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Ahjumma" es el término coreano para denominar a las señoras de mediana edad, y cuya transcripción occidentalizada da título a la película que tenemos entre manos. Atraído por una premisa recurrente pero habitualmente bien resuelta en el cine surcoreano como es el de la venganza, estaba relamiéndome para ver con que me sorprendían en esta ocasión. Poco había leído al respecto y todo invitaba a soñar con una sangrienta cinta de poco más de una hora. ¿Pero que da de sí y de que trata realmente?
El film nos cuenta el drama vivido por una mujer separada de mediana edad, que ve con impotencia como el sistema no puede impartir justicia para castigar la agresión sexual que ha sufrido su hija de 10 años. Un camino plagado de barreras, obstáculos y dificultades que la desesperarán hasta el límite viendo como el presunto culpable elude la justicia y ésta poco hace por resolver su caso, obligándola a tener que ser ella misma quien tome cartas en el asunto. Si tenemos que poner a
Azzoma en una balanza, durante gran parte de su desarrollo, esta la inclinaría hacia el suspenso, manifestando carencias a nivel de guión, montaje, desarrollo de personajes e incluso de verosimilitud de algunas situaciones. Un film de apenas 70 minutos que repite hasta la saciedad ciertas escenas sin aportar nada nuevo (el pedófilo pegando un plástico en el suelo no menos de 5 o 6 veces, viendo como acercaba su coche a la niña por enésima vez, etc...), desesperando un poco a la espera que el film arrancara de una vez por todas. En este sentido el guión necesitaba pulirse para darle una mayor consistencia global a una historia que debía y podía haberse elevado mucho más allá. Pero la trama se ancla, no avanza y se vuelve repetitiva, que es lo peor que puede ocurrir.
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Azooma intentando impedir que el presunto agresor escape... |
Asimismo los personajes y ciertos comportamientos están casi caricaturizados, siendo poco creíbles (el comportamiento del ex-marido y su total insensibilidad a lo ocurrido a su hija, el vergonzante interrogatorio del policía a la pobre niña con una falta total de profesionalidad y tacto, la inoperancia de la pareja de policías para detener al sospechoso, la risible escena en que Azooma y el agresor comparten coche de policía, y unas cuantas más...). Si el director quería representar la corrupción imperante en el sistema, una sociedad machista que ignora y discrimina a las mujeres (sobre todo a las de mediana edad), su mensaje se entiende pero está pobremente trabajado.
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El vergonzoso interrogatorio va a empezar... |
Sin embargo, es interesante que se diferencie de la gran mayoría de thrillers surcoreanos con
temática de venganza como telón de fondo, ya que el protagonismo lo toma un
personaje mucho más anónimo y de menor peso específico en su sociedad.
Una mujer en torno a los 40 años de edad (cuyo nombre real practicamente
no nombran y suelen dirigirse a ella con este término un tanto
despectivo: "
Ahjumma") , que ve como su mundo se desmorona y debe hacerse valer en una sociedad machista y que la ignora en todo momento. Dentro de un plantel de actores que poco aportan para que nos impliquemos en la historia, sobresale de forma excelente la actriz
Jang Young-nam, dando vida a la madre y que sabe transmitir la impotencia, dolor y desesperación que la situación requiere, salvando ella sola una obra que sin su presencia habría sido una larga travesía por el desierto. El resto transita por el film como meros maniquies que sueltan sus frases de diálogo de forma mecánica y poco más.
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La desesperación de una madre al límite... |
A pesar de estos problemas evidentes, uno espera que la madre tenga su vendetta personal y por fortuna gracias a un gran clímax final que salva a la película del KO y que nos da una sensación de satisfacción, hacièndonos esbozar una sonrisa de complicidad. Un giro final lo suficientemente inesperado para que al menos tenga la sensación de no haber malgastado el tiempo inútilmente. Pues hasta ese momento había tenido que ver
sufrir a esta pobre mujer durante una larga hora y pocas satisfacciones había encontrado en
un desarrollo un tanto anodino. La ópera prima del director
Lee Ji-seung, tiene buenas intenciones, apunta cosas interesantes, pero luce como un producto al que le falta un hervor para poder compararse con otros thrillers coreanos mucho más logrados.
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