Mostrando las entradas para la consulta sin identidad ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta sin identidad ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

domingo, 14 de mayo de 2017

THE GOLDEN BAT / IL RITORNO DI DIAVOLIK (1966)

En las navidades de 1966, la Toei estrenaba en tierras niponas "The Golden Bat", adaptación a imagen real del calavérico y carcajeante superhéroe "Ōgon Batto", conocido en nuestro país (es un decir) como "Fantasmagórico", aunque seria más preciso llamarlo "Murciélago dorado".
Obra del tándem entre Ichiro Suzuki y Takeo Nagamatsu en 1930, propició incluso un manga de relativo éxito por parte del tal Daiji Kazumine, además de ser considerado el primer superhéroe japonés de la historia, precediendo a personajes mucho más conocidos como Superman o Batman, que datan de casi una década después.
El film asume sin rubor su condición de puro tokusatsu de ciencia ficción enfocado al entretenimiento familiar, y plantea una trama genuinamente japonesa, repleta de deliciosa locura, villanos imposibles, híbridos culturales y esa arrebatadora e irresistible ingenuidad que impregna las citadas cintas japonesas de género.
Por un lado se nos presenta a un villano de felpa llamado Nazo, autodenominado "el Amo del Universo", que ha desviado la órbita del cometa Ícarus para que impacte con nuestro planeta en apenas 10 días, lo que sería el fin de la Humanidad. Por el otro, a un peculiar equipo de científicos de las Naciones Unidas capitaneado por el Doctor Yamatone (el incansable Sonny Chiba) que ha ideado un potente artefacto láser para destruir el satélite antes de la colisión, aunque precisan de un mineral concreto que sólo se encuentra en una isla remota.

El súper dispositivo láser, inútil sin el mineral adecuado
El Dr. Yamatone junto al grupo de cintíficos y la pequeña Emily, una fácil presa para Nazo.
La expedición se pone en marcha y descubren que no sólo se trataba de un islote con los últimos vestigios de la famosa Atlántida en cartón piedra, sino que allí habitaba, dentro de un sarcófago, un misterioso ser momificado desde hacía 10.000 años ¡nada menos!, que tras ser hidratado adecuadamente, despierta y se convierte en un murciélago de 1,80 que pone orden con su bastón de la justicia entre carcajada y carcajada (...).
Las fuerzas del bien contarán de ahora en adelante con la ayuda del héroe con cabeza de calavera y cuerpo dorado para tratar de evitar que el malvado Nazo se salga con la suya junto a su grupo de secuaces (en los que por cierto, es de ley destacar que hay una suerte de hombre lobo, una apetecible señorita con malas artes y un desquiciado a lo Joker).

Nazo y su trío de secuaces implacables...Keloid, Piraña y Chacal
Nuestro héroe usando su bastón de la justicia
En contra de lo que os pueda sugerir, estamos sorprendentemente ante una pequeña obra maestra del géneroque no sólo define y conjuga los ingredientes básicos de la nueva cultura nipona de la época (aportando elementos occidentales a los ya típicamente japoneses), sino que emerge con identidad propia y es un ejemplo perfecto de pasatiempo pulp, tremendamente divertido y del todo delirante. Sin duda una pieza a reivindicar con premura en nuestros lares.
En apenas 73 minutos, el director Hajime Sato (responsable de la también curiosa e interesante "Goke, Body Snatcher from Hell") nos recompensa con alienígenas de trapo con ínfulas, gadgets de feria, meteoritos destructores, rayos láser (o no), poderes imposibles, civilizaciones antiguas, submarinos voladores, cámaras de duplicado de humanos, maquetas de Tokyo y un superhéroe híbrido entre un vampiro y una momia. Creo que más no se le puede pedir.

El arte de la transformación, un arma inesperada de Piraña
Ogon Batto, la mezcla definitiva entre un vampiro, una momia y Bruce Lee
No es tampoco ninguna sorpresa desvelar que se trata de una producción tan humilde como simpática, sin mayores pretensiones, con efectos de post-producción insólitos pero agradablemente gamberros, y un conglomerado ideológico sin ton ni son, siendo un picoteo cultural casi al azar, sin conexiones demasiado coherentes. Ni falta que les hace.
Su condición de film-cómic llevado a la gran pantalla fue reclamo suficiente como para llamar la atención del mercado internacional, que se la apropió dos años más tarde para convertirla en "The Golden Bat", cambiándole incluso el nombre a los actores, todos directamente anglófonos.

