sábado, 6 de octubre de 2012

FESTIVAL DE SITGES 2012 (3r DIA)


6:50h. Buenos días de sábado. Esta mañana toca cine chileno de catástrofes, concretamente "Aftershock", de Nicolás López a las 8,30h. De todas maneras, el plato fuerte para hoy es sin duda el esperado remake de la turbadora "Maniac", el clásico ochentero de Lustig, que se arriesga con el buenazo de Elijah Wood y lo convierte en el desquiciado protagonista. Allá vamos...


El entrañable "Pollo" aplicando el hachazo limpio 

10:20h. Una vez degustada Aftershock, podemos desvelar, sin miedo a equivocarnos, que se trata de un film con auténtico espíritu "Sitges" (entiéndase: sangre, brutalidad desmedida y mozas de buen ver). Un americano (el aplaudido Eli Roth) se encuentra en Chile pasando unos días de vacaciones con sus dos amigos chilenos, obviamente de costumbres bien distintas. Sus intenciones son claras, conocer chicas, beber, bailar y pasárselo en grande (aunque estén un poco mayorcitos ya).
Una noche, conocen a tres chicas estupendas (sin excepción), y deciden ir juntos a la fiesta de las fiestas, a pocas horas de allí y donde según cuenta Pollo (un carismático Nicolás Martínez), se disfruta realmente de la esencia del país.
Lo que nadie se espera es que un terremoto sacudirá el lugar y la zona quedará completamente destrozada, comenzando así una desesperada lucha por la supervivencia.
Su primera parte (fiestas, música y nalgas) resulta algo frívola y plana intelectualmente, pero no por eso deja de ser muy divertida y entretenida, por lo que esbozamos una sonrisa del todo merecida (la broma del baño me la apunto).
Quizás sufra un poco en su meridiano de un aspecto "acartonado" que no entusiasma demasiado (decorados dificilmente creíbles), pero vista su parte final (brutal, despiadada y estremecedora) la cinta se sale con la suya. No nos engañemos, su alto contenido de violencia desviará la atención del cinéfilo más pudoroso, pero hará las delicias del atrevido incondicional al género, que no tendrá más remedio que aplaudirla y/o disfrutarla.
Si bien es cierto que al finalizar el film se han escuchado algunos silbidos en la sala de desaprobación y que algunas valoraciones en internet en general resultan desalentadoras, personalmente considero que "Aftershock" es una experiencia tensa y vibrante, que no da lugar al aburrimiento y tiene el suficiente peso cinematográfico como para su estreno en salas. Hay quién dirá que se trata de un "Resacón en las Vegas" extremo, pero no seré yo, ya que creo se alimenta más de films de naturaleza bien distinta (desde Romero al neo-gore), además de ofrecer un humor más fresco y espontáneo.
Recomendable pues para el incondicional del terror sangriento, pero quizás deban abstenerse el resto, pues se les podría atragantar.


20:10h. Para los que no hemos tenido la oportunidad de ver Aftershock en el pase matutino, nos quedaba el pase de la tarde, que además contaba con el director de origen chileno, Nicolás López; el actor Eli Roth y la guapísima e interminable Natasha Yarovenko. Si en la edición de Sitges de 2011, la declaración por video que mandó Kevin Smith para agradecer el haber sido agraciado por su película Red State, con el premio a la mejor película y al mejor actor por Michael Parks, se convirtió sin duda alguna en el discurso más fresco y transgresor de todo el Festival; este año dificilmente nadie va a superar al director de Aftershock.



No sabemos si fue una forma de liberar emociones y tensiones, puro marketing para caer bien y a la vez ganar adeptos hacia su película mediante el boca oreja, haciéndose eco ni que fuera gracias a un discurso muy subido de tono, pero la verdad es que Nicolás López le dio un par de vueltas de tuercas más a lo que suelen ser los discursos incendiarios, arrancando risas en todo el patio de butacas, entre sus incrédulos acompañantes y la presentadora de la gala, que incrédulos asistías a lo que parecía más bien un monólogo de un humorista pasado de vueltas que la presentación oficial de una película en un Festival del calibre de Sitges. Como sea me reí como pocas veces, y seguro que ha conseguido que se hable de su corta pero dificilmente olvidable intervención, y lo que seguramente buscar, que el nombre de su película se mencionara también. La película como ya se ha comentado, es una pura gamberrada, una broma que parece hecha por y para amigos del director, pero que es puro entretenimiento despiadado, con una buena dosis de humor, que al final es lo que muchas veces necesitamos para pasar un buen rato. No fue una pérdida de tiempo, y eso ya es mucho.


