra película de temática robótica preferida y porqué, y en segundo lugar mandarnos un email a (marcnyu@hotmail.com) dándonos vuestro nombre completo, para poder comunicar a los ganadores como recoger sus entradas y luego para que puedan recogerlas en taquilla presentando el DNI.
Aquí tenéis el tráiler realizado con motivo de este evento, seguro que tras verlo os animáis a participar...



¿Cómo se os ha quedado el cuerpo?
Venga, animaros a participar, tenéis tiempo hasta el próximo viernes día 4 a las 16h...nos vemos en el cine!!!

sábado, 28 de abril de 2012

EL SECRETO DE LA PIRÁMIDE (1985)

El personaje de Sherlock Holmes, nacido de la pluma de Sir Arthur Conan Doyle, siempre se ha mostrado en pantalla (y en las novelas originales) como un inestable pero inteligente adulto con capacidades deductivas inigualables. Pero...¿os habéis preguntado alguna vez cómo pudo ser su adolescencia?, ¿cómo empezó todo? y..¿de qué manera llegaron a conocerse el Dr.Watson y él?
Apoyándose en esa idea de base, el cineasta Barry Levinson y el guionista Chris Columbus se dejaron convencer por el gran Steven Spielberg (aquí como productor ejecutivo) para capitanear las aventuras de un joven Sherlock Holmes compartiendo escuela con su inseparable Watson (en realidad, se conocen ya de adultos según Doyle, pero permitámosles esas licencias por el bien del cine).
Un chico inseguro de nombre J.Watson (Alan Cox, posible inspirador involuntario de Harry Potter) llega procedente del norte para estudiar en una prestigiosa escuela de Londres. Allí conocerá al que, años después, se convertirá en la persona más influyente en su vida, el inigualable Sherlock Holmes.
Éste, ya destacaba por sus enormes capacidades intelectuales y excelentes resultados académicos, pero cualquier moneda tiene dos caras y no todo el mundo en la escuela le tenía el mismo aprecio y consideración. Una serie de asesinatos recientes en la ciudad llaman la atención del joven Holmes, cuyo olfato para los casos más complejos estaba ya en proceso de maduración (incluso le retaban a resolver algunos dentro del recinto, con apuestas del profesorado incluidas).
Para Holmes, existe una relación entre esos asesinatos, que de maneras bien poco ortodoxas (la gente se suicida sospechosamente), le sugieren una extraña conexión criminal, como un minucioso plan oculto que aún está por desvelar.
Es ahí cuando Sherlock y Watson se unen para esclarecer un misterioso caso que acabará siendo mortalmente peligroso y mucho más cercano de lo que en un principio podían imaginar.


Esta aventura juvenil contiene todos los ingredientes para que su visionado sea de lo más placentero, actores capaces, diálogos ingeniosos, un buen guión (convincente tanto para el fan como para el primerizo) y una excelente banda sonora, que a buen seguro, gustará a todos los públicos.
Su excelente presentación de personajes (de lo que más me gustó, demostrando una gran capacidad en ese terreno) y esos toques de humor Watsoniano tan acertado logran alzarse con nuestra empatía, y no parecía sencillo, puesto que es un personaje mil veces trazado.
Su estructura lineal y su espléndida dosis de intriga la convierten en una más que estimable cinta "ficticia" (o más bien "libre") de las correrías adolescentes del gran Holmes, que nos cautiva desde un buen principio (hastiado de no ser ya un virtuoso del violín habiendo practicado únicamente ¡¡3 días!!), avivando su esencia plenamente.
Es evidente además la buena química entre la pareja protagonista (que no entre la chica y Holmes, puesto que ella deja bastante que desear, sobre todo en su último suspiro), y el elenco de secundarios, todos afortunadamente bien escogidos y dirigidos.
Tal vez, como puntos menos favorables, estarían las escenas de acción finales, que salpican inmerecidamente una cinta que ya de por sí, funcionaba sin esos recursos de estudio. Como podéis suponer, contiene alguna que otra crítica blanda en su conjunto (hacia la ineficacia policial británica, las rivalidades académicas entre alumnos y profesores e injusticias sociales varias, como el viejo científico incomprendido de la azotea) que no hacen sino que respetar lo comercialmente aceptable.