La secuencia final, como no, de destrucción en Tokyo. Esta vez con una perforadora alienígena
¡Ah sí, con cara de calamar!
Lo más sonado sin embargo fue su estreno en Italia, país ya plenamente sumido en la fiebre de los fumetto, y que se tomaron la licencia de reconvertirla sin ningún tipo de vergüenza en una falsa secuela de "Diavolik" (esta vez con "v", por eso de los derechos), aprovechándose también de las obvias semejanzas de su protagonista con el tan de moda Kriminal y su rostro de calavera.
Así se rebautizó como "Il ritorno di Diavolik" (siendo previa incluso a "Danger: Diabolik"), convirtiéndose de paso en el caso más exótico, desvergonzado y por qué no, también extraordinario, de todos los "fumettos" que existen.
Actualmente hay dos versiones del film en DVD, la edición americana y la italiana, ambas parejas en lo que a calidades se refiere e insuficientes en material adicional, como es costumbre.

sábado, 24 de noviembre de 2012

JOHN DIES AT THE END (2012)

A Don Coscarelli, perpretador de esta obra, se le tiene que reconocer su mérito en el pasado, al hacerse un hueco en la industria del celuloide con Phantasm (obra que escribió, rodó, montó y produjo con tan solo 20 años),  y que abriría una saga que hasta el momento ha tenido 4 partes y que a pesar de sus evidentes defectos (en breve os la comentaremos en el blog), destaca dentro de su filmografía y constituye una obra de cierto renormbre dentro del panorama del fantástico. A tenor de lo poco que se había podido leer antes de su estreno, mis expectativas hacia la película, puedo decir que eran bastante altas. Sin embargo tras verla, solo puedo decir que me siento cansado de la pirotecnia de feria sin sentido ni gracia que he visto, a la vez que un tanto defraudado por todo lo que había hablado de ella. John dies at the end, es la adaptación cinematográfica de una serie que arrasó por Internet en un ya lejano 2001 y que como no podía ser de otra forma, ha acabado teniendo su conversión a largometraje. Resumiendo muy rápidamente de que va todo esto, podríamos decir que de dos amigos (David y John) metidos en un montón de sucesos paranormales a los que deberán hacer frente, con astucia y ciertos poderes otorgados por una extraña salsa de soja. ¿Cómo os habeís quedado? Si tomamos el magnífico prólogo del film como termómetro para calibrar lo que iba a dar la película de sí, la verdad es que nuestro convencimiento de que íbamos a asistir a un film que podía devenir de culto, parecía más que plausible. Ya que en apenas un par de minutos nos regala todo un ejemplo de como captar la audiencia, con la historia del asesinato y posterior decapitación de un hombre, con un hacha como protagonista de la trama, con un montaje hábil, rápido e inteligente. 

A punto de enfrentarse a una entidad formada por embutidos y carne... de lo mejor del film.
La dichosa salsa de soja que da poderes...
Tampoco se queda atrás la siguiente escena, en la que realmente arranca la trama, y en la que un joven llamado David Wong (chico occidental a pesar de su apellido), se ha citado en un restaurante chino con Arnie (Giamatti), un periodista a la caza de una historia con toques paranormales, para poder escribir un buen artículo. El diálogo entre ambos va a ser el hilo conductor del film, con David intentando convencer a Arnie de ciertos poderes que posee y toda una serie de experiencias paranormales que ha vivido junto a su buen amigo John, y que mediante diferentes flashbacks a lo largo del metraje iremos repasando.
Siendo el primero de ellos el mejor de todos, donde asistimos a unos breves minutos delirantes en el que alucinamos con una entidad que toma forma corpórea gracias a un ser conformado por todo tipo de carne congelada, rematado por una cabeza en forma de pavo de Acción de Gracias, cuyos poderes incluyen ristras de salchichas arrojadizas o el poder de convertir un pomo de puerta en un enorme pene, que ninguno de los dos protagonistas osa tocar, a pesar de que aparentemente sea su única vía de salida (delirante!!!).
Una narración que parece a priori que va a seguir un esquema bastante lineal y repetitivo a lo largo del film (diálogo en el restaurante, seguido del flashback de turno), pero nada más lejos de la realidad, pues Coscarelli, que sin ser un director genial, sí es gato viejo en la industria del fantástico, aquí intenta jugar con toda la baraja, metiendo todo lo que suele funcionar dentro del género: zombies, realidades paralelas, saltos temporales, invasiones extraterrestres, criaturas de todo tipo, poderes paranormales, etc... buscando contentar a todo seguidor de lo fantástico y asegurarse la mano.

David contándole sus experiencias a un incrédulo Arnie...
Pero ya suelen decir que “Quien mucho abarca, poco abraza” y así acaba siendo, pues la película avanza a un ritmo frenético, digo de una ataque epiléptico, pero como si fuera un pollo sin cabeza, sin ningún rumbo fijo ni ideas claras, donde las tramas principales quedan pisoteadas por otras que no para de abrirse cada dos por tres, quedando al final como un ejercicio de pirotecnia sin una identidad clara. Una película que termina por hacerse larga, digámoslo claro. ¿Habría sido un buen corto o mediometraje? Seguramente sí, pero su innecesariamente alargado metraje (casi 2h), la pérdida de todo sentido de la narración hacia su mitad, el nulo carisma de sus protagonistas y algunas escenas muy desacertadas, acaban haciendo que uno ansía que tras el siguiente fundido a negro lleguen los títulos de crédito, que se hicieron esperar demasiado para nuestro desespero...
Un film que para los ya mayores no deja de ser una gamberrada de la que podemos salvar unos contados gags y diálogos aislados, pero quizás para las nuevas generaciones constituya uno de esos referentes, como nuestros fueron Bill y Ted. Por cierto, el parecido es más que razonable, pero aquí con un guión mucho más loco. Ya sabéis lo que os espera si le dais una oportunidad...

