Aún a sabiendas que me enfrentaba a un producto que no tenía nada buena pinta, me atreví a darle una oportunidad y así poderla valorar en su justa medida, os cuento un poco de que va. Una tribu competamente formada por mujeres se ha emancipado del dominio de los hombres y ha decidido vivir por su cuenta, desde ese momento solo tendrán contacto con ellos para que las fertilicen con el fin de que la tribu pueda seguir existiendo, en caso de nacer un varón este es entregado a los hombres, mientras que si es una niña, permanece en el poblado. Como no podía ser de otra manera, los hombres, bárbaros como son, las persiguen para acabar con ellas, obligando que lleven una vida nómada para pasar desapercibidas.
Un día Hundra, la guerrera más fuerte del poblado y la única que se niega a tener nada más entre las piernas que la montura de su caballo (palabras textuales), se encuentra de caza lejos del poblado, momento en el que éste es brutalmente asaltado por los componentes del pueblo del Uro.
Tras una batalla sangrienta donde las mujeres venden muy caras sus vidas,
estas son definitivamente derrotadas y exterminadas.
A su regreso, Hundra descubre la masacre y como quien no ve
la cosa se encarga con una una facilidad pasmosa de los atacantes que aún
quedaban allí a excepción de su jefe (el equivalente a Thulsa Doom), que huye.
Finalmente se dirige a ver a la gran anciana de la tribu para pedirle consejo
(a la que debían apreciar poco, pues vive en una lejana cueva dejada de la mano
de dios), para su sorpresa no le dice que su destino es el de vengar a sus
compañeras, sino el de procrear para que la tribu continúe existiendo, y para
más Inri, para que nazcan bien fuertes, tiene que ser con los mejores
sementales de todos, los del clan del Uro (sus atacantes). Así pues Hundra tiene
ante sí un dilema, por un lado la necesidad de vengarse y por otro la de
dejarse poseer por uno de sus enemigos para tener descendencia... toma ya. Pues esta es la premisa de la historia y ya os digo que no
hay mucho más, pues el resto está lejos de ser lo que me habría gustado que
fuera, una buena aventura.
Si bien el inicio es correcto, con una voz en off narrando la historia de igual manera que ocurría en Conan, vemos el poblado nevado (por cierto Hundra va como veis en la foto a pesar de ese clima) y el ataque inicial que contiene algunas escenas interesantes bastante bien rodadas y con una dosis de violencia generosa (a excepción de la escena en que una madre en el momento de luchar se echa a la espalda a su hija de 5 o 6 años, fantástica técnica y utilísima para maniobrar con la máxima torpeza posible contra sus enemigos), tras la visita a la gran anciana todo empieza a torcerse o más bien a tomar un rumbo inesperado para mí. Deseaba que esto fuera un continuo acto de venganza de la fémina en cuestión, pero Hundra se ve obligada a buscar al clan de los Uros para darse un revolcón con ellos, haciendo que el tono pase de serio a una broma con espadas de por medio. Su primer encuentro con un macho no puede ser más lleno de tópicos usando un humor grueso, con un patán que no deja de eructar, beber, tirarse pedos y maltratar a su séquito femenino, dejándome muy claro que la hora que me quedaba por delante podía hacerse bastante larga, aunque al final no he tenido esa sensación.
Su llegada a la ciudad donde se venera al Uro (un toro hispano para que nos entendamos), nos muestra algunos paralelismos más con Conan el bárbaro: un sacerdote que es temido por todos, organizando orgías para sus capitanes con las vestales de la ciudad en la cueva del templo, adoradores del Uro, etc... pero está a años luz de transmitir nada parecido a la del bueno de Arnold, y nos tenemos que conformar con bastante menos de todo.
Allí Hundra se ve obligada a seguir su búsqueda de un fecundador y tal vez haya alguna escena graciosa, como cuando le enseñan a maquillarse o a andar como una dama, pero las luchas ya entran en un tono más cómico y no me han convencido.