Nominada a mejores efectos visuales por la Academia en 1985, sobresale en el grueso de películas coetáneas por un encanto y personalidad propia, que nos seduce de maneras bien distintas (incluso los cánticos sectarios se hacen entrañables), y que nos deja un satisfactorio regusto cinéfilo (por favor, aguantad los créditos finales, la sorpresa es rigurosamente necesaria).
Es justamente en ese apartado visual donde debemos resaltar un magnífico trabajo de laboratorio, con algunas secuencias memorables (las alucinaciones son todas increíbles) y un despliegue de medios sin igual para la época, dignificando el film todavía más.
Sin duda, y obviando algunas secuencias de acción desajustadas y artificiosas, resulta una encantadora aventura para toda la familia, de principio a fin y capaz de hacernos disfrutar durante casi 2 horas de la auténtica magia del cine, trasladándonos a esa época y con esos personajes tan fascinantes.
Como punto adicional a mi reseña destacaré las fuertes similitudes con la saga Harry Potter, donde incluso hay personajes casi idénticos y lugares sospechosamente parecidos (el comedor de la escuela).....que quién sabe, quizás la Rowling sea una enamorada de esta cinta y no nos haya confesado aún que en realidad, le inspiró para su best seller.
Para terminar, agradecer de nuevo la inigualable iniciativa de los responsables del - Phenomena - por regalarnos esa proyección en 35mm tan gratificante en un cine como Dios manda, el Urgel de Barcelona.
Sin duda, estas sesiones son el acontecimiento cinematográfico más importante de los últimos años, y es obligatorio reconocerlo.

jueves, 26 de abril de 2012

LITTLE PHENOMENA... O COMO VIAJAR EN EL TIEMPO Y SER PEQUEÑO DE NUEVO...

Aquí os dejamos el link de la entrada creada para la sesión del Phenomena del pasado domingo por la tarde (dadle a la imagen para ver toda la crónica), una experiencia cinematográfica para volver a sentirse niño en el cine, ponerse nervioso cuando las luces se apagan y aparecen los créditos. En esta ocasión rescatando del desván de los recuerdos dos títulos que muchos de nosotros descubrimos durante la década de los 80. Viajar en el tiempo de momento dicen que no es posible, pero esto es lo que más se le parece... sin duda., con esa sensación de cine que huye de lo comercial, de ese 3D tan poco estimulante y de copias de alta definición. El encanto de los 35mm, con sus defectos a causa del paso del tiempo, solo hacen que darle encanto y personalidad a la sesión, y hasta que las luces no se encienden podemos dejar de un lado nuestras preocupaciones de adulto...
Para ver el resumen de la sesión y acceder a las críticas de las películas proyectadas, clickar en el logo.

miércoles, 25 de abril de 2012

EL ARTE DE LA PELEA (ART OF FIGHTING) (2006)

Después de la dolorosa experiencia que supuso la semana pasada el visionado de The Beast (creo que las secuelas perduran), necesitaba reencontrarme con el cine coreano. Tenía pendiente este título cuya portada me tentaba desde hacía bastante tiempo y al final fue la elegida para una noche de cine. Sin acabar de ser un trabajo redondo del todo, sí que tiene algunos puntos interesantes y notables que cumplen correctamente con lo que me esperaba de ella, el de entretenerme un rato con una cinta sin demasiadas pretensiones pero bien ejecutada.
El joven Song Byung-tae (Lee Hyun-kyoon) acaba de llegar a un centro de formación profesional después de que su padre le sacara de la academia donde estudiaba. El centro, lleno de chicos conflictivos que en muchos caso han acabado allí después de ser expulsados de otras escuelas, se convierte en una tortura diaria para él, un chico endeble y demasiado pacífico que además carga con las iras de sus compañeros cuando descubren que su padre es inspector de la policía. La única vía de salida que se le ocurre para evitar salir apalizado cada día es aprender a pelear y poder defenderse él mismo. De esta manera se deja aconsejar por todo aquel que le sugiere una técnica de lucha (siempre con pésimos resultados tras aplicarlas), hasta que por casualidad tropieza con un tal Man-su (Baek Yun-shik), un enigmático señor mayor que vive en el mismo bloque de apartamentos donde duerme, y que además de enseñarle una atípica técnica de lucha, acaba suponiendo mucho más para él.