miércoles, 1 de octubre de 2014

THE AMAZING SPIDER-MAN 2: EL PODER DE ELECTRO

Tengo que reconocer una cierta saturación de cine de superhéroes tras unas cuantas decepciones que me he llevado ultimamente, donde afortunadamente Guardianes de la Galaxia ha sido un pequeño soplo de aire fresco, rompiendo el esquema repetitivo de muchas de las adaptaciones de Marvel. Empezando por la más que aburrida saga de Thor; un Lobezno inmortal que desaprovechó del todo las inmensas posibilidades que ofrecía su ambientación en el lejano Japón; una primera entrega del Capitán América bastante pobre o Iron Man 3 que ya ofrecía los últimos estertores de una saga demasiado exprimida.
Respecto al héroe del que hablamos hoy, soy de los que encuentra decente e interesante el trabajo que realizó Sam Raimi con su adaptación al cine del arácnido, a excepción hecha de la flojísima tercera entrega, por supuesto.
Que se rodara un reboot tan poco tiempo después y teniendo en cuenta el mal sabor de boca que me dejó el tercer film de Raimi, hizo que la esperara con cierto ánimo para reencontrarme con un héroe con el que disfruté leyendo sus aventuras de pequeño. Sin embargo, no me convenció nada la primera entrega perpetrada por Marc Weeb: una película que desde mi punto de vista no cumplía con lo que se le tiene que pedir a una buena adaptación de un cómic: es decir, que guarde un buen equilibrio entre entretenimiento, respeto con la obra original y tenga unos personajes/actores bien elegidos.


Desgraciadamente el nuevo producto patinó traicionando muchas de las bases del personaje de Parker (reconvertido aquí en un chulito de instituto que ha perdido la timidez y se permite morrearse con Gwen durante la ceremonia de graduación, o que no tiene problemas para ligar cuando quiere, ni tiene que trabajar para pagarse los estudios, ni ayudar en casa, etc...), porque a algún avispado guionista le debió parecer más "cool" hacerlo así y punto.
Tendremos amor, amor y más amor en esta entrega...
Si a todo ello le sumamos un protagonista insufrible, Andrew Gardfield (Spidey-Parker), el drama está servido. Con él todo son caritas, morritos y gestos que poco tienen que envidiar a Sandra Bullock en uno de sus típicos papeles romanticones. Un guapo en acción que no encuentro que esté por encima de lo que ofreció Tobey Maguire en la anterior saga.
A pesar de ello y con ánimos de intentar pasármelo bien, cuando he tenido un rato me he decidido a ver su secuela con la esperanza de que habrían sabido darle un mejor equilibrio, pero desde bien al principio me he tenido que llevar las manos a la cabeza. Si obviamos la primera escena de los padres de Peter en el avión en la que parece que se quiere dar importancia a la trama que llevó a su muerte; arrancamos con una secuencia bastante lamentable, con un lumbreras ruso perpetrado por un Paul Giamatti en horas muy bajas, en el rol del eterno ladrón de plutonio, que siempre queda guay desde los tiempos de la Guerra Fría (buen comodín Sr. Guionista). Si a su caracterización rozando lo borderline le sumamos que intenta llevarse el furgón con el plutonio arrastrándolo con un enorme camión grúa por una de las ciudades de mayor circulación del mundo, solo nos quedan dos opciones, apagar el cerebro y aplaudir tamaña osadía o salir a respirar aire fresco para recuperarnos del ostiazo que nos acaban de meter (que desgaciadamente solo es el primero de muchos). Como sea, seguimos adelante para adentrarnos en la verdadera trama del film, por un lado profundizar en la relación de Peter con Gwen (Emma Stone), donde Parker se enfrenta al dilema de cumplir la promesa que le hizo al padre de ella antes de que muriera y alejarse de su lado o dejarse llevar por sus sentimientos. Y por otro lado la aparición del villano de turno, que todo hay que reconocerlo es mejor que el insustancial lagarto de la anterior entrega. Tanto Jamie Foxx dando vida a Electro como Dane DeHann como Norman Osborn, están convincentes y le dan mil patadas al teórico protagonista. Tanto el diseño de Electro como el del Duende Verde son notables y en ese aspecto nada hay que reprochar. Se nota asimismo una cierta influencia de El caballero Oscuro de Nolan, pues parece que se ha buscado darle un toque más sombrío que funciona a ratos creando una atmósfera más opresiva. La película tiene algún que otro aislado detalle brillante como las escenas del arácnido moviéndose entre los rascacielos de Nueva York con cámara subjetiva, realmente muy logrados, así como unos movimientos plásticos de verdad. El resto ya es otra cosa.

Electro a punto de manifestar todo su poder en medio de la gran isla...
Parker preparándose para combatirle... con una batería...