La batalla final abusa hasta el extremo de la cámara lenta, en un combate
con pocos alicientes para los que estamos acostumbrados a buenas coreografías
con espadas.Si bien el inicio es correcto, con una voz en off narrando la historia de igual manera que ocurría en Conan, vemos el poblado nevado (por cierto Hundra va como veis en la foto a pesar de ese clima) y el ataque inicial que contiene algunas escenas interesantes bastante bien rodadas y con una dosis de violencia generosa (a excepción de la escena en que una madre en el momento de luchar se echa a la espalda a su hija de 5 o 6 años, fantástica técnica y utilísima para maniobrar con la máxima torpeza posible contra sus enemigos), tras la visita a la gran anciana todo empieza a torcerse o más bien a tomar un rumbo inesperado para mí. Deseaba que esto fuera un continuo acto de venganza de la fémina en cuestión, pero Hundra se ve obligada a buscar al clan de los Uros para darse un revolcón con ellos, haciendo que el tono pase de serio a una broma con espadas de por medio. Su primer encuentro con un macho no puede ser más lleno de tópicos usando un humor grueso, con un patán que no deja de eructar, beber, tirarse pedos y maltratar a su séquito femenino, dejándome muy claro que la hora que me quedaba por delante podía hacerse bastante larga, aunque al final no he tenido esa sensación.
Su llegada a la ciudad donde se venera al Uro (un toro hispano para que nos entendamos), nos muestra algunos paralelismos más con Conan el bárbaro: un sacerdote que es temido por todos, organizando orgías para sus capitanes con las vestales de la ciudad en la cueva del templo, adoradores del Uro, etc... pero está a años luz de transmitir nada parecido a la del bueno de Arnold, y nos tenemos que conformar con bastante menos de todo.
Allí Hundra se ve obligada a seguir su búsqueda de un fecundador y tal vez haya alguna escena graciosa, como cuando le enseñan a maquillarse o a andar como una dama, pero las luchas ya entran en un tono más cómico y no me han convencido.
A destacar la banda sonora que es obra del gran Ennio Morricone y que
le da un buen punto en todo momento, logrando hacer más pasable el rato, aunque
ni de lejos llega a ser la sombra de la de Conan, de Basil Poledouris,
para mí una de las mejores de la historia del cine.
Por otro lado tenemos quizás una de las peores voces que haya oído jamás en
una película, serie o cualquier tipo de registro con el personaje de Trácima,
insoportable de verdad y casi a la altura del nefasto doblaje que Veronica
Forqué se marcó en El resplandor. Para rematarlo, no he podido
conseguir otra fuente más que un VHSrip, haciendo que valore aún más la era
digital del DVD que por suerte me ha tocado vivir.En fin, una película con un mensaje feminista en busca de la igualdad de hombres y mujeres (y si no quedáos con el mensaje de la voz en off del final), de la que se podía haber sacado infinitamente más, pues la premisa sin ser original y el mismo personaje de Hundra (bien caracterizado por la rubia Laurene Landon) permitían crear una buena aventura. Recomendada para verla con algún amigo y así ir comentándola entre risas, seguro que de haberlo hecho así me lo habría pasado bastante mejor.
Por cierto y para acabar, no sé si aquí digo una barbaridad o no, pero yo he captado un cierto mensaje de los creadores dando a entender que los hispanos (al clan del toro hispano) son los más machos y los que mejor lo hacen... solo hubiera faltado a Alfredo Landa como sumo sacerdote para poderos confirmar que así es.
Pues a mi me entran unas ganas irrefrenables de verla, puede ser un gran clásico incomprendido, y además de producción española, por lo que ese mensaje varonil estaría más que justificado. Una obra maestra atemporal, seguro.
