martes, 4 de abril de 2017

GAMERA, EL GUARDIÁN DEL UNIVERSO (1995)

Tras una serie de films de ínfima calidad, la saga clásica de Gamera quedó paralizada y hundida en los confines del mar tras Supermonstruo Gamera (1980). Tras el exitoso renacimiento de Godzilla a mediados de los 80 muchos comentaron la aparición de una nueva entrega de la tortuga gigante. Los fans siempre han deseado ver en la gran pantalla a Godzilla y Gamera juntos y dándose de hostias pero el hecho de que fueran criaturas de estudios cinematográficos diferentes dificultó la tarea aunque eso no evitó que durante finales de los 80 aparecieran carteles publicitarios anunciando un posible Godzilla vs Gamera. Por el momento seguiremos soñando con un enfrentamiento de esas proporciones y conformándonos con los numerosos montajes hechos por fans y que podemos encontrar en Youtube (hay alguno de gran calidad). Con Godzilla disfrutando en los 90 de las mieles del éxito con su serie Heisei (1984-1995), una renacida Daiei se apuntó al carro de este renacido interés por el Kaiju Eiga y anunció para 1994 un reboot de su monstruo insignia, Gamera. Esta nueva entrega de la tortuga y como veremos más adelante no se quedó en el mero exploit (una vez más) de Godzilla. El gran causante de que Gamera, el guardián del universo (1995) fuera algo revolucionario y único es Shusuke Kaneko y todo el equipo técnico y artístico que lo acompañó tanto en ésta como en las dos entregas posteriores de la trilogía noventera de la tortuga. Kaneko, un enamorado del Kaiju y del cine fantástico en general, siempre soñó con rodar una entrega de Godzilla (para eso tendría que esperar hasta 2001) pero la Daiei le ofreció libertad creativa con Gamera, el cual no era precisamente uno de sus monstruos favoritos. Antes de embarcarse en Gamera, Kaneko llamó la atención de Brian Yuzna, quien pidió que rodara uno de los segmentos del film Necronomicón (1994)
En el film que nos ocupa, una embarcación que lleva un cargamento de plutonio choca con un gran atolón en mitad del océano Pacífico. Segundos después, los horrorizados tripulantes observan como el atolón se aleja lentamente por sí mismo. Mientras, en la isla Himegami, un grupo de biólogos que investigaban una nueva especie de pájaro desaparecen junto a la aldea pesquera en la que residían.
Gamera, el guardián del universo (1995) supone una renovación del género en toda regla. Kaneko recoge los mejores y más puros elementos del Kaiju y los moderniza a las nuevas generaciones de manera seria y adulta y con un estilo influenciado por el cine fantástico y de acción americano de la época. Un ritmo non stop, ágil y fresco que te mantiene pegado a la pantalla. Kaneko, además, comete el acierto de tardar en presentar en pantalla a los monstruos prefiriendo crear atmósfera y un clima de suspense muy acertado en el primer tercio del film con el descubrimiento en medio del océano de un enorme atolón y que resulta ser el caparazón de Gamera.
El pájaro Gyaos siembra el caos
"Algún dia te enseñaré Tokyo sin monstruos..."
Batalla en la estratosfera
El mejor plano del film
Asagi tiene una conexión telepatica con Gamera. 
Gamera, preparado para su ataque final
Gamera se retira de nuevo al fondo del mar
Foto de rodaje
Como hemos comentado, el film contiene un ritmo fresco y ágil pero otro de los puntos a favor del film son sus personajes, más carismáticos de lo acostumbrado (el inspector de policía interpretado por el actor fetiche del director, Yukijiro Hotaru, es un ejemplo) y con una obsesión por parte de Kaneko de presentar protagonistas femeninas, como la fantástica Shinobu Nakayama interpretando a la ornitóloga Nagamine y que va tras los Gyaos. Como curiosidad, en el film aparece Ayako Fujitani, hija de Steven Seagal y que también aparecerá como protagonista años más tarde en la interesante Ritual (2000) de Hideaki Anno (creador de Evangelion y director de la reciente Shin Godzilla) y cuyo personaje en Gamera irá apareciendo durante toda la trilogía. Su personaje, llamado Asagi, mantiene una conexión telepática con Gamera sustituyendo así a las hordas de niños chillones de la serie clásica por algo más interesante y moderno. Y no faltan los cameos de actores clásicos del Kaiju como Akira Kubo (Los monstruos invaden la Tierra, El hijo de Godzilla, Invasión extraterrestre) o Kojiro Hongo (Los monstruos del fin del mundo, Gaos el terror de la noche) interpretando a generales militares en el presente film. Gamera, el guardián del universo (1995) presenta elementos inéditos y frescos en el género Kaiju como es su acercamiento al cine de terror en los primeros ataques de Gyaos en la isla (presentados desde la óptica del monstruo) además de un muy agradecido sentido del humor (el científico desaparecido cuyas gafas aparecen de entre los excrementos de Gyaos) y auto-parodia que le sienta de maravilla como cuando el protagonista masculino le dice a Nagamine, la ornitóloga: “Algún día te enseñaré Tokyo sin monstruos…” o cuando las mujeres se quejan del elevado precio del pescado desde la aparición de Gamera.
Foto de rodaje
El elemento que más se resiente en el film, pero por motivos presupuestarios, son los efectos especiales, bastante rudimentarios (nunca me ha acabado de convencer Gyaos en este film, demasiado rígido y con ojos de teleñeco…), pero eso sí, con la mitad de presupuesto que en una entrega de Godzilla de la época se consigue sacar jugo de forma sorprendente. Shinji Higuchi (co-director de la reciente Shin Godzilla), un auténtico mago de los efectos especiales, consigue momentos impecables con las maquetas, remarcando el enorme tamaño de los monstruos y probando cosas como el de utilizar cielo real en los momentos con las criaturas, ángulos realistas y bajísimos a vista de persona, tantear con los efectos digitales o el de grabar a los monstruos con luz natural. Como curiosidad, Gyaos fue interpretado por una mujer para darle así unos movimientos más femeninos a la criatura siendo la primera vez que una mujer interpretaba a un Kaiju. Pese al poco presupuesto, la pericia de Higuchi consigue que el film parezca mucho más de lo que es. Hay muchas ganas, muchas ideas en este Gamera. El origen de los monstruos es totalmente reescrito (de hecho no se toma en cuenta ninguna de las entregas previas de la tortuga) presentando tanto a Gyaos como a Gamera como creaciones de laboratorio de una civilización antiquísima y ya extinta (similar a la Atlántida) y destinadas a enfrentarse. Así, el tratamiento de los monstruos y en concreto de Gamera, como de una criatura que forma parte del espíritu del mundo y el equilibro de éste entra en terrenos más espirituales y que resultan un acierto. El colofón del film lo vemos en su impecable clímax final repleto de fuego y explosiones con unos monstruos pletóricos y que es una muestra de la estética espectacular que veremos elevada al cubo en las dos entregas siguientes de la trilogía (ya con más presupuesto).

Gamera, el guardián del universo (1995) es un film que moderniza el género a las nuevas generaciones. Un film de estética espectacular, de ritmo ágil, fresco y con muchas ideas y sanas intenciones borrando de un plumazo todo atisbo de cutreza e infantilismo visto en los films de los 60 y 70. Una carta de amor al género realizada con mimo y buen hacer y que supone el inicio de una trilogía que acabaría por convertirse en la cima de calidad del Kaiju Eiga. Gamera, el guardián del universo (1995) obtuvo un fuerte éxito en Japón y una buena repercusión internacional llamando la atención de los críticos y llevándose algún que otro premio en festivales de cine.

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