Sin embargo uno de los puntos más débiles del film es uno tan importante como el guión y su estructura (ya está bien de la típica cantinela "¿qué le vas a pedir a una peli de superhéroes?", exijamos una buena historia como fue la primera película de Iron Man). Aquí queriendo abarcar demasiado, abriendo muchos frentes solo para terminar dejando cabos sueltos sin resolver, jugando como una serie de TV que emplaza a sus seguidores hasta el siguiente episodio. Si la escena inicial parecía anunciarnos que la trama de los misterios de los padres de Peter tomaría relevancia, luego queda en el olvido y pasamos a otra cosa sin problemas. Como la interminable y cansina love story donde primero Gwen corta con Peter, se reconcilian, vuelven a romper, y así hasta el infinito; donde muchas de sus conversaciones son bochornosas, solo aptas para quiceañeras.
Gran caracterización del duende Verde
Mientras tanto Electro hace de las suyas haciendo cundir el pánico en la ciudad y odiando a muerte a partir de ese momento a Spiderman (simplemente por no recordar su nombre, sí, así es, una gran motivación para arrasar la ciudad). También asistimos el regreso de uno de los grandes amigos de Peter, Norman Osborn, hijo del fundador de la gran corporación Osborn; así entre ambos se irán alternando para poner en jaque a Spidey.
El ritmo y montaje tampoco ayudan, sumándose a la moda del "estilo" J. J. Abrams, o lo que es lo mismo, bombardear sin pausa al espectador con artillería pesada desde el primer minuto intentando no dar tiempo para pensar y ver las lagunas de la historia. Un continuo atropello de escenas sin pausa, donde vamos de un lado para otro a lo largo de unas eternas 2h30 asistiendo a no pocas incoherencias, cambios respecto al cómic y tonterías varias.
Un par de ejemplos más de cambios respecto al cómic podrían ser que tía May ha pasado a ser un personaje de relleno que ha perdido la identidad que tenía en las historietas, donde odiaba al arácnido con todas sus fuerzas, dando un punto dramático a la relación que Peter tiene con ella, mientras que aquí ha pasado incluso a extrañarle y desearle lo mejor. También se ha prescindido por completo de la faceta periodística de Peter Parker y su presencia en el Daily Bugle para vender fotos del arácnido a su irascible jefe, todo un clásico que se hecha de menos.

Plasticidad arácnida...
El bochorno en persona....
Y alguna tontería o incoherencia del guión para seguir disfrutando, como que Norman Osborn esté aquejado de una enfermedad genética incurable, dedicando gran parte de su tiempo y recursos para encontrar un remedio, pero finalmente tras 60 años termina pereciendo por culpa de esta enfermedad, no sin antes anunciarle a su hijo Harry que él también sufrirá el mismo destino. Como quien no ve la cosa, se ve que la noticia debe acelerar el metabolismo del joven heredero del imperio Osborn, pasando de sufrir un ligero temblor en la mano a estar terminal en cuestión de días, lamentable.
Asistimos atónitos a una escena donde Spider-man detiene a Electro gracias a una manguera mientras lleva un casco de bombero, para acto seguido chocar los 5 con un par de bomberos... ¿Alguien da más? ¿Pues qué tal imantar los lanza telarañas con una batería de coche y que resista toda la electricidad de Nueva York? No hay más preguntas su señoría, yo tampoco entiendo nada. Pero una película con un arranque tan épico como la secuencia del furgón de plutonio, no podía permitirse terminar con una menos mítica. Giamatti es liberado (no preguntéis como, no hay respuesta, amigos) y le dan a semejante personaje una armadura robótica de rinoceronte armado hasta los dientes, para dedicarse a gritar y a disparar misiles sin sentido en medio de la ciudad. A pesar de las explosiones y el riesgo evidente de muerte, la gente tranquilamente se lo mira desde detrás de una barrera como si no pasara nada o si de un partido de fútbol se tratara, mientras la policía es arrasada a pocos metros de distancia. Chapeau, señores, lo han logrado de nuevo, espero con terror la tercera entrega.

http://www.filmaffinity.com/es/film268783.html

miércoles, 10 de octubre de 2012

FESTIVAL DE SITGES 2012 (5º DIA)

6:50h. El día se presenta con aroma asiático, de las cuatro películas programadas para hoy y el documental del gran Ray Harryhausen, dos nos llegan de países con los que no solemos estar muy familiarizados en cuanto a su vertiente cinematográfica.
Quitando las dos primeras que nos llegan del Reino Unido y EEUU respectivamente, tenemos en tercer lugar la obra Headshot del tailandés Pen-Ek Ratanaruang, que promete emociones fuertes; y tras ella, como cierre, una película llegada de Indonesia, Modus anomali, un título que ha despertado mucha expectativa tras visionar un tráiler que hace volar la imaginación y que ya hay quién la ha llegado a comparar con Los Cronocrímenes. Ya os iremos contando...
De momento, vamos a tomar un buen desayuno, a reservar alguna invitación más y a escribir lo que dio de sí el día de ayer hasta que llegue la hora de encaminarnos  hacia el Auditori...