ResponderEliminarViéndola me ha parecido que tú la habrías valorado mejor... ya te digo que solo falta poner a alguno de los famosetes del cine mega casposo de esa época de sumo sacerdote rodeado de vírgenes, y ya lo tenían hecho. Le he puesto un 4,5 por respeto al género que toca y tal vez por ciertos apuntes que no la hacen catastrófica, sin embargo el desaprovecho que se hace de las posibilidades que abría la historia llegan a desesperar un poco. Ya te digo que viéndola juntos nos habríamos reído con algunas secenas... la de la madre colgándose a la niña encima para luchar es de risa, incomprensible del todo... la tienes que ver algún día y así podrás valorar lo que digo. No he mentado al gay misógeno encargado de las chicas, personaje que podía haber sido muy divertido enfocándolo mejor. Me imaginaba que iría ligándose a los del clan del Uro y una vez en la cama y habiendo copulado, pues a lo mantis religiosa rebanando cabezas... pero nada de eso, no me dirás que no le habría dado un puntillo genial... aiiiis esos guionistas de pacotilla...
ResponderEliminarPues ha acertado, mi valoración es más generosa que la suya, señor Ventura.
ResponderEliminarPara empezar está por encima de una película hispana de espada y brujería, y su feminista premisa me ha resultado muy divertida de disparatada que llega a ser. Escenas como el enano con tridente montado en un pony (me parto), el gran Luis Lorenzo en su sempiterno papel de gay (el mítico mayordomo licántropo del liguero mágico, también homosexual...)o esa pérdida de seriedad pasados 15 minutos me han ganado la partida. Si es cierto que entra dentro de un argumento desafotunado, centrándose simplemente en enbellecerse para procrear con el don juan de turno (ese medicucho ibérico tan postizo) pero ese contraste disfuncional entre machistas y feministas me ha resultado interesante, muy divertido ese -Esta mujer no es dócil!!- Buenísimo.
La música, aún siendo decente, está pésimamente montada, cortada a cachos y pegada con descuido.
A mi la protagonista no me ha gustado, con ese pelucón y su cara de tia dura, pero le veo el jugo que dices y lo secundo.
Es verdad que jugando mejor sus cartas hubiese sido un divertimento espectacular, una versión digna de Conan, pero he descubierto en esta Hundra, una pieza fundamental del cine sobre espadas de los 80, y la he disfrutado, riéndome sobre todo con ella, no de ella.
Mi pestañita marcaría un 5,4 porque en mi opinión, merece ser aprobada....
No me has dicho nada de un par de detalles de los que quiero saber tu opinión:
ResponderEliminar1- la voz de Trácima, ¿no es la peor de la historia?
2- ¿Te gusta la técnica de cargarse un niña a la espalda para luchar?
Mira, le puse un 4 y medio y de verdad que cuando he mirado la ficha estaba convencido que aún le había puesto menos. Solo se puede aprobar desde la perspectiva del cine casposo español, del que prácticamente podemos decir forma parte, por lo que no dudaba un solo instante que ibas a darle tu bendición.
Pues mira, Trácima (por cierto, una de las actrices de la españolada Hospital Central!!) tiene un doblaje tan malo que el resto te parecen todos Constantino Romero.
ResponderEliminarLa técnica de cargarse a la niña es bochornosa, pero la violación a su hermana pequeña o algunas muertes malísimas (del rollo espadazo por debajo de la axila y sujétala...)son peores incluso. No le veo casposidad, a efecto de lo que España nos tiene acostumbrados, más bien le veo una producción oportunista que flojea por sus realizadores, en otras manos, hay cosas buenas rescatable.
Ha conseguido que le tenga un buen recuerdo, de risas y sorpresas (ese enano extrañísimo, ese puerco machista tira eructos o el grupo de salvajes salidorros del templo o lo que sea). Me gustaría saber la opinión de alguien menos infectado de cine que nosotros, alguien virginal que sea su primera incursión en ese género....saldría despavorido??
Yo no me atrevería a recomendarla a nadie, por el bochorno que me daría mirarle luego a la cara y que me dijera lo mala que es y como le he hecho semejando putada. Es para un círculo muy reducido afortunadamente y me cuesta encontrarle muchos puntos positivos. Solo por saber que nació de los restos de una producción tan buena como Conan hacen que le tenga cierto punto de simpatía, pero cinematográficamente hablando deja mucho que desear en todos sus apartados.
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