Por favor entréneme... Chaval, te repito que no agobies, que estoy leyendo...
Los problemáticos alumnos que apalizan a Song Byung-tae...
Su punto de partida no es muy original, hay películas a patadas que ya han explotado el recurso del estudiante débil que debe enfrentarse a los gamberros de clase. ¿Os suena alguna? Personalmente la primera que me viene a la cabeza es la mítica Karate Kid con el maestro Miyagi y Daniel Larusso (seguro que a muchos de vosotros también), con la que guarda algunas semejanzas más que evidentes: El alumno enclenque que se encuentra con el malo de turno que le obliga a tomar clases de artes marciales para poderle plantar cara y que gracias a un veterano maestro aprende karate o la técnica marcial que se precie para derrotarle y que haya un final feliz.... En la que tratamos hoy en ciertos aspectos el desarrollo son bastante paralelos, pero no llega a ser tan idílica, inocente y facilona. El toque coreano exige una mayor crudeza visual en la historia y esto lo podemos percibir desde bien al principio con las peleas que recibe Song Byung-tae.

¿La infalible técnica de la moneda?
Me había hecho la imagen mental de que el tono serio con el que arranca iba a predominar todo el metraje, pero enseguida descubrimos que tiene una buena dosis de comedia desde que diferentes personajes instruyen al joven en técnicas que califican como definitivas para acabar con sus rivales, y que no sirven para otra cosa que empeorar aún más la situación para él. Estos momentos están logrados, son variados, divertidos y sorprendentemente no rompen con la parte seria de la película, logrando que nos tomemos la historia un poco a guasa pero sin olvidar el problema real de trasfondo.
La relación maestro-alumno también está bien tratada, con un sensei que aquí no está muy por la labor de tomar a nadie bajo su tutela, vemos las perrerías que debe sufrir Song Byung-tae para ser aceptado, además del peculiar y poco ortodoxo entreno al que es sometido (siempre que veo entrenos raros me viene a la cabeza el que recibe Goku por parte de Kamesenin, que también quedó bien retratado en la película de Jackie Chan El mono borracho en el ojo del tigre), éste sin ser tan extremo, es peculiar.

Aunque no lo parezca, esto es un entreno...
La química entre ellos junto a sus actuaciones son lo mejor de la cinta y lo que la sustenta, un buen trabajo por parte de ambos actores que se entienden muy bien, mientras que el resto de personajes queda muy desdibujado, casi sin ningún tipo de desarrollo que no permite que nos transmitan nada. Los malos de clase son malos porque el guión lo exige y punto pelota. Esto lastra mucho la historia, que queda algo coja al echar de menos un personaje con carisma en el bando contrario que les dé una réplica de peso, una auténtica pena.
Con un desarrollo en el último tercio algo desaprovechado, en mi opinión por la falta de desarrollo y equilibrio de algunos personajes (por ejemplo, el padre de Byung-tae aparece de vez en cuando sin que participe casi en nada hasta practicamente el final); además el pasado y la situación actual del maestro Man-su necesitaba una mayor explicación para redondear la historia y acaba siendo el punto del que menos provecho se saca pudiendo para mucho más de sí. De esta manera nos llegamos a un final correcto pero un poco insatisfactorio por la sensación de que se queda a las puertas de poderlo explicar todo un poco mejor. Por cierto, la imagen final entre los créditos sobra... que ya somos suficientemente grandes como para necesitar esos toques tan happy que no aportan nada... o al menos nada bueno...



