miércoles, 4 de septiembre de 2013

ESA PAREJA FELIZ (1951)

1953, Festival de Cannes. Nuestros ahora célebres Juan A.Bardem y Luis G.Berlanga llevaban tímidamente bajo el brazo su segunda película, ¡Bienvenido Mister Marshall! (co-escrita por ambos pero atribuida en la dirección al segundo) cuando apenas habían superado la treintena.
Nadie pudo pronosticar por aquél entonces el enorme éxito crítico que suscitaría el film en cuestión, llevándose premios de gran relevancia (mejor comedia) y generando un merecido interés internacional que catapultaría sus carreras, como ya es sabido.
Fue gracias a ese afortunado suceso que el dúo se pudo permitir estrenar en cines su anterior (y primer) trabajo, realizado 2 años antes y titulado "Esa Pareja Feliz", donde también abordaban en clave cómica el jugoso (por decir algo) panorama español de entonces.
Pero esa ópera prima encierra no pocas peculiaridades que la diferencian, como recientemente pude apreciar al hacerme con el DVD "restaurado a partir del mejor material posible", como reza su edición digital a cargo del sello Divisa.
Lo cierto es que tanto el sonido como la imagen dejan mucho que desear, pero sólo nos queda esperar hasta que Criterion la edite en excelentes condiciones, como es habitual en el prestigioso sello americano.
En esta sátira costumbrista protagonizada por el gran Fernando Fernán Gómez, no sólo se reflejan los problemas económicos que sufre una joven pareja madrileña de la época o el enrarecido entorno urbano de la capital, sino también las frustraciones por no alcanzar tus sueños y el significado real de la felicidad.
Juan y Carmen (Fernán Gómez y la encantadora actriz catalana Elvira Quintillá) son un matrimonio que viven realquilados en el casco antiguo de Madrid. Ella, costurera y adicta a los concursos; él, eléctrico de plató que estudia por correspondencia.

En el accidentado plató donde trabaja Juan
Carmen escuchando como Juan le habla de cine en plena sala
Su relación se ha basado siempre en soñar despiertos, en que algún día se harán lo suficientemente ricos como para comprarse un hogar propio y vivir holgados, en triunfar a nivel personal. Pero los años pasan y las frustraciones llegan, los encontronazos afloran y la realidad los distancia.
Conociéndose arriba de una estropeada noria
El gruñón de Juan se rodea a menudo de charlatanes, negociantes de pacotilla y liantes que le prometen hacer realidad sus esperanzas de riqueza, mientras que su tierna mujer, cose y lava sin perder la esperanza en ganar, algún día, cualquier sorteo.
Ese día finalmente llega, pues Carmen gana un concurso patrocinado por una marca de jabón, que les invitará a pasar 24 horas como "una pareja feliz", invitándoles a comer y cenar de 5 tenedores, ir de tiendas, al teatro y a bailar....pero Juan deberá resolver justo en ese idílico día sus "pequeños" problemillas con los estafadores de turno.....así que, la comedia está servida.
Esa Pareja Feliz no se desmarca en absoluto por su puesta en escena ni por una realización en general (de hecho, son sus puntos débiles) pero sí encontramos diversos aciertos que me siento en obligación de resaltar. En primer lugar, es uno de los primeros films españoles en retratar el "cine dentro del cine", debido al citado trabajo del protagonista y que vemos en la estupenda y muy divertida secuencia inicial.

Sus felices primeros años
Tan sólo un par de ejemplos previos disponía el cine español sobre el tema, "El Sexto Sentido", un film silente de 1929 sobre un director nobel, y la notable "Vida en Sombras (1948)", también protagonizada por Fernán Gómez que recientemente se recuperó para el Festival de Sitges 2012.
Lástima eso sí, que tan estimulante tema se relegue tan pronto a un segundo plano en la trama, quedando muy atrás ya al final del film.
En segundo lugar, la mixtura de géneros tan hábil de la que hace gala. Por un lado, esa capacidad para retratar de manera tan inteligente las costumbres de un país (desde el fútbol hasta los bares, sin dejarnos esos domingos en el campo) dentro de un tono cómico pero de gran contenido crítico, tan habitual en el estilo Berlanga. No hay más que ver la fantástica escena de la pareja discutiendo mientras les otorgan el premio a la pareja feliz.
Por el otro, ese tono neorrealista y mordaz que revelaba Bardem, capaz de enseñar las penurias de una sociedad inoperante con el punto justo para saltarse la censura y a su vez, dejar claras sus intenciones. Algo al alcance de muy pocos cineastas.
En tercer y último lugar, por ser una comedia de enredo de calidad, que esquiva los esquemas hasta la fecha impuestos en el cine español y así crear un antes y un después dentro del hermético panorama cinematográfico del país, más adelante copiada y alterada en multitud de ocasiones.
De manera anecdótica resaltar unas primerísimas apariciones en pantalla de dos grandes de la comedia nacional, Jose Luis López Vázquez (como joyero y sin diálogo), y Antonio Ozores, como director de la orquesta Copacabana, éste sí, con diálogo incluido.

Un Antonio Ozores de 23 primaveras
Sin más dilación, como diría alguno, sin duda me quedo con algunas escenas para el recuerdo (las que rodean al cine, todas realmente buenas), y prefiero olvidar los aspectos menos redondos (totalmente disculpables teniendo en cuenta la naturaleza del proyecto) como esas insuficiencias técnicas y cierto toque propagandístico, quizás involuntario, pero presente.


2 comentarios:

  1. Magnífica reseña. Una película que es una gozada.

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    1. Lo es, y de tan modesta se le coge un cariño aún mayor. Una pequeña obra de arte, sin duda.

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