21:15h. Tras disfrutar la esperadísima y sobre todo, dignísima versión remake de la mítica "Maniac" de Lustig, pudimos hacer acto de presencia en una rueda de prensa de alto contenido cinéfilo, ya que contó nada más y nada menos que con el protagonista de ésta, Elijah Wood (el inevitablemente eternizado Frodo), el encargado de darle forma al film actual, Franck Khalfoun (del que habíamos visto ya "Parking 2") y del director del original de 1978, el carismático William Lustig.
El film narra las experiencias trasnochadoras y esquizoides de Frank (Elijah Wood), dueño de una tienda de maniquíes heredada y su anormal obsesión por las cabelleras de las chicas, que colecciona junto a sus diversos y artesanales maniquíes dentro de su cochambroso apartamento.
Frank asesina deliberadamente y cuenta sus víctimas a pares, como si formara parte de un ritual subsconcientemente patológico, hasta que cierto día conoce a la dulce Anna, una fotógrafa francesa que despertará pasiones ocultas en él, perdiendo ya el poco equilibrio mental que le quedaba.
El film está narrado de manera subjetiva, en primera persona y con cámara vibrante, casi como si se tratara de un videojuego de última generación (el propio Khalfoun argumentó que el público actual está mucho más preparado para este tipo de enfoque cinematográfico). La osadía de la propuesta ha resultado todo un acierto gracias a una espléndida puesta en escena, cruel y directa, que no se limita a copiar a su predecesora, sino que se impulsa en ella para crear algo novedoso y contemporáneo (los chats, móviles y toda esa parafernalia son ahora una parte importante).


Asesinatos brutales, secuencias sobrecogedoras y sexo rozando lo explícito es el cóctel que presenta esta nueva versión de la notable Maniac, que si no sufre ningún cambio para su versión final, estaríamos hablando de un film de la suficiente entidad cinematográfica para convertirse en cinta de culto, y en cierta manera, superar al original (elementos actuales de calidad de imagen, sonido, efectos, etc).
Su posterior rueda de prensa fue de lo más distendida, donde los responsables del festival insistieron en que era, sobre todo, un momento para el fan, que gozaría de total libertad para preguntar y que se demostró respetuoso y cinéfilo.
La mayoría de las preguntas estaban dirigidas al entrañable Elijah Wood, que hizo gala de una dulzura y proximidad rara de ver en una figura de renombre en Hollywood. Un actor discreto y respetuoso (y cada vez más respetado gracias a sus valientes y variadas decisiones profesionales) que, sin pretenderlo ni un segundo, fue también el protagonista del evento vespertino celebrado en Sitges.

De izquierda a derecha: William Lustig, Elijah Wood y Franck Khalfoun.
El actor de "El señor de los Anillos" nos habló de su nuevo proyecto "Grand Piano", que actualmente está filmando en Terrassa junto a John Cusack y a las órdenes del español Eugenio Mira, y desmintió que tenga proyectos como director, pese a que, según cuenta, cada día aprende más sobre cómo filmar películas. También nos desveló que la segunda víctima de la estrenada Maniac (que según Franck Khalfoun había sido su asesinato preferido), no era otra que la propia novia de éste, suscitando las carcajadas del público, que se rindió al peculiar humor del desconocido director.
Sin duda, las intervenciones de Khalfoun fueron las más divertidas y elocuentes de la tarde, que llegó a provocar más de un buen momento junto al comedido traductor, que se las apañaba con profesionalidad para tratar de traducir sus extensas respuestas.
La complicidad entre director y actor era palpable, pero ya echábamos de menos que nadie le preguntara nada al mítico William Lustig, autor del original y que aparentemente estaba más ausente que ninguno.
Lustig intervendría casi al final, llegando a confesar que no es muy partidario de los remakes (ya que anula a nuevos autores y resta frescura al negocio), pero que está encantado con "revitalizar" su Maniac y que obviamente, reza por que tenga buena acogida comercial, ya que de eso depende que se "rehaga" también su "Maniac Cop 2", la segunda parte de su majadera trilogia ochentera.
En definitiva, un placer haber asistido junto a estos tres profesionales a una sesión tan cercana y cordial, repleta de risas y buen ambiente dentro del Festival. Además, no se dedicaron a vender su producto ni un minuto, lo que siempre se agradece. Otro valioso momento pues grabado en mi retina cinéfila, muy digno de recordar y de alguna manera enriquecedora para saber valorar sus futuros y pasados proyectos.

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