martes, 24 de abril de 2012

SATURNO 3 (1979)

El penúltimo film de Stanley Donen (el director de "Charada",1963) no cumplió con las expectativas suscitadas en un inicio y resultó un fracaso en muchos sentidos.
Ni tan siquiera la presencia de un reparto con garantías fue suficiente para levantar esta "Saturno 3", que ya nació maldita por algunas irregularidades en su realización (Fawcett sostuvo en una entrevista que no acabó siendo el guión que ella aceptara en un principio y que tampoco los honorarios fueron los prometidos).
De todas formas, pasados más de 30 años desde su estreno, su visionado a día de hoy se nos antojaba interesante, y no únicamente por verle los encantos a la pareja protagonista, que se les ven, sino más bien movidos por un interés cinéfilo desmedido, con ganas de vivir (o recordar) viejas películas de alguna manera despreciadas.
Adam y Alex (Kirk Douglas y Farrah Fawcett respectivamente) son una pareja de científicos que estudian aislados en una luna de Saturno nuevas maneras de conseguir alimentos, ya que en la Tierra hay serias carencias.
Lo que debería haber sido una visita rutinaria de inspección se convertirá en una pesadilla cuando se presente el capitán James Benson (Harvey Keitel sin su voz original pero muy adecuado) para tomar el control del lugar. Benson es un psicópata que se las ha apañado para colarse en la misión y ahora tiene otros planes, como beneficiarse a Alex (en la Tierra es lo más normal, pues se le pide sin rodeos el usar su cuerpo para gozo mutuo y a disfrutar se ha dicho) y crear un robot de tecnología avanzada que le ayudará en su propósito (sobre la toma del mando, no en el terreno sexual, que quede claro).
Lo que no estaba planeado es que la inteligencia artificial del humanoide robótico acabará siendo un verdadero problema, ya que pensará por sí mismo y se rebelará contra su creador. Su planteamiento general resulta estimulante, no lo voy a negar, y consigue (a su manera), crear una atmósfera con personalidad propia (en interiores sobre todo) e incluso con una ambientación admirable (algunos escenarios son notables), pero que acusa una fisura global que no pasa desapercibida y que condiciona el resultado de la misma. Por un lado, la extraña elección de una pareja tan irregular en pantalla, con un otoñal Kirk Douglas (con 64 años) y una jovencita Farrah Fawcett (con solo 33 primaveras), ambos manteniendo relaciones sexuales espaciales sin descanso (aunque con pastillas azules, curiosamente).
Él le da sobriedad y carácter a su personaje, pero está tan fuera de lugar que resulta insalvable en el contexto. Ella, por contra, es simplemente una diana de deseo sexual, un espécimen femenino para consumar el deseo del hombre, que acaba siendo casi la recompensa de la misión para ambos. Destacable tan sólo por su ropa interior y sus destapes de alcoba.
El tercero en discordia, Keitel, es un personaje más interesante, con mentalidad inestable y carente de mayor sentimiento humano, casi como un androide vivo (y con un racional deseo sexual, seguro que no le pediría un intercambio de fluidos a Kathy Bates).