10:30h. El primer estreno matutino ha sido "Sightseers", el tercer largometraje del británico Ben Wheatley (al que vimos el año pasado presentando en Sitges su "Kill List" y este año también gracias a su episódica aportación de terror en "The ABC's of death"), quién esta vez se nos decanta por la comedia negra, pero en un peculiar envoltorio de road movie a la europea.
Chris (un inseguro Steve Oram), convence a su novia Tina (una agradable sorpresa la actriz Alice Lowe) para ir de viaje por las islas británicas en su "flamante" caravana, pese a las objeciones de la solitaria y depresiva madre de la chica, que sigue sin haber superado la trágica muerte de su adorada mascota canina (el accidente se las trae, sin duda).
Ya en ruta, Chris no tardará en lucir una peculiar tendencia homicida, un impulso asesino que le obliga a deshacerse de cualquiera que se interponga (o simplemente le moleste) en su agitado periplo por carretera. La relación entre ambos pasará por distintas fases durante el film, descubriendo incluso algo sorprendente, y es que Tina no es tan diferente a Chris como nos podamos imaginar, dando lugar a situaciones de lo más inusuales cercanas a la inhumanidad más absoluta.

Chris y Tina, amor a lo Bonnie & Clyde
El film de Wheatley, aún siendo unidireccional, de lectura ciertamente epidérmica e incluso llegando a pecar de frívola, ofrece a su favor mucha frescura y sensación de libertad visual (paisajes abiertos, planos iluminados...), despertando en su pareja protagonista una irrefrenable química en pantalla, culpa en mayor medida a la estupenda espontaneidad de Alice Lowe, perfecta como Tina (galardonada merecidamente en el Festival).
Los acontecimientos que suceden durante este singular viaje son, en su mayoría, simpáticos y brutalmente divertidos (el ciclista arrollado o la novia desvergonzada, por ejemplo), consiguiendo nuestra más absoluta complicidad hacia los desquiciados planes de Chris, que eran incluso aplaudidos durante su proyección.
Las pocas pretensiones del film esta vez juegan a su favor (creo que llegar a contar una historia sin ninguna intención clara no suele acabar bien), y no cabe duda de que termina incluso por ser una lúcida reflexión sobre el valor de la vida y/o del amor, desde el punto de vista de un ser humano sin compasión que consigue audazmente que todo parezca accidental, liquidando a quién no comparta sus opiniones (su cara tras acabar con la primera víctima lo dice todo).

Dejando muerte tras de sí....
Sightseers se descubre pues como una nueva joyita británica de acentuado humor negro que no juega sucio aunque lo simule, provocando disparidad de reacciones en el público asistente al festival, que a veces incluso se incomodaba por su falta de humanidad. Todo eso, sumado a esa frescura antes citada, otorga cierta entidad a este film independiente de Wheatley (hay que ver como aguanta el paso del tiempo) y lo hace merecedor de las críticas que viene suscitando.
La nota menos acertada podría ser el hecho de que visto su primer tercio, el resto del film ya va con el piloto automático y deviene por inercia, quedándose incluso parco de ideas.


16:15h. Todos nosotros en algún momento de nuestras vidas hemos soñado en viajar por el tiempo, ¿alguno lo puede negar? Y a nuestra ya de por sí fantasiosa imaginación solo le ha faltado ser alimentada por el cine gracias a películas tan míticas como Regreso al futuro, la no menos fascinante Primer y multitud de títulos más, en que se ha plasmado esta fabulosa idea en imágenes.
Porque si ahora mismo alguien nos ofreciera la posibilidad de hacer realidad este sueño, ¿quién podría negarse? ¿Y a dónde iríamos? ¿Viajaríamos al pasado para ver con nuestros propios ojos algún momento crucial de la historia? ¿O visitaríamos el futuro para saber que le espera a la humanidad? Pues bien, lejos de los típicos blockbuster de enorme presupuesto pero nula originalidad que llenan las carteleras continuamente, la aparición de un título tan refrescante como este, es una alegría para los amantes del cine hecho con gusto y cariño, demostrando una vez más que el contar con un bajo presupuesto, no es un obstáculo para realizar una gran película. Y este es el caso de Safety not guaranteed, la primera película de este lunes, de la que solo leí una brevísima a sinopsis cuando estaba confeccionando los horarios para cuadrar la agenda del Festival, y enseguida supe que no podía pasarla por alto.
La historia nos presenta a Darius (Aubrey Plaza), una joven desilusionada con la vida tras ciertos hechos que la marcaron durante su pasado. Su actual trabajo no puede ser más precario, becaria de una pequeña revista de investigación, donde es la chica para todos aquellos trabajos que nadie quiere hacer. Un día en una reunión de trabajo para buscar posibles temas de interés para publicarse, Jeff (Jack Johnson) un treinteañero de la empresa, sugiere seguir la pista a un llamativo anuncio clasificado aparecido en la prensa: "Se busca compañero para viajar al pasado. No es una broma. Se pagará al regresar. Tienes que traer tus propias armas. La seguridad no está garantizada. Solo lo he hecho una vez." Y se forma así un equipo de trabajo capitaneado por Jeff y con dos becarios a sus órdenes, Darius y Arnau, un tímido estudiante de origen indio, que deberán investigar una historia tras la que todos presuponen habrá un lunático.

Vigilando a Kenneth desde dentro del coche...
Su misión será localizar a la persona que puso el anuncio y entrar en contacto con él para poder volver con un buen artículo. Una vez allí identifican al anunciador, un tal Kenneth (Mark Duplass), personaje peculiar donde los haya, desconfiado, extremadamente arisco, paranoico y que sostiene que es capaz de viajar en el tiempo. ¿Qué hay de verdad en esta afirmación? ¿Están ante un lunático más o ante un genio? ¿Merece la pena dedicarle tiempo a esta noticia? Pues todo esto es lo tendréis que descubrir vosotros mismos porque como suele decirse: "hasta aquí puedo leer...".

