Tras cuatro años abriendo con producciones españolas - Eva (2011), El cuerpo (2012), Grand piano (2013) y Rec 4 (2014)-, el Festival de Sitges, sabiamente ha elegido la película americana The witch, para golpear fuerte y dar el pistoletazo de salida a su 48ª edición. Englobada en el terreno del terror psicológico y alejándose del terror tradicional de "sustos", sin ciertos efectismos vistos mil veces y repetidos hasta la saciedad, el film nos sitúa en Nueva Inglaterra en el año 1630, donde una familia de firmes y profundas creencias religiosas ha sido expulsada de su congregación por sus fuertes discrepancias en estas y otras materias, para ir a establecer su nueva granja al borde de un profundo y misterioso bosque que se alza amenazante ante los recién llegados. Los miedos arraigados por la cultura popular (o la incultura, según se quiera leer), la obsesión religiosa rayando lo enfermizo, el miedo ante las consecuencias de una cosecha echada a perder y la inesperada desaparición del más pequeño de los cinco hijos de la familia, desencadenan en el convencimiento de que algo maligno ha salido del bosque y pone en peligro a la familia. La premisa de partida es bien sencilla y no pocas veces ha sido llevada al cine, pero en muchas ocasiones con poco acierto, y es aquí donde sobresale The witch. Ese trato de la religiosidad y miedos, puede entroncarse con el cine de Dreyer, podríamos citar su Dies Irae y la caza de brujas que sostienen el film; de igual manera que Robert Eggers ha cimentado aquí en el que es su primer largometraje, añadiéndole la esencia de un cuento tradicional. Sorprendente desde su inicio hasta llegar a un desenlace inesperado que redondea una película que brilla con identidad propia.
Con una ejecución casi perfecta para lograr una atmósfera sobrecogedora, merced de una fotografía de tonos apagados, una música desgarradora y unos paisajes fantasmagóricos por los que desfilan unos personajes cargados de unos miedos y recelos que van creciendo en ellos para empozoñar las relaciones entre los distintos miembros hasta límites insospechados.
(Redactado por Marc Ventura)
El segundo plato de la jornada cambiaba el tono por completo, mucho más relajado y desenfadado, para adentrarnos en una película de ciencia ficción/comedia que como gran reclamo publicitario anunciaba la participación de los míticos miembros de los Monty Python (tanto en la dirección por parte de Terry Jones como del resto de miembros del grupo dando voz a unos alienígenas) y con Simon Pegg como gran protagonista de la función; actor que saltó a la fama en compañía de Nick Frost en la divertida Zombies party (2004) y que desde entonces no ha dejado de ser el eje central multitud de comedias o de ser usado como personaje "cómico" en sagas tan dispares como Misión Imposible o Star Trek. La historia arranca cuando unos alienígenas interceptan una sonda enviada al profundo espacio exterior por la humanidad como mensaje de paz; sin embargo la mala suerte se ha puesto del lado de la Tierra, pues estos malcarados extraterrestres forman parte de un Consejo Intergaláctico de Razas Superiores que se ha autoploclamado con la autoridad necesaria para decidir que razas son dignas y cuales no de seguir existiendo. La decisión de volar por los aires nuestro planeta se tomará tras concederle poder absoluto durante diez días a un ser humano elegido al azar; el cual deberá demostrar si es capaz de distinguir entre el bien y el mal y darle buen uso a su nuevo y podría decirse que divino poder. Y el elegido no es otro que un anónimo profesor de instituto, fracasado novelista, soltero y al que sus alumnos ignoran por completo, encarnado por Simon Pegg.
La película se apoya completamente en la capacidad de Pegg para mantener a flote la función desde el primer minuto, y si bien es verdad que en su arranque y en ciertos momentos los gags funcionan bien (y hasta unos pocos muy bien), en conjunto la película flaquea por la incapacidad de mantener una regularidad en su desarrollo, un guión que realmente es un flojo hilo conductor que enlaza dichos gags y de unos secundarios (a excepción del profesor hindú) que realmente no llegan a ser un complemento de altura para Pegg. Combinando escenas brillantes (el perro al que da voz el finado Robin Williams y sus obsesiones por las galletitas o por refrotarse en la pierna de su amo; junto con los primeros momentos en los que descubre sus nuevos poderes y las nefastas consecuencias de su uso) con otras menos inspiradas (ese exnovio americano cargante y su tramo final), la experiencia es llevadera, divertida a ratos, pero sin llegar a ser de esas que podrías revisionar cada cierto tiempo con gusto y placer.
(Redactado por Marc Ventura)
DÍA 1 : LA BRUJA / ABSOLUTAMENTE TODO
DÍA 2 : EL NUEVO NUEVO TESTAMENTO / EL REGALO / TURBO KID
DÍA 3 : VULCANIA / ANOMALISA / BASKIN / SPL2: A TIME FOR CONSEQUENCES / TOC TOC
DÍA 4 : THE DEMOLISHER / MAGGIE / LA INVITACIÓN / MISS HOKUSAI / EL ESLABÓN PODRIDO / LA PRÓXIMA VEZ APUNTARÉ AL CORAZÓN
DÍA 5 : GANGNAM BLUES / FRANKENSTEIN / THE HALLOW / COIN LOCKER GIRL / THE ASSASSIN
DÍA 6 : GREEN ROOM / MACBETH / LA JUVENTUD
DÍA 7 : LAS ÚLTIMAS SUPERVIVIENTES / LA LEYENDA DE BARNEY THOMSON
DÍA 8 : YAKUZA APOCALYPSE / WRITERS RETREAT
Aún sospechando que probablemente me habré perdido alguna buena muestra, fui apartándome del cine de terror hace ya muchos años. Y lo hubiera hecho por completo si no fuera por las incursiones de tipos como Polanski, Tim Burton o Guillermo del Toro en el género. Desde luego, toda la inmundicia genérica surgida a raíz de "PESADILLA EN ELM STREET" y "VIERNES 13" contribuyó decisivamente en mi rechazo visceral (nunca mejor empleada este término) hacia este tipo de cine.
ResponderEliminarNo obstante, dicho lo cual, por los datos que aportáis en esa pequeña reseña del arranque de Sitges, he quedado interesado en "THE WITCH" de ese tal Robert Eggers. Permaneceré atento a su estreno comercial.
Mientras, un abrazo.