Un punto aparte merece el robot creado por James, de nombre Héctor. Un Terminator en toda regla que no transmite buenas vibraciones en ningún momento, incluso dejando secuencias de auténtico pavor, como la del ojo de Alex o su persecución por los fríos pasillos de la estación espacial. Resulta un recurso estimulante el robot, y de lo mejor de la cinta para el que aquí escribe, pese a sus limitaciones técnicas y su diseño poco original (aunque se basó en un dibujo del genio Da Vinci).
El tratamiento que se hace de nuevo hacia los peligros de la supuesta inteligencia artificial están plasmados con gracia, ocupando gran parte de la cinta y siendo irrespetuosa con las reglas de Asimov, lo que le otorga cierta originalidad al film, sin duda.
Estamos pues, ante una película del todo intermitente, con sus aciertos y sus carencias que puede gustar o aburrir por igual, dependiendo del grado de exigencia del espectador.
Creo firmemente que su visionado es una experiencia más anecdótica que enriquecedora, pero nuestra sensación al paladearla horas después es mejor en comparación al regusto final, antes de tenerla del todo centrifugada en nuestra cabeza.
Una propuesta más olvidada que recordada que, pese a todo, juega sus cartas con dignidad y es poco (o nada) merecedora de su aparente rechazo crítico, y se le debe acoger con el suficiente cariño cinéfilo si queremos ser justos con ella.
Anecdóticamente debo resaltar que tanto Douglas (95 años) como Donen (88) están aún con vida a día de hoy, pero que lamentablemente, la más joven del reparto, Farrah Fawcett falleció recientemente (junio 2009) a causa de un cáncer terminal. Su belleza está ya inmortal en este film, que puede ser peor o mejor, pero para nada resulta insignificante.

lunes, 23 de abril de 2012

PHENOMENA (22-4-2012): EL SECRETO DE LA PIRÁMIDE + HOWARD, UN NUEVO HÉROE

Pues ya os podemos contar como ha ido esta primera sesión del Little Phenomena del pasado domingo 22 por la tarde. Para empezar se nos hizo extraño estar haciendo cola poco después de comer, cuando la mayoría de la gente seguro que estaba siesteando en al sofá... estamos muy acostumbrados a que las sesiones del Phenomena sean nocturnas, acabando pasada la medianoche de los viernes y sábados, por lo que estar en la cola a las 4 de la tarde sirvió para recuperar la sensación de cuando éramos más pequeños y nuestro horario se acababa a las 9 de la noche, hora de cenar e ir a dormir. En al cola sorprendía la presencia de bastantes niños que acompañados de sus padres iban a ver unas películas que estos últimos seguramente vieron de jóvenes y querían que sus hijos pudieran descubrir y disfrutar también, tomando así una especie de relevo testimonial...
La experiencia resultó muy buena, divertida, despertando en mí muchos recuerdos y sentimientos de nostalgia de cuando vi esas películas en el cine por allá los lejanos años 80... La organización entregó a todos los niños que entraron al Cine Urgel un número para que participaran en un concurso en el que una mano inocente fue sacando hasta tres bolas de una bolsa que sostenía Nacho Cerdá. La "mano inocente" elegida para la ocasión no fue otra que la de un miembro del Círculo Holmes de Barcelona, que ataviado como el mismo investigador y haciendo gala de un humor muy peculiar (curiosísimo el personaje), fue sacando cada uno de los números. Los 3 niños elegidos salían corriendo desde sus filas para recoger sus regalos (el que recibió el pack de la serie clásica de "V" evidenció que no sabía que era aquello que le había caído como regalo, aunque sus padres seguro que lo apreciaron...).
Después de este buen detalle de la organización hacia los más pequeños, se apagaron las luces y pudimos ver el impactante trailer de la Maratón Robótica que tendrá lugar el próximo 5 de mayo coincidiendo con el Salón del Cómic de Barcelona, con tres títulos que prometen emociones fuertes: Matrix / Westworld / Hardware, podéis verlo en el siguiente link (seguro que os entran ganas de ir).

 

Tenemos muchas ganas de estar presentes y aguantar del tirón esas 6 horitas de cine que van a requerir unas buenas provisiones, ropa cómoda y rezar para que no nos vuelva a tocar delante ese grupo impresentable que siempre que se apagan las luces se pasa arriba y abajo una enorme bolsa de chucherías... ¿para que están los intermedios si puedes incordiar luego al resto de espectadores? En fin...
Esta vez no tuvimos tráilers de películas de serie B italianas o del mítico grupo Parchís, ni anuncios de época que tanto nos han hecho reír en anteriores ocasiones, pensando en los peques del cine se proyectó el tráiler de la película de Lucky Luke y luego el de Fantasía, la conocida película de Disney.
 