¿Los cálculos de un loco o de un genio...?
Se trata de la ópera prima tanto del director Colin Trevorrow, como del guionista Derek Connolly, que se inspiró en una noticia que mandó un chiflado a un periódico de Seattle en 1981, pidiendo lo mismo que en la nota del film, con la excepción de que él no aceptaba armas (curioso).
En el pasado Festival de Sundance se llevó el Premio al Mejor Guión, y realmente no se le puede negar una enorme originalidad y la frescura que desprende.
Tras verla no me queda más que decir que ha resultado incluso más estimulante de lo que me pensaba, un canto a la imaginación que acaba siendo una reflexión nostálgica del tiempo desde el punto de vista de todos los personajes. Todos desearían ir al pasado por algún motivo, el recuerdo de un amor de juventud, poder cambiar un hecho que les ha marcado para siempre o sentirse de nuevo seguro lejos de un presente inestable y que ofrece pocas perspectivas de un mejor futuro. La idealización de un momento del pasado en el que nos parece que no teníamos problemas es muy tentador, y a ese sueño se aferran los protagonistas del film al llegar al pueblo.

Darius y Kenneth buscando un alma con quien compartir la experiencia...
Lo del viaje en el tiempo acaba siendo lo de menos, por encima de ello está el desarrollo de los personajes y de la relación entre ellos; una cinta indie sin grandes pretensiones, pero tremendamente simpática, un canto a la esperanza, llena de ternura y comprensión. Reconociendo la buena labor del reparto, todos ellos calan en nuestra retina y empatizamos con sus ilusiones, miedos y las taras que acarrean con ellos.
Trevorrow ha logrado tenernos con una permanente sonrisa en la que seguro que va a ser una de las películas que mejor gusto deje en el público y una de las mejores sorpresas que encontraremos a lo largo de todo el Festival, no os la perdáis.


18:30h. La segunda película de hoy, contrasta completamente con la anterior: tan luminosa, alegre y llena de esperanza, que acaba contagiando su entusiasmo a los espectadores. Por contra, Pen-Ek Ratanaruang, nos presenta un dibujo mucho más gris, una mirada pesimista a la vez que realista en cuanto a los males que están presentes en su país natal, pero que son completamente extrapolables a nuestra sociedad, como pueden ser la corrupción, la impunidad de ciertos personajes al infringir las leyes y la frustación para el ciutadanos al asistir como mudo espectador en este día a día. Todo rodado con un estilo que puede recordar al cine noir europeo o americano, pero desde la perspectiva asiática, con todo lo que ello implica.
Tul es una asesino a sueldo, que en su última misión recibe un disparo en la cabeza que lo deja a las puertas de la muerte, tras dos meses en coma despierta para descubrir que lo ve todo del revés (como representa el cartel del film), por lo que tendrá que abandonar su actual trabajo y descubrir quien lo está intentado matar de nuevo... Pero para nuestra sorpresa, el personaje de Tul esconde un pasado muy distinto, y mediante un flashback que  arranca con una redada nocturna en unos almacenes, donde interceptan un enorme alijo de droga, descubrimos como durante la operación entre los detenidos está el hermano del Primer Ministro. Tul, el policía que ha estado al cargo del caso y quien está llevando las diligencias para su procesamiento, recibe pocas horas después la inesperada visita del abogado del Primer Ministro, quien le ofrece una importantísima suma en caso de echar tierra encima del asunto y pedir públicamente disculpas al inculpado a quien representa.
La negativa de Tul a entrar en este juego, hará que poco después se encuentre chantajeado al ser acusado falsamente del asesinato de una prostituta, por lo que acabará en la cárcel viendo como su carrera se ha ido desagüe abajo.

Cumpliendo una de sus misiones camuflado como falso monje...
Será allí cuando sea contactado por un enigmático personaje que le ofrecerá una salida de su encierro si acepta convertirse en sicario para eliminar a los corruptos que la justicia no puede alcanzar...
El cineasta tailandés, del cual os recomiendo que no dejéis escapar su antiguo trabajo Vidas truncadas (2003), estuvo en la presentación de la película y tras comentar que le sorprendía ver a tanta gente encerrada en un cine en lugar de disfrutar del día de verano que había fuera (risas...), se centró en explicar que quería hacer una película estilo noir puro, pero desde su perspectiva y con los toques distintivos de Tailandia. Podéis leer aquí una breve entrevista aparecida en el diario del Festival (ENTREVISTA).
La película tiene mucha fuerza en su apartado visual, siendo este uno de sus grandes atractivos en todo momento, de igual forma su arranque es todo un ejemplo de una historia de género noir, con el policía falsamente acusado y al que se le arruina su carrera, sin embargo, en su tramo medio principalmente, parece que pierde algo su identidad y ritmo, y no acabamos de saber exactamente si seguimos viendo un film de cine negro, un thriller o qué, a pesar de que seguimos enganchados a una historia bastante atractiva.

