Segunda película que veo del Atlantida Film Fest y que me ha resultado bastante curiosa al saber que nace como un proyecto dirigido y guionizado por 13 estudiantes de la ESCAC (Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya), y por ello pienso que se debe considerar más como un trabajo de carrera que no una película completamente profesional. Por ese mismo motivo la valoración que le doy también lo tiene en cuenta (a pesar de la crítica que voy a hacer a continuación).
Irene y el Topo, son dos hermanos que comparten piso en Barcelona y que tienen decidido poner un anuncio para alquilar una habitación que les sobra y así tener unos ingresos extra. El problema se presenta cuando cada uno de ellos pone por su cuenta un anuncio y se les presentan dos jóvenes estudiantes a la vez (Lucas y Sun, que han venido para pasar un año a la ciudad) para quedarse con la habitación. Entre ellos desde ese mismo instante surge una marcada enemistad y competencia para hacerse con la preciada habitación, finalmente es la chica quien se queda con ella y Lucas se debe conformar con el atestado cuarto de los trastos. Con unos primeros momentos en los que ninguno de ellos se soporta, finalmente y como suele decirse "el roce hace el cariño" y ambos se enamoran, empezando una relación que por desgracia saben que tiene caducidad, ya que en un año Sun volverá a su Chicago natal y Lucas también se irá...
La película no tiene una gran originalidad, no deja de ser una pequeña historia romántica entre dos estudiantes que se enamoran y viven un amor fugaz pero intenso a lo largo de unos meses, ya hemos visto en el cine en multitud de ocasiones otras del estilo. Sin embargo su corta duración (apenas 70 minutos), su tono desinhibido, alegre, jovial y falto de mayores pretensiones que entretener, la convierten en una obra bastante satisfactoria en términos generales. No obstante, a lo largo de la película me han surgido sentimientos encontrados por culpa de una sensación de desequilibrio entre los diferentes capítulos que la conforman y que acaba redundando en una falta de coherencia (tanto formal como de creatividad) en la obra en su conjunto. El no hilvanar el guión como un continuo, en según que momentos puede provocar que veamos los distintos capítulos más como una serie de cortos un poco inconexos entre ellos que no una película propiamente dicha, en los que participan los mismos personajes.
La calidad de sus capítulos también varía enormemente, mientras que en algunos casos la calidad del guión, dirección o música es indiscutible, y seguro que sus responsables tienen un buen futuro por delante, otros son más bien vulgares, faltos de originalidad y de una buena mano detrás de la cámara.
Me han gustado especialmente tres de ellas que recuerde ahora mismo: la escena inicial que empieza con su despedida en el aeropuerto y que está muy bien rodada; en segundo lugar la excelente escena con Sun en su habitación con su recién llegado novio americano mientras Lucas juega abatido en la habitación de al lado con una pelota siguiendo el ritmo de la música (bien rodada, emotiva y efectiva) y para acabar la escena que tiene lugar en la sala de cine de La Filmoteca, en la que con la imagen partida vemos a la pareja en plena escena de amor, compartiendo pantalla con grandes escenas de amor del cine de todos los tiempos. Muy bien elegida también.
Por contra, las primeras escenas en el piso y los momentos en los que ambos no se soportan, son los más flojos de todos, y para empeorarlo han tenido la mala idea de añadir las típica risas falsas de fondo como de una sitcom americana se tratara; una escena nocturna que poco aporta con una discusión en medio de una mala borrachera o el final tampoco ha sido de mi agrado: convencional, poco arriesgado y sin la emotividad que pienso que sus responsables creen haberle dado.
La pareja protagonista (a pesar de que hay secundarios), son quienes ocupan casi todo el tiempo nuestra atención, y su actuación es meritoria: tanto Marcel Borràs dando vida a Lucas como la de Saras Gil encarnando a Sun. Sin embargo y regresando a la calidad dispar de algunos tramos, se tiene que decir que en el arranque el trabajo de dirección con los actores es malo, siendo su actuación poco creíble, forzada y con una falta de ritmo que me hizo presagiar que en este apartado iba a naufragar del todo. A pesar de ello, después y casi hasta el final mejora enormemente y se nos acaban haciendo muy cercanos, se les coge cariño y logran transmitirnos la amalgama de sentimientos que les van surgiendo a lo largo de los meses de convivencia (lo que hace un mejor guión y un buen director).
Un film sencillo pero que creo que acaba sirviendo a su propósito inicial que no es otro que el ser un ejercicio de estilos de estudiantes de cine, una muestra de lo que pueden dar de sí, acertando plenamente unos, fallando otros, y que acaba distrayendo gracias al trabajo de unos actores que saben transmitir más allá de la pantalla sus sentimientos. Una película que encaja a la perfección en el festival en que toma parte y que se puede recomendar sin problemas.
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