A punto de empezar la sesión... niños en el Phenomena, esto es nuevo... (los de la fila de atrás, claro está)
 
La proyección de El secreto de la Pirámide me resultó muy estimulante, hacía tantos años que no la veía que en muchos tramos casi la redescubrí, y sigue teniendo el mismo encanto que me cautivó hace más de 25 años... mis recuerdos se limitaban a unas pocas escenas (el templo y ese cántico "Rametep... Rametep...", alguna de las ilusiones creadas por los dardos alucinógenos, siendo la del cementerio cuando unos pastelitos tratan a Watson como si de Gulliver se tratara y se lanzan dentro de su boca, la que mejor recordaba... y pocas cosas más).
El segundo plato de la noche era fuerte, y muchos de los que estaban en la sala no la habían visto, al menos mis acompañantes la desconocían del todo, y Howard no les decepcionó, si acaso les dejó de piedra, desconcertados, alucinados se quedaron viendo que un pato deslenguado era el encargado de salvar la Tierra de la invasión de los Señores de las Tinieblas... tengo que reconocer que visto en ese ambiente resultó muy divertida, pues a pesar de ser mala, tiene una ironía y un look tan desfasado, que el paso del tiempo ha logrado que sea una de sus mejores armas. Creo que fue una sorpresa para mucha gente que tuvo la posibilidad de descubrir una de esos títulos malditos, que fracasó en taquilla a pesar de estar avalado por el Rey Midas del cine: George Lucas... ver para creer.
Y así poco después de las 9 y media ya estábamos fuera del cine, muy satisfechos de esta nueva experiencia y  esperando que se repita en un futuro cercano con otros títulos aptos para los más peques (para regocijo de los mayores, todo sea dicho...). La siguiente cita es este fin de semana con la gran sesión compuesta por uno de los títulos cumbre del humor absurdo (Aterriza como puedas) y uno de los musicales más vistos y adaptados al teatro (Grease). La sesión del viernes 27 ha agotado las entradas, pero si os apetece ir, todavía hay localidades libres para el sábado 28... Aquí tenéis un link para comprarlas: ENTRADAS SESIÓN.

Os dejamos las críticas de las películas de esta sesión doble del Little Phenomena, de momento ambas están en preparación, cuando estén listas, clickando en la imagen podréis consultarlas.


TERRADOS (2011)

Aprovechando la crisis económica que se está cebando en España como marco temporal y social, el director Demian Sabini (aquí también encarnando al personaje Leo) nos presenta a un grupo de treinteañeros (sin hijos ninguno de ellos) que se encuentran sin trabajo tras haber sido despedidos o perdido sus negocios respectivos. A lo largo de varios meses en los que están cobrando el paro, quedan cada mañana seleccionando un edificio al azar para subir a su terrado para matar el tiempo tranquilamente. Durante las largas horas del día hay tiempo para todo, holgazanear, hablar de sus relaciones de pareja, de cosas cotidiana, obviamente de una crisis que les ha llevado a todos a quedarse sin trabajo a pesar de su buena preparación académica, reflexionar sobre sus vidas, recordar viejos momentos cuando todos estudiaban derecho, o la frustración de una generación que se encuentra con sus sueños de futuro rotos obligados en muchos casos a vivir aún con sus padres por no poder afrontar el pago de una hipoteca o en el mejor de los casos pagan un alquiler para vivir en un pequeño piso. Es durante este periodo cuando Leo se da cuenta de que la vida que llevaba hasta ahora como abogado no es la que quería, habiéndose dejado llevar hacia una rutina más por comodidad que por convicción, ha llegado el momento de replantearse su vida tanto a nivel profesional como personal y tomar una decisión de si seguir igual o darle un nuevo rumbo en su vida.

