domingo, 14 de mayo de 2017

THE GOLDEN BAT / IL RITORNO DI DIAVOLIK (1966)

En las navidades de 1966, la Toei estrenaba en tierras niponas "The Golden Bat", adaptación a imagen real del calavérico y carcajeante superhéroe "Ōgon Batto", conocido en nuestro país (es un decir) como "Fantasmagórico", aunque seria más preciso llamarlo "Murciélago dorado".
Obra del tándem entre Ichiro Suzuki y Takeo Nagamatsu en 1930, propició incluso un manga de relativo éxito por parte del tal Daiji Kazumine, además de ser considerado el primer superhéroe japonés de la historia, precediendo a personajes mucho más conocidos como Superman o Batman, que datan de casi una década después.
El film asume sin rubor su condición de puro tokusatsu de ciencia ficción enfocado al entretenimiento familiar, y plantea una trama genuinamente japonesa, repleta de deliciosa locura, villanos imposibles, híbridos culturales y esa arrebatadora e irresistible ingenuidad que impregna las citadas cintas japonesas de género.
Por un lado se nos presenta a un villano de felpa llamado Nazo, autodenominado "el Amo del Universo", que ha desviado la órbita del cometa Ícarus para que impacte con nuestro planeta en apenas 10 días, lo que sería el fin de la Humanidad. Por el otro, a un peculiar equipo de científicos de las Naciones Unidas capitaneado por el Doctor Yamatone (el incansable Sonny Chiba) que ha ideado un potente artefacto láser para destruir el satélite antes de la colisión, aunque precisan de un mineral concreto que sólo se encuentra en una isla remota.

El súper dispositivo láser, inútil sin el mineral adecuado
El Dr. Yamatone junto al grupo de cintíficos y la pequeña Emily, una fácil presa para Nazo.
La expedición se pone en marcha y descubren que no sólo se trataba de un islote con los últimos vestigios de la famosa Atlántida en cartón piedra, sino que allí habitaba, dentro de un sarcófago, un misterioso ser momificado desde hacía 10.000 años ¡nada menos!, que tras ser hidratado adecuadamente, despierta y se convierte en un murciélago de 1,80 que pone orden con su bastón de la justicia entre carcajada y carcajada (...).
Las fuerzas del bien contarán de ahora en adelante con la ayuda del héroe con cabeza de calavera y cuerpo dorado para tratar de evitar que el malvado Nazo se salga con la suya junto a su grupo de secuaces (en los que por cierto, es de ley destacar que hay una suerte de hombre lobo, una apetecible señorita con malas artes y un desquiciado a lo Joker).

Nazo y su trío de secuaces implacables...Keloid, Piraña y Chacal
Nuestro héroe usando su bastón de la justicia
En contra de lo que os pueda sugerir, estamos sorprendentemente ante una pequeña obra maestra del géneroque no sólo define y conjuga los ingredientes básicos de la nueva cultura nipona de la época (aportando elementos occidentales a los ya típicamente japoneses), sino que emerge con identidad propia y es un ejemplo perfecto de pasatiempo pulp, tremendamente divertido y del todo delirante. Sin duda una pieza a reivindicar con premura en nuestros lares.
En apenas 73 minutos, el director Hajime Sato (responsable de la también curiosa e interesante "Goke, Body Snatcher from Hell") nos recompensa con alienígenas de trapo con ínfulas, gadgets de feria, meteoritos destructores, rayos láser (o no), poderes imposibles, civilizaciones antiguas, submarinos voladores, cámaras de duplicado de humanos, maquetas de Tokyo y un superhéroe híbrido entre un vampiro y una momia. Creo que más no se le puede pedir.

El arte de la transformación, un arma inesperada de Piraña
Ogon Batto, la mezcla definitiva entre un vampiro, una momia y Bruce Lee
No es tampoco ninguna sorpresa desvelar que se trata de una producción tan humilde como simpática, sin mayores pretensiones, con efectos de post-producción insólitos pero agradablemente gamberros, y un conglomerado ideológico sin ton ni son, siendo un picoteo cultural casi al azar, sin conexiones demasiado coherentes. Ni falta que les hace.
Su condición de film-cómic llevado a la gran pantalla fue reclamo suficiente como para llamar la atención del mercado internacional, que se la apropió dos años más tarde para convertirla en "The Golden Bat", cambiándole incluso el nombre a los actores, todos directamente anglófonos.

La secuencia final, como no, de destrucción en Tokyo. Esta vez con una perforadora alienígena
¡Ah sí, con cara de calamar!
Lo más sonado sin embargo fue su estreno en Italia, país ya plenamente sumido en la fiebre de los fumetto, y que se tomaron la licencia de reconvertirla sin ningún tipo de vergüenza en una falsa secuela de "Diavolik" (esta vez con "v", por eso de los derechos), aprovechándose también de las obvias semejanzas de su protagonista con el tan de moda Kriminal y su rostro de calavera.
Así se rebautizó como "Il ritorno di Diavolik" (siendo previa incluso a "Danger: Diabolik"), convirtiéndose de paso en el caso más exótico, desvergonzado y por qué no, también extraordinario, de todos los "fumettos" que existen.
Actualmente hay dos versiones del film en DVD, la edición americana y la italiana, ambas parejas en lo que a calidades se refiere e insuficientes en material adicional, como es costumbre.

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