Esta es su nueva visión tras salir del coma...
Poco a poco se identifican las señas particulares de su cine y que en muchos casos hará que parte del público le cueste entrar en su juego, esperando que la calma que anida en sus planos, deje paso a una violencia inusitada que muchos estamos esperando. Afortunadamente el cierre del film es lo suficientemente intenso como para que el regusto general que nos deja sea positivo, quedando la sensación de que se ha cerrado de forma notable el círculo tras unos minutos dubitativos en su mitad. No recomendada para quien busque un film noir o thriller conceptualmente clásicos, pero sí para todos aquellos que se atrevan a aventurarse a una visión distinta del cine. ¿No se trata de esto el asistir a un Festival?


21:00h. Y para terminar este quinto día nos citamos en el cine Retiro para ver Modus anomali, obra procedente de Indonesia de la mano del director Joko Anwar. La información que circulaba sobre la película por la red era escasa y en muchos casos podríamos decir que falsa, me imagino que esto es debido al tráiler que circulaba por Internet y que ha servido para que muchas páginas hagan su sinopsis particular, llevando a la confusión al no interpretarlo del todo bien.
La película es un thriller terrorífico que desde buen inicio logra hacerte entrar en su particular juego, arrancando con fuerza al ver salir del suelo de un bosque a un hombre aparentemente desorientado y asustado, que no entiende que está haciendo allí.
Su reacción instintiva es echar mano al móvil para llamar a alguien, pero la agenda está completamente vacía y cuando llama a emergencias para pedir ayuda, descubre aterrado que es incapaz de recordar su nombre cuando se lo pregunta la agente. ¿Qué está haciendo allí? ¿Y quién es?
Turbado y sin saber hacia donde ir, no tiene más remedio que avanzar por el bosque en busca de una salida o de alguien que pueda socorrerle, pero en su deambular acaba llegando finalmente a una casa en la que descubre una cámara preparada expresamente para que vea un vídeo en el que un desconocido ataviado como un cirujano asesina a su esposa embarazada...

Viendo el terrible vídeo del asesinato...
Perdido y desorientado en medio de un bosque sin fin...
Ahora lo tiene claro, no está solo, hay alguien más en ese profundo bosque y con muy malas intenciones...
La sesión estuvo precedida por la presentación que hizo el mismísismo director y en la que aprovechó para contar algunos de los detalles alrededor de su filmación, explicando que se trata de una pequeña película hecha en tan solo 8 días junto a un grupo de amigos, teniendo la suficiente vista para rodarla en inglés y facilitar así su exportación a otros países. Sin muchos preámbulos más, nos invitó a sumergirnos en este bosque opresivo que preside todo el film, dejarnos llevar en un juego macabro y pasarlo bien. Y la verdad es que una vez acabada y bien digerida, no puedo decir muchas cosas en su contra, pues cumple sobradamente con una producción de este calibre. Entretener, hacerlo pasar mal y sorprender a dosis iguales.

Intentando sobrevivir a los ataques de un misterioso desconocido...
Quizás su punto más negativo sería que pasada su mitad, tenemos la sensación que la historia no está avanzando hacia ningún sitio en concreto, que las escenas se están repitiendo (se acusa el hecho de ese paisaje tan repetitivo) y nos tememos que el final pueda ser decepcionante. Afortunadamente el juego se descubre que, a pesar de sus limitaciones, ha estado muy bien llevado; y algunas ideas preconcebidas que nos hemos ido haciendo a lo largo de su metraje, pueden venírsenos abajo como un castillo de naipes, con un último cuarto de hora que es de lo mejor que he visto en el presente Festival. Un auténtico placer para los amantes del cine de terror y todos aquellos que deseen ser sorprendidos más allá de los típicos clichés. De igual manera que en su día, la primera Saw nos dejó helados a todos con su increíble final, siendo carne de secuela hasta una séptima entrega y copiada en muchas ocasiones, no se le puede negar a Modus anomali que también deja estupefacto. Prueba de ello es que no se oía nada en la sala, todo el mundo con la mirada fija en la pantalla pensando What the fuck?... y al final un sonoro aplauso de todo el público, merecido y yendo para casa con la sensación de haber elegido muy bien la programación de hoy. Lo dicho, id haciéndole un hueco en vuestra agenda, y no lo dudéis, tendrá su remake americano visto lo visto...



21:35h. Para terminar el día, somos testigos de excepción del homenaje que en Brigadoon (ahora situado en L'edifici Escorxador) le hacen al legendario mago del stop-motion Ray Harryhausen, toda una oportunidad para degustar una delicatessen junto a unos pocos asistentes (seríamos unos 20 en la sala de proyección nada más). El film, orquestrado por el galo Gilles Penso, lleva el titulo de "Ray Harryhausen : Special Effects Titan", y repasa la vida fílmica del nonagenario californiano aún en plena actividad  (lo vimos recientemente en la decepcionante Burke & Hare de Landis, haciendo un diminuto papel).
Lo cierto es que el documental se cimenta básicamente en los indiscutibles logros cinematográficos de Ray, cayendo progresivamente en una acentuada adulación sin remilgos, y lamentablemente sin ápice crítico alguno (¿porqué no repasar con más ahínco el rechazo del que fue víctima años más tarde?). De todas maneras, la vida del mito se repasa en primera persona durante todo el film (con el propio Ray, mostrando una memoria prodigiosa) y cuenta con invitados de verdadero prestigio como Steven Spielberg, James Cameron, John Landis, Tim Burton, Joe Dante, Guillermo del Toro, Terry Gilliam, Ray Bradbury, Caroline Munro o Peter Jackson (éste último como culpable de la recuperación de su legado).