Momento yoga de estos 5 amigos...
Con tan solo 12.000€ como presupuesto (que tuvo que pedir de prestado mientras estaba realmente en paro), Demian Sabini ha elaborado el que es su primera largometraje tanto en el plano de la dirección, producción y actuación, tras de haber hecho sus primeros pasos en el cine con los cortos Hello Lucy y Lo que Walter sabe. Un film que ha tenido una muy buena acogida por parte del reducido público que ha tenido la oportunidad de verla hasta ahora (se llevó el Premio del Público en el último Festival de Valladolid), quizás, en parte, al poder empatizar por una situación que muchos están viviendo en sus propias carnes pudiendo sentirse completamente identificados con alguno de sus protagonistas o simplemente por la cercanía del tema tratado. Se le tiene que reconocer que tiene sus virtudes, es fresca, directa, una producción sencilla que explota sus limitados recursos para ofrecernos una historia más basada en las emociones, diálogos y la situación social en general que en buscar un gran trabajo estilístico, ni en querer demostrar todo lo aprendido en la escuela de dirección, por eso, sus largos planos y su cadencia pienso que cuajan a la perfección con el día a día que nos quiere transmitir

Leo, en plena crisis existencial...
Su inicio donde escuchamos una conversación entre unos tertulianos de un programa de radio, mientras debaten acerca de una crisis que en ese momento ya había logrado rebasar la barrera de los 4 millones de parados (vamos por los cinco y con las nuevas reformas del Gobierno, que nadie le extrañe si alcanzamos una cifra mucho más alta...), y que sirve para ponernos en un plis en situación e identificar perfectamente el momento que nos quiere retratar.

El director, productor y actor de esta encomiable película
Con un corto metraje, apenas poco más de 70 minutos, acaba siendo una arma de doble filo, si lo miro por el lado positivo, hace que se nos pase volando y podamos disfrutar de una más que entretenida cinta de denuncia social, pero descargada de dramatismo efectista, gracias también a unos actores que sacan adelante un trabajo con mucha honestidad, cayendo en gracia al espectador por la cercanía que sentimos hacia ellos. Sin embargo, la parte más negativa sería una cierta superficialidad que acaba teniendo a pesar del tema que toca, tal vez se habría agradecido una mayor profundidad en alguno de sus diálogos buscando debatir en el trasfondo de base de esta crisis, el salirse de ciertos clichés en los que se encasillan sus personajes (los parados aquí se nos presentan vagos y relativamente despreocupados, y no se nos muestra la realidad de una gran mayoría que sale cada día a patearse la calle en busca de un trabajo o de los problemas inmediatos que tienen para lograr sacar adelante su día a día). Con 20 minutos más para tocar en mayor medida algunos de los puntos que aquí solo se esbozan y sobre los que se pasa de puntillas, se habría logrado una película de mucho mayor peso. Con todo, y en términos generales es más que elogiable, la sensación que me ha dejado nada más terminarla es buena, positiva y no dudo en recomendarla, y desear que sus responsables tengan mucho éxito y puedan estrenarla en cines, de momento todos los que tengáis interés podéis disfrutarla a través del Atlantida Film Fest.


domingo, 22 de abril de 2012

LA VENTANA INDISCRETA (1954)

