Primera adaptación en el cine de este clásico que más o menos todos conocemos de alguna de las versiones que se han hecho.
Bajo el reinado de Luis XI tiene lugar el Festival Anual de los Tontos, donde se busca entre los más tontos y feos del pueblo al rey del año. Quasimodo, un jorobado que vive en lo alto de la catedral de Notre Dame observa al gentío mientras bailan y se divierten, mientras él se desliza por entre las estatuas de la fachada. Por otro lado, una gitana llamada Esmeralda baila en medio de la gran plaza, enamorando al capitán de la guardia y provocando una gran tentación al abad Jehan, quien usará a Quasimodo para intentar secuestrarla, aunque sus planes no le saldrán como él esperaba. Este sería un resumen sin entrar en muchos detalles argumentales que merece la pena descubrirlos mientras la vemos.
Tras acabarla, puedo decir que esperaba un poco más de ella, la tenía bastante mitificada. Tenemos algunos puntos que están muy bien y otros que me rechinan un poco más. Destaco por encima de todo los enormes decorados con la iglesia de Notre Dame muy bien recreada, demostrando que entonces los decorados de algunas producciones eran un trabajo de artesanía monumental y nada de la infonografía con fondos azules que impera en la actualidad.
En segundo lugar la notable actuación de Lon Chaney, encarnando a Quasimodo con un maquillaje casi de cuerpo entero que lo hacen del todo creíble, sobretodo cuando se cuelga de las campanas o bajando por la fachada de Notre Dame.
Por otro lado, entrando en los puntos negativos, son a nivel de actuación principalmente y eso pesa mucho cuando son varios los personajes que fallan: tenemos a la actriz que hace el papel de Esmeralda, que de sensual o de gitana tiene más bien poco y que cuesta creer que producza ese sentimiento de lujuria sobre el abad. El mismo abad no da la talla y no llega a ganarse nuestro odio o transmitir esa personalidad torturada por la tentación que Esmeralda ejerce sobre él. Tampoco el soldado del que ella se enamora me acaba de convencer y el resultado final se resiente sobretodo en las escenas íntimas. Aún así, tiene suficientemente interés como para pasarlo bien viéndola y disfrutar de una muy buena fotografía (aquí se usaron filtros para teñir de azul las escenas de noche, o de un color pálido las iluminadas en interiores, etc... recordándome en este punto a "El gabinete del Doctor Caligari" de 1920). Las escenas rodadas en los exteriores son de lo mejor de la producción dándole un buen toque a la ambientación de la época y las de acción con muchos extras también son muy destacables.
Tengo ganas de conseguir el DVD de la versión de 1939, donde Charles Laughton interpreta a Quasimodo, creo que es la versión más notable que se ha hecho de esta obra. Espero en breve poder comentarla aquí, mientras tanto, a los amantes del cine mudo les recomiendo esta versión para descubrir al actor que dos años más tarde lo bordaría en su papel de "El fantasma de la ópera", esa sí, una joya del cine mudo de terror.
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