Sus más de 15 trabajos para el cine como artesano de efectos especiales son ya auténticos clásicos de ayer y hoy, con películas como Simbad y la princesa, Jasón y los argonautas o la original Furia de Titanes, entre otros incunables.
Como bien retrata el documental, desde hace ya algunos años (principios de los 80), su trabajo se ha visto obviamente desfasado y ahora miramos hacía atrás con cariño y admiración, pero conscientes de que su tiempo ya pasó y que es hora de recurrir a las nuevas tecnologías, mucho más rápidas, baratas y funcionales, aunque carentes del espíritu artesanal tan mágico de Ray.
El film nos cuenta como gracias al empeño de Peter Jackson (ferviente admirador que incluso le copió el stop motion cuando estudiaba cine), se consiguieron recuperar muchísimas criaturas originales (a Ray no le gusta el término "monstruos") del fondo de un garage, algo que, incomprensiblemente, estaba condenado al olvido.
Sus increíbles esqueletos con escudo y espada, la gran Khali de 6 brazos, el Grifo o el Centauro son unos pocos ejemplos de sus fantásticas creaciones, que están siendo consideradas hoy en día como verdaderas obras de arte, y que sin duda sirvieron como punto de partida para proyectos cinematográficos posteriores tales como Terminator, Parque Jurásico o El señor de los Anillos, por nombrar unas pocas.
Así pues, el denominado Titán de los efectos especiales recibe el tributo merecido a través de este interesante documental, seguramente el "definitivo" (no creo que le de tiempo a intervenir en ninguno más) y que acaba por otorgar la merecida categoria al bueno de Ray, considerado el maestro de todos en su campo.
Una ocasión que nos brindó Sitges y que no desaprovechamos desde 'Sospechosos', pese a ser proyectado en versión original sin subtítulos y vernos obligados a activar nuestro traductor mental sin descanso. Altamente recomendable pues para todo tipo de público y para el amante del fantástico en particular. Una bonita experiencia a recordar.

sábado, 16 de julio de 2011

SIN IDENTIDAD (2011)

El director catalán Jaume Collet-Serra se apunta esta vez al thriller de acción con resultados irregulares pero con ciertos toques de mejora en su filmografía en general. Un argumento tan inverosímil como ficticio que nos atrapa durante gran parte de su duración, pero que nos suelta en su último tercio para hacernos sentir un poco decepcionados, traicionados incluso.
El doctor Martin Harris (Liam Neeson, tan políticamente correcto como de costumbre), viaja a Berlín junto a su mujer para dar una conferencia sobre biología, pero olvida una maleta en el aeropuerto y al volver a buscarla, sufre un accidente que lo deja en coma. Tras varios días en el hospital, despierta y descubre que alguien le ha robado su vida, su mujer y su identidad. Con la ayuda de Gina (Diane Kruger) intentará desvelar toda la trama y lograr que le devuelvan su vida.Ya sé que la premisa resulta interesante, y de hecho lo es, pero nos defrauda (al menos a mí) en su desenlace final, no siendo del todo original, sólo diré eso. Muchos opinan que juega en la liga de la serie B, tal vez por su austera filmación de la acción, pero no estoy de acuerdo en absoluto. Pienso que es un producto más que decente que aspiraba a más pero que nos deja la sensación de que nos quitan el caramelo antes de acabárnoslo.
Seré sincero, en un principio me dejé embelesar pensando que estaría en la línea de la estupenda "Taken", la cual me encantó. La sorpresa es menor cuando descubro que se queda a las puertas de aquella, siendo claramente inferior pero manteniendo cierto encanto y un argumento que encerraba posibilidades. Es una de esas películas que el tráiler te deja con ganas de más, y nuestra mente nos dibuja sin querer una línea argumental llena de sorpresas y giros interesantes, pero que al terminarla, todo parecía un sueño, un espejismo.
La presencia de Liam Neeson le otorga sobriedad al inverosímil guión, pero la contrapartida de Diane Kruger vuelve a tambalearnos el producto y a dejarlo donde estaba, en un punto intermedio entre lo satisfactorio y el timo cinematográfico.
Seguramente la encontraramos en la parte de arriba del video-club con 30 copias a nuestro alcance pero sin ocupar ningún lugar de honor en la historia del cine.
Este film le permitió a Jaume ser el primer español (o el primer catalán, según se vea) en colocar un número uno en la taquilla americana, con una recaudación de 21 millones, todo un éxito prometedor.
En él recaen ahora proyectos de más envergadura, como el próximo remake de Drácula o la realización a carne y hueso de la exasperante Akira, el manga apocalíptico de Katsuhiro Otomo.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...