El fotógrafo profesional "Jeff" Jefferies (James Stewart) se encuentra confinado en su apartamento con una pierna escayolada debido a un accidente mientras estaba de servicio. Su única distracción ahora es mirar a través de la ventana y observar el día a día de sus vecinos, cada cual con sus peculiaridades (la bailarina exhibicionista hubiese captado toda mi atención, lo confieso).
Una serie de sucesos en el apartamento de un vecino despierta el interés de nuestro impedido protagonista, que sostiene que ha habido un asesinato de lo más terrible. Según cree, un tipo ha descuartizado a su mujer y se va deshaciendo de su cuerpo mutilado poco a poco por las noches.
Su novia Lisa (estupenda Grace Kelly) y su lúcida enfermera Stella (fabulosa también Thelma Ritter) piensan que es una macabra idea fruto de su aburrimiento y no le creen en primera instancia, pero se verán atraídas por la historia hasta el punto de sospechar casi tanto como Jeff y ayudarle a descubrir la verdad.
Esta legendaria cinta de Hitchcock fue una de esas 5 películas "perdidas" que durante tres décadas estuvieron bajo llave sin poder exhibirse por problemas legales (al igual que "La Soga") y que estaban en poder de su hija.
Al verla en nuestros días, se descubre en ella una precisión argumental sosprendente, jugando con un único escenario (muy rico en detalles, eso sí), escasos personajes y sustentándose en exquisitos diálogos que le otorgan un acabado estético-narrativo sobradamente atractivo, cercano a lo teatral pero espléndidamente llevado a los 35mm.
Un film que puede engañar por su aparente sencillez, con una línea argumental intrigante que no echa mano de trucajes o trampas para captar nuestra atención y que sobre todo, ofrece una excepcional elección de actores capaces de cautivarnos desde un buen inicio (en especial, Stewart que con bien poco hace un trabajo soberbio)
Adentrarnos en su metraje es hacer un viaje introspectivo en nosotros mismos, en nuestra visión del mundo a través de esa propia ventana que cada uno posee y cómo eso puede crear diferentes versiones de una misma historia. Cada persona tiene una realidad completamente diferente, en base a una experiencia y aprendizaje irrepetibles, y por esa razón, pueden existir tantas interpretaciones como individuos haya en el planeta, hecho que queda sutilmente reflejado en esta obra de Hitchcock.


Jeff es de por sí un observador nato (su profesión casi lo requiere), su novia es su lado opuesto (superficial, frívola y parlanchina), y el presunto detective Doyle (¿un guiño a Holmes?) se nos presenta a su vez como el personaje "racional" que contempla el asunto desde una perspectiva aplastantemente lógica, teniendo así en tan sólo 3 individuos una riqueza conceptual de cara al caso impresionante.
Seguir el film es fácil pero demanda nuestros cinco sentidos, por su exigencia contemplativa y su nivel de detalle. Si bien es cierto que también se puede ver de cualquier otra manera, no se llegará nunca a disfrutar en su inmensidad si no es yendo a su misma cadencia.
Con un suspense muy particular desde el mismísimo inicio y un uso extraordinario de la cámara (zooms admirables y nada molestos, planos muy estudiados de sombras y luces, más un sinfín de aciertos con el objetivo), esta "Rear Window" se desmarca como una obra de gran calibre en la filmografía del inglés, siendo bajo mi deteriorada óptica cinéfaga, una película más que estimable y de excelente realización.


Quizás, por resaltar algún aspecto menos convincente en el conjunto, se le puedan achacar según que utilización de flashes que nada aportan al film o el aspecto decorativo, que si bien nos traslada a ese barrio tan particular, se palpa un surrealismo estético de connotaciones demasiado teatrales (que como bien quiero remarcar, alguien puede considerarlo como un acierto).
Ese mismo "set de rodaje" significó en su día el montaje más grande de la Paramount, con incluso instalación de agua y luz en todos los presuntos apartamentos, que sumados a los honorarios de la famosa pareja protagonista, nos hace suponer de una buena inyección presupuestaria. Esta vez, por eso, esta más que justificada y ya se le considera una película de culto con total merecimiento y todo un clásico con mayúsculas.
Sufrió también un remake en 1998 en forma de telefilm que supuso el testamento cinematográfico del llorado Christopher Reeve, repitiendo el papel de Stewart y aprovechando desafortunadamente su tetraplejia para adaptarse a un papel "hecho a medida".
Debatible elección esta, pero eso ya